En una capilla ardiente instalada en el interior del diario El Comercio, su antiguo lugar de trabajo, estuvieron los cuerpos de los periodistas acompañados de colegas y familiares.
Una cámara ardiente instalada en el interior del diario El Comercio, situado en un barrio del sur de Quito, recibió ayer a los cuerpos de los tres integrantes del equipo periodístico de ese medio que fueron asesinados en Colombia.
Compañeros y familiares de las víctimas, en un acto que tuvo carácter privado, se congregaron en las instalaciones del diario para honrar los féretros con los cuerpos de Javier Ortega (periodista), Paúl Rivas (fotógrafo) y Efraín Segarra (conductor).
Hasta ese lugar llegaron los féretros en carrozas fúnebres, adornadas con flores blancas y listones morados, acompañadas de una caravana de vehículos con carteles y banderas de Ecuador.
"Sólo gente del diario y familiares" permanecieron en la capilla ardiente, organizada por trabajadores del rotativo.
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Tras la vigilia de los féretros, que permaneció toda la madrugada, se efectuará un traslado de los cuerpos en la mañana de este jueves a la iglesia de La Dolorosa, en un sector central de la ciudad, para la velación.
Según comentó una fuente, hay un sentimiento de dolor y pena, aunque también algo de sosiego porque sus cuerpos "ya llegaron" a Quito y al diario.
Ortega, Rivas y Segarra fueron secuestrados el pasado 26 de marzo en la zona de Mataje, en la provincia costera de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, donde realizaban trabajos periodísticos sobre la violencia en la región.