Luis Felipe Machado*
Educar para la democracia es un objetivo bastante utópico si partimos de la actualidad colombiana, donde no sólo hay un alto desinterés por la democracia, sino que, también hay un alto desinterés por la inteligencia, y por la educación; no es gratuito ver como Colombia se expone como un país con un gran porcentaje de analfabetismo y de poca cultura; pero ¿para qué es importante señalar esto?, ¿qué tiene que ver con la autonomía del sujeto, que participa en la democracia, el grado de ignorancia que tiene el pueblo colombiano?, ¿afecta esto la supuesta democracia de la que goza Colombia? 

En realidad, todo está relacionado y es inmensamente proporcional, si hiciéramos una fórmula para definir una buena democracia, ésta sería:
Educación + Fundamentación moral y ética del individuo = Autonomía.
Autonomía + Criticismo e irreverencia = sujeto democrático.

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Esta fórmula que es planteada implícitamente por el Doctor Carlos Gaviria en un texto que se llama ¿Cómo educar para la democracia? nos muestra varias cosas; primero, que Colombia no es un país democrático, sino que es una democracia en potencia, a pesar de ser una de las más antiguas de Latinoamérica. Y, segundo, que la vocación democrática de la persona debe ser resultado de su educación, y tercero, que tenemos un mal sistema educativo y por ello tenemos una pobre concepción, o un pobre concepto, de lo que es la democracia. 
Para solucionar estos problemas democráticos que sufre el pueblo colombiano, el principal deber de los educadores y las universidades es construir al sujeto pensante, consciente y convivente, y este sujeto será el pilar de la democracia, puesto que sin sujeto no hay pueblo y sin pueblo no habría un ejercicio democrático. 
Ahora bien, para poder construir ese pueblo democrático se debe ilustrar a los sujetos, es decir, se debe enseñar a los sujetos a pensar, a ser críticos, a saber, dónde están parados y por qué están parados ahí, en otras palabras, se debe enseñar a los sujetos a ser autónomos. 
Pero ¿para qué son necesarios estos sujetos pensantes o ilustrados? 
Primero es necesario resaltar dos cosas: 1) el sujeto pensante, es un sujeto autónomo y, como sujeto autónomo, es el miembro natural de una sociedad democrática; y 2) el pueblo es el sujeto de la democracia, pero no el pueblo entendido como una masa amorfa, maleable y manipulable, sino el pueblo entendido como una comunidad, que convive, que dialoga, que cuestiona. 

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En respuesta a la anterior pregunta, los sujetos pensantes constituyen un pueblo pensante y un pueblo pensante es necesario para aplicar de manera correcta la democracia. 
*Estudiante Instituto de Filosofía Universidad de Antioquia