La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) mostró su profunda consternación y tristeza por la muerte violenta de seis de sus voluntarios en República Centroafricana (CAR).

Los voluntarios estaban participando en una reunión de crisis en un centro de salud de Gambo, en la prefectura de Mbomou, en el sudeste del país el pasado 3 de agosto, cuando en un suceso violento del cual aún se desconocen detalles, varias personas murieron, entre ellas los seis voluntarios de la FICR.

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"Estamos consternados por las noticias de la muerte de nuestros voluntarios. Hacemos un llamamiento a todas las partes para evitar la muerte de civiles y para respetar a todos los trabajadores humanitarios", dijo, en un comunicado, Antoine Mbao-Bogo, presidente de la Cruz Roja centroafricana.

El movimiento de la Cruz Roja "condenó en los términos más firmes" el ataque, el tercero de este tipo desde que comenzó el año.

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Este miércoles, el papa Francisco condenó los ataques violentos perpetrados en República Centroafricana, también en Nigeria, y pidió el cese de "todas las formas de odio y de violencia", y de los crímenes "vergonzosos, cometidos en lugares de culto".

Por su parte, el obispo de la ciudad de Bangassou (sudeste de la República Centroafricana), Juan José Aguirre Muñoz, denunció anoche en un mensaje enviado a su hermano que un grupo de hombres armados atacaron una misión católica situada a 75 kilómetros de Bangassou y asesinaron a unas cincuenta personas.