De amante del fútbol a campeón nacional de ciclismo

1 febrero de 2019 - 08:53 PM

Después de cambiar el amor por un balón por el amor a una bicicleta, el cundinamarqués Daniel Martínez ha conseguido en poco tiempo ser uno de los embajadores del ciclismo colombiano en Europa y este año asumió el trono de campeón nacional de contrarreloj.

Cuando era un niño, el cundinamarqués Daniel Felipe Martínez Poveda era, como es común en los niños, un gran amante al fútbol, pero la vida lo desvió de camino y resultó practicando ciclismo, en el que a sus cortos 22 años ya ha competido en Europa, defiende los colores de uno de los equipos del World Tour y en el que ahora es el campeón nacional de la prueba Contrarreloj.

Este joven, quien este viernes se colgó la medalla de oro de la CRI en el Campeonato Nacional de Ruta que termina este domingo en Villavicencio, Meta, le contó a este medio que “desde que tenía 10 años quería ser futbolista, jugaba con mis amigos en el colegio, pero la vida te pone en el camino que mejor te convenga, en el que sin duda te mostrará el éxito y cómo crecer personalmente. Llegué al ciclismo gracias a mi hermano y a unos vecinos que montaban, ellos me sacaron a entrenar un día y me quedó gustando cuando subí el Alto de Rosas y Mondoñedo, me apasioné por esto y hasta el sol de hoy, día a día, es lo que nos apasiona, lo que hacemos con motivación y con muchas ganas”.

Un camino lleno de dificultades

Como es común ver, la carrera deportiva de Daniel estuvo marcada por los sacrificios que tuvo que hacer para poder llegar a donde está hoy.

Su padre, Guillermo Martínez, habló con EL MUNDO y confesó que “fue un sacrificio muy grande para que él iniciara en el ciclismo, porque cuando lo hizo los recursos eran muy pocos y nos tocó muy duro, nos tocó hacer muchos sacrificios para que él cumpliera su sueño, pero gracias a Dios salió adelante y ahora es campeón nacional y corre con un buen equipo en Europa. Siempre lo apoyamos, como fuera pero siempre lo ayudamos como pudimos para que saliera adelante”.

De salida Daniel Martínez mostró lo fuerte que estaba para esta prueba. Fotos: Cortesía Éder Garcés-FCC

Su madre, Blanca Isabel Poveda, quien explotó de alegría cuando escuchó que en la radio confirmaron a su hijo como dueño del tricolor nacional, le detalló a este medio que su hijo tuvo que vender confites para comprar sus cosas: “Vendía confites y no me importaba si estaba vendiendo, lo que me importaba era cuando él aparecía con plata en la casa y me decía ‘mamá tengo tanto para comprar algo, ¿me puedes ayudar con el resto?’. Uno como madre se preocupa mucho y yo me preguntaba de dónde y cómo sacó la plata. Una vez fui al colegio a una reunión y la profesora me dijo que tenía que hablar conmigo, yo me asusté, pero me dijo que los compañeros le debían plata a Daniel y no le habían pagado, que por favor le dijera a él que les cobrara. Ahí me tranquilicé”, detalló entre risas la mamá del cundinamarqués, que nació en Bogotá pero creció en Soacha.

También entre risas, Daniel confirmó esta historia: “En pocas palabras mis compañeros eran los que me patrocinaban a mí, porque mi mamá vendía dulces y yo le cogía unos prestados, sin que ella supiera. Los vendía en el colegio a un precio mucho más alto, al principio se quejaban, pero al ver que nadie más les ofrecía lo que yo les ofrecía, me compraban y me patrocinaron así los primeros años cuando estuve de prejuvenil. Así ahorraba y compraba los uniformes, repuestos de la bicicleta y cosas así. Les agradezco mucho hoy por eso, porque gracias a ellos pude empezar a cumplir los sueños”.

Recorrido internacional

Este corredor ya sabe lo que es hacer parte de los mejores equipos del mundo y correr en Europa, pues ha hecho parte del Centro Mundial de Ciclismo de la UCI (2014), el Team Colombia (2015), el Wilier Selle Italia (2016-2017) y desde el año pasado hace parte del EF Education First.

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“Correr en Europa es un honor. Pienso que el camino se ha forjado propiamente, porque yo lo he querido. Desde que era juvenil todas las carreras las he hecho muy bien y cuando fui a Suiza fue que me descubrieron, cuando corrí con categorías mayores siendo juvenil y les ganaba. Ahí fue cuando me vio Claudio Corti y me llevó para el Team Colombia”, resaltó.

El oro, una revancha

En el Campeonato Nacional de Ruta del año pasado, Daniel Martínez terminó segundo en la prueba Contrarreloj, después de Egan Bernal y superando al antioqueño Walter Vargas. Esta vez, aunque tuvo dificultades, pudo superar ese segundo escalón y subió a lo más alto del podio como campeón nacional.

Podio CRI hombres élite. De izquierda a derecha: Miguel Ángel López (2°), Daniel Martínez (1°) y Egan Bernal (3°).

“Era un sueño verlo ganar, porque el año pasado perdió por un poquito y en este venía a ser primero, esa era la meta de él. Venía sin el equipo, pero quiso representarlos muy bien y lo logró. Es una felicidad muy grande verlo en el primer lugar. De Daniel no recibí sino buenos comentarios, buenas notas, fue un estudiante excelente, impecable, siempre ha sido muy dedicado y cuando se propone algo quiere ser el número uno, hoy también lo es”, expresó su madre al final de la jornada.

Para él, “tener un tricolor en el pecho es muy importante, es un orgullo. Sabemos que en Europa siempre que gana un colombiano o que corre es sinónimo de fortaleza y tener el honor de hacerlo es muy importante para mí. Este era un objetivo bastante importante, correr acá en Colombia y obtener el título ante Miguel Ángel López (segundo- plata) y Egan Bernal (tercero-bronce), que son corredores de talla mundial, que ganan carreras de las grandes, es un orgullo. Será un honor lucir la bandera de mi país en Europa”.

Ganar la presea dorada en este Nacional no fue fácil pues además de los duros rivales que tenía en frente tuvo que sortear otros inconvenientes: “He trabajado bastante duro, con el equipo nos hemos enfocado este año en mejorar la Contrarreloj. Venía muy bien, pero el miércoles tuve un accidente entrenando, me golpeé bastante duro la rodilla y no sabía si sí iba a poder correr, incluso el jueves por la tarde no aparecía inscrito, por la noche me tocó llamar a ver qué pasaba con mi número. Al final todo se solucionó y pude correr sin problema, me sentí muy bien y gracias a Dios pude conseguir esta medalla”.