¿Acaso la palabra Queen representó la imagen, la música y la pasión de estos jóvenes bizarros y soñadores del arte y la estética musical? El tiempo les dio la razón, la sutileza y majestuosidad de su música va con la realeza que se gestó con su nombre.
Tanto su música como su look tenían elementos diferenciadores de las bandas de heavy y hard rock de la época, pues no encajaban fácilmente con el entorno. Y su innovación trascendió, ya que la cantidad de capas sonoras superpuestas matizando con el juego de coros generaba el sonido que muchos calificaron de rock operático. Y detrás de todo ésto, estaba su productor de varios álbumes Roy Thomas Baker, que asimiló todo este esquema operático y que determinó con la banda que no usarían sintetizadores, como lo describían en todas las contraportadas de los primeros álbumes (sólo experimentaron esta faceta a partir del The Game en 1980). A cambio, era la guitarra de Brian May quien suministraba todos los efectos especiales que se requerían.
Tres años demoraron en lanzar su primer álbum, experimentando y haciendo conciertos locales donde ya se percibía el toque de imagen andrógino con mucho glamour por parte de Freddie Mercury. Durante el proceso llegó Queen II, el álbum quizás más anti-comercial de la banda debido a lo estupendamente elaborado e intrincado, y con una estructura musical híbrida de hard rock con progresivo, manejando el lado blanco casi en su totalidad por May y el lado oscuro por Freddie Mercury en medio de la fantasía de su contenido lírico. Todo seguidor y melómano de Queen debería tener este álbum en un pedestal. Con el Sheer Heart Attack la banda empieza a marcar el estilo más característico que asumiría la banda en adelante, presentando singles de promoción a los medios y llegando a más países con canciones elaboradas pero sin tanta amalgama sonora como en su anterior.
Brian May con ayuda de su padre fabrica su primera guitarra eléctrica en 1963, a la que llamó Red Special y que aún usa. Escogió el rock a cambio de un trabajo en ciencias astronómicas y creó la banda Smile. Roger Taylor conoció a May por anuncio de prensa y se le unió dejando a un lado la odontología. A Freddie Bulsara (Mercury) lo conocieron en 1969, por el gusto que tenían en común hacia Jimi Hendrix. Freddie llega a Inglaterra en 1963, se hace licenciado en artes a los 22 años y como lo pensó desde niño, quería convertirse en estrella de rock. Fue Mercury quien convenció a sus compañeros de iniciar una nueva banda ya que Smile sucumbió. A esta banda la llamó Queen, diciendo que era un nombre aristocrático, fuerte, universal e inmediato, a la vez que era consciente también de la connotación gay del nombre. El bajista John Deacon, de carácter reservado y con estudios en electrónica, conoció a la banda en enero de 1971 y funcionó la relación, pues ya habían tenido bajistas que no encajaban con la imagen o si lo hacían, no sabían tocar. Ya los ingredientes de la fórmula estaban listos para crear la reacción sonora llamada Queen.
Extraño puede parecer que viajemos al pasado para resaltar los primeros años de existencia de la gran agrupación de hard rock Queen, pero así lo demanda la actividad que en el ámbito mundial se está gestando con las reediciones y recuerdos que el mercado hace sobre la banda. En esta oportunidad se lanzará otra edición especial del concierto de 1975 en el Hammersmith Odeon en Londres, que de seguro sus seguidores acérrimos aplaudirán, con imagen mejorada y sonido evolvente multicanal, además con documental y entrevistas de la época que no habían salido a la luz comercial, y apenas lanzando el álbum A Night at the Opera, el que los llevaría al reconocimiento mundial. Esta filmación la podremos ver en varios teatros seleccionados en todo el país por Cineco Alternativo de Cine Colombia, y que en Medellín podremos disfrutar en dos funciones exclusivas los días 9 y 11 de octubre en las salas Vizcaya y Santa Fé a las 8:30 pm