Por Fabiana Beleño Becerra

Dentro de pocos meses los ciudadanos colombianos llegarán a las urnas para elegir a sus representantes locales entre ellos alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y miembros de las juntas administradoras locales, para este proceso los medios de comunicación masiva, principalmente las redes sociales se convierten en las herramientas utilizadas por los partidos políticos y candidatos a diferentes cargos públicos para difundir sus ideales políticos, sus propuestas y gestiones. Se convierten en espacios interesantes para el debate y la socialización de problemáticas y una forma eficaz de comunicación entre candidatos y ciudadanos. Optar por cierto candidato o partido implica mucho más que tachar un papel, implica responsabilidad y sobre todo un análisis racional. Es tal vez en este último aspecto en el que se encuentran falencias y que llevan a que por cuatro años consecutivos nos quejemos o reprochemos a nuestros representantes.

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Hace algunos días mientras indagaba en redes sociales, me encontré con cierta publicación que satanizaba a cierta candidata a la alcaldía de una ciudad por su preferencia sexual, aludía incluso al hecho de que se quería convertir a nuestro país en “Sodoma y Gomorra” y por su puesto invitaba a no comulgar con su campaña política. Lo que captó mi atención es el hecho de la candidata mencionada anteriormente, una gran politóloga, fue senadora de la república destacándose por llevar a cabo diversas gestiones importantes como la reforma anticorrupción y caracterizándose por sus investigaciones en parapolítica. Muchas personas se persuaden de rechazar partidos y candidatos sin tomar una postura crítica sino guiados por lo que el otro dijo, por lo que escucho, lo que ocasiona que una importante decisión se base en prejuicios o aspectos que terminan siendo irrelevantes a la hora de optar por alguien que tenga la capacidad de liderar y gestionar que, a fin de cuentas, es lo más importante en un representante político.

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Al ser parte de un país que ha pasado por tanto y que aún tiene mucho más por enfrentar, en todos los aspectos: sociales, políticos, económicos, deberíamos ser más críticos al momento de tomar decisiones y no basados en una orientación sexual, en raza, condición socioeconómica, etc. La capacidad de gestión, la defensa de los derechos y de la justicia, el repudio a todo acto que perjudique el bien común, propuestas políticas viables, entre otros deberían ser algunos de los criterios que fundamenten la elección por cierto candidato. También deberíamos utilizar las redes sociales y demás medios de comunicación de una forma objetiva, buscando abrir debates constructivos y socializar los diversos puntos de vista.  Es lo que este país necesita, necesitamos posiciones críticas, para elecciones viables.

* Estudiante. Facultad de Derecho y ciencias políticas, UDEA