Debido al cierre fronterizo por las elecciones en Venezuela, miles de ciudadanos del vecino país se apretujan con maletas y bolsas para cruzar la frontera y conseguir víveres que les permitan sobrellevar la crisis.
A tres días de las elecciones presidenciales en Venezuela, una multitud de ciudadanos de ese país cruza por Cúcuta hacia Colombia, muchos de ellos con sus enseres a cuestas, en busca de víveres antes del cierre fronterizo programado para este viernes.
Los cruces fronterizos en Norte de Santander, principal conexión con Venezuela, son testigos de la odisea de las cerca de 50.000 personas que entran y salen de su país a diario por estas fechas, unos 15.000 más de lo habitual.
Lo hacen para abastecerse de alimentos, medicinas y artículos de higiene para los días venideros porque, según dicen, no saben lo que pueda pasar después de las elecciones presidenciales del domingo 20, por lo cual la frontera se cerrará antes.
En el puente internacional Simón Bolívar, que comunica a Cúcuta con San Antonio del Táchira, los estrictos controles fronterizos de Migración Colombia no son un obstáculo para muchos venezolanos como Jenifer Tamayo, de 23 años, que pasa la frontera en busca de alimento para sus tres hijos.
"Me tocó dormir ahí (afuera) haciendo la fila en Migración con mis hijos para poder sellar (el pasaporte)", dijo Tamayo mientras, sentada a la sombra, daba el pecho a su hija de apenas cuatro meses de edad.
La multitud apretujada sobre el puente avanza lentamente por entre unas vallas amarillas bajo la mirada escrutadora de miembros de la Guardia Nacional Venezolana situados a pocos metros de la línea limítrofe.
Tamayo espera pasar un tiempo en Colombia, con la esperanza de que la situación en su país mejore y así regresar con su esposo, dado que para ella no es una opción estar en Venezuela con la crisis actual que le impide alimentar correctamente a sus hijos.
"Es horrible, la plata hay que tenerla medida porque si gastas mucho un día, al otro día no tienes para comer", añadió.
Al igual que ella, muchos de sus compatriotas llegan a Cúcuta con la familia entera, cargando maletas al hombro e incluso los colchones que usarán para pasar las noches en las calles de la ciudad porque no tienen dónde alojarse.
"Vengo a estabilizarme acá en Cúcuta; traigo más que todo ropa y un colchón porque no sé dónde dormiremos hoy, dónde nos agarre la noche", dijo Álvaro Sosa, que junto a algunos de sus familiares llega a probar suerte en Colombia.
La difícil situación económica hace que muchos de los venezolanos que huyen de su país recurran al "rebusque" para poder mantenerse mientras logran enderezar su situación.
Entre la multitud amontonada en los alrededores del puente internacional, Kataly Abreo, de 30 años, proveniente de la ciudad de Acarigua, en el estado Portuguesa, vende parte de su cabello a colombianas que lo usarán para fabricar pelucas y extensiones capilares.
"Me quitaron como 50 centímetros de cabello y me dieron 30.000 pesos (unos 10 dólares), los usaré para estar aquí mientras consigo trabajo, o para devolverme si no consigo, hay que esperar a ver", expresó Abreo.
A pesar de la dramática situación que viven los venezolanos que llegan a Colombia a diario, aún existe la esperanza de que termine pronto la crisis económica y política que les ha obligado a abandonar su patria.
Maibí Santana, una venezolana que vive en Cúcuta hace cinco meses, cruza el puente en dirección contraria a la multitud para dirigirse por tierra a Caracas con el fin de visitar a su hija de 11 años y votar en las elecciones de este domingo.
Lleva consigo algunas bolsas con alimentos, pañales y artículos de higiene personal ya que, según ella, en la capital del país no se consiguen muchos de estos productos de primera necesidad.
"La situación es muy difícil, aquí estoy durmiendo en el piso, teniendo mi casa allá en Venezuela, pero acá sí se consigue comida para mandarle a mi familia y tengo trabajo", aseguró.
Santana, que se dedica a la venta ambulante, recalca que es necesario ir a votar, aunque la situación sea complicada, y confía en que todo mejore después de estas elecciones.
"Tengo que ir a votar, no me queda otra, todavía tengo esperanza en que el país cambie y podamos regresar", sentenció.
El gran flujo de personas que cruza la frontera ha repercutido en la vida de los habitantes de Cúcuta, que atribuyen a los inmigrantes venezolanos el aumento de la inseguridad, la escasez de empleo, el incremento del trabajo informal y la saturación hospitalaria, entre otros problemas.