No se explica cómo el reino de Noruega pudo firmar ese texto cuando es evidente que Cuba está lejos de ayudar a Colombia a encontrar la paz.
En un comunicado publicado este 4 de septiembre en la edición en francés del diario Granma, órgano del partido comunista cubano, los gobiernos de Cuba y de Noruega, que habían figurado como “garantes de la mesa de negociaciones” en La Habana entre el gobierno de JM Santos y las Farc, declararon “su profunda preocupación por la reanudación de la lucha armada por parte de algunos miembros de las FARC-EP.”
Empero, el comunicado no desarrolla ese punto. Su objetivo es hacer sobre todo la defensa de la JEP (un tribunal “especial” ideado por las Farc para otorgar la amnistía a todos sus jefes) y para reiterar que para Cuba y Noruega ese patético organismo pro impunidad, único en el mundo, “reviste especial importancia” y es el “objetivo prioritario” de ellos.
El texto dice que Cuba y Noruega seguirán apoyando “los esfuerzos para lograr una paz estable y duradera en Colombia”.
No se explica cómo el reino de Noruega pudo firmar ese texto cuando es evidente que Cuba está lejos de ayudar a Colombia a encontrar la paz. Es de público conocimiento que dos prófugos de la justicia colombiana, Luciano Marín, alias Iván Márquez y Seuxis Paucias Hernández, alias Jesús Santrich, quienes anunciaron en Venezuela, el 29 de agosto pasado, la continuación de la lucha armada en Colombia, viajaron a La Habana el 10 de agosto de 2019, en un avión de uso exclusivo del dictador Nicolás Maduro, camuflado como una aeronave comercial de Conviasa.
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Los dos jefes de las Farc viajaron con Adán Chávez, embajador de Venezuela en La Habana, para una “reunión urgente” con altos funcionarios de la dictadura cubana y, posiblemente, con los dos jefes de la otra organización terrorista colombiana, el Eln. Según la Fiscalía de Colombia, seis miembros del Eln están en Cuba. Bogotá ha pedido en vano a La Habana deportar a Colombia a esos individuos, entre quienes se encuentran los dos cabecillas del Eln, alias ‘Gabino’, y alias ‘Pablo Beltrán’, para que respondan por el terrible atentado en Bogotá, del 17 de enero de 2019, reivindicado por el Eln, contra la escuela de cadetes General Santander, que mató 21 jóvenes y dejó 68 heridos.
El reino de Noruega sabe que la JEP no hizo nada para recapturar a Iván Márquez cuando el escapó, en abril de 2018, de un campo de “capacitación”. Sabe que la JEP se opuso, además, a que Santrich fuera extraditado a Estados Unidos, decisiones que le permitieron a esos dos jefes subversivos esconderse en Venezuela y Cuba. ¿Cómo puede el reino de Noruega seguir sosteniendo ese organismo, la JEP, que las mayorías colombianas piden abolir o modificar substancialmente? ¿Cómo puede el reino de Noruega decir que Cuba “apoya la paz” en Colombia?