La Sociedad, encargada de construir, operar, administrar y sostener el proyecto urbano Parques del Río, hoy está inutilizada por una Alcaldía que quiso —y no pudo— liquidarla en 2017.
La Sociedad Parques del Río es una especie de Mesa del Rey Arturo, en el que tienen asiento los más grandes y poderosos líderes, en este caso, Empresas Públicas de Medellín, el Metro, Isa y el municipio de Medellín. Un cónclave de titanes que dejaron sin oficio a escasos días de creado.
Su gestación comenzó con las modificaciones que se le hicieron al Plan de Ordenamiento Territorial, POT, en el 2014. En dicho Acuerdo (el 48), el Concejo de Medellín aprobó el Proyecto Parques del Río Medellín, una obra de alto impacto urbanístico en las orillas del afluente entre las fronteras sur y norte de la ciudad. Para concretarlo, en el numeral 2 del artículo 449 del citado Acuerdo, se autorizó a la alcaldía para participar en una sociedad público-privada, con capital mayoritariamente público, con el propósito de construir, administrar y sostener el ambicioso proyecto. Fue así como el 26 de noviembre de 2015, terminando el último año de la administración del alcalde Aníbal Gaviria, se dio el alumbramiento: nació la Sociedad Parques del Río Medellín, una sociedad de carácter mixto, cuyos integrantes son, como se dijo, EPM con una participación del 33% sobre las acciones; la Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá con un 09%, Intervial Colombia S.A.S (ISA) con un 33%, y el Municipio de Medellín con un 25%.
Para una mega obra, una mega empresa porque, como explicó Antonio Vargas, exgerente del Proyecto, no se puede pretender llevar a feliz término un plan tan ambicioso como lo es Parques de Río, en su totalidad, sin un liderazgo ejercido con las calidades de los más poderosos ejecutivos de la región. Si bien, para la ejecución del tramo 1A se creó una gerencia, debía quedar constituida esta empresa para que se encargara de jalonar el desarrollo urbano de la totalidad del proyecto, que, como es de esperarse, tomará unos buenos años.
Dicho de la manera más simple, la Sociedad Parques del Río fue creada para las obras del futuro —para ese momento, 2015, el tramo 1B era del futuro—. Fue esa gerencia, la que ejecutó el tramo 1A, la que dejó contratado el tramo B de la fase uno cuya construcción empezó en 2018. De acuerdo con Vargas, la Sociedad se pensó para darle continuidad al proyecto en fases futuras y acometer la gerencia y operación del proyecto. El Concejal Jaime Cuartas, por su parte, uno de los promotores de la entidad, afirmó que el objetivo de su creación fue “hacerla un operador urbano potente, que lograra resolver los problemas del aplazamiento de más de 21 años que llevaba la renovación urbana en Medellín”.
Como convidados de piedra
Pero, hubo cambio de administración. Y la nueva administración no quiso continuar con esa iniciativa.
El 10 de octubre del año 2017, la administración municipal radicó en el Concejo un Proyecto de Acuerdo, el 106 de ese año, que buscó liquidar la Sociedad Parques del Río. Según el documento, la entidad era económicamente inviable. De entre los argumentos estuvo que el Fondo Ciudad Para la Vida, promovido por la anterior gestión, no tenía el capital para cubrir múltiples “sobrecostos” de la obra provocados por retrasos y cambios en los diseños. Además, estaba la negación de la gerencia de Gutiérrez de usar métodos de captación de recursos como los peajes urbanos y la valorización, arguyendo que en la estructuración de la financiación no se contemplaron estas contribuciones y hacerlo de forma posterior implica ‘violentar el principio de planeación de la administración pública’. Según las cuentas que presentó a la Corporación, su alcaldía debía sacar de sus arcas la suma de aproximadamente 97 mil millones para una obra que no era una prioridad de su plan de gobierno.
“Es una Sociedad que no ha funcionado realmente”, afirmó la Secretaria de Infraestructura Física, Paula Andrea Palacios, cuando se le preguntó por la empresa, e insistió en que la administración de Aníbal Gaviria “jamás le dijo a la gente ni que iba a cobrar valorización, ni que iba a poner peajes urbanos para ejecutar el proyecto”. Finalmente, sentenció que a pesar de todo, la entidad sigue vigente, y depende del próximo alcalde continuar o no con la sociedad y con el proyecto.
Lo que sigue con la Sociedad
Sin voluntad política, la entidad quedó inactiva a pesar de que sigue existiendo en el papel. Sus funciones se han delegado a otras empresas, como Empresas Terminales, que gestiona la fase 1 del proyecto ya inaugurado. Para el exgerente del Proyecto Parques del Río, Antonio Vargas, la entidad tiene dos caminos: uno, que se liquide y que cada Administración decida si quiere o no medírsele a la continuación del proyecto Parques del Río; dos, que el siguiente gobierno decida darle continuidad y la ponga a trabajar.
No puede pensarse como una apuesta personal
Según el Concejal Jaime Cuartas, uno de los defensores de la Sociedad Parques del Río, el futuro o no de esta gran Mesa de Arturo, dependerá de la buena voluntad y buenos oficios de la siguiente Administración Municipal. El concejal, hoy candidato a la Alcaldía de Medellín, el poder de la Sociedad se ha visto limitado porque se le considera una apuesta de una Administración en particular, y no ha sido pensada como un gran proyecto de la ciudad:
“Podría convertirse en el operador urbano que necesita la ciudad, debido a que cuenta con el músculo financiero y la experiencia de tal vez, las 4 empresas más importantes de Medellín. Lograr una sociedad en la que están dos de los tres actores económicos más importantes del país (ISA y EPM) es algo sumamente significativo. Esta podría detonar el desarrollo de Medellín a través de la renovación urbana”.