Continuidad

Autor: Santiago Ortega
11 marzo de 2017 - 12:00 AM

El éxito de Medellín radica en haber sido capaz de apostarle a la continuidad de los proyectos de ciudad

A pesar de lo convulsa que puede ser esta ciudad y del egoísmo que se respira a veces, Medellín es un gran proyecto colectivo. Por alguna razón extraña, en esta ciudad todos tiramos para el mismo lado, sin importar si somos ciudadanos, empresarios o políticos. Todos queremos una mejor Medellín, y en esta ciudad se construye sobre lo construido.

Pero más allá de este sentimiento colectivo, el éxito de Medellín radica en haber sido capaz de apostarle a la continuidad de los proyectos de ciudad; aunque los alcaldes de turno no estuvieran muy de acuerdo con las ideas de sus antecesores.

El Metrocable es un gran ejemplo de esta tendencia. Cuando Luis Perez arrancó con el proyecto, Fajardo fue un duro crítico del mismo. Hoy sabemos que el Metrocable es una solución de movilidad inmejorable y una herramienta poderosísima para transformar el territorio, pero no es difícil entender por qué hace 20 años sonaba a locura. ¿Unas gondolitas cómo van a hacer para mover a toda esa gente? ¿Cómo hacerlo en una zona con unas condiciones sociales tan complejas?

Sin embargo, este proyecto tenía una solidez técnica aportada desde el Metro, las cuentas cuadraban y valía la pena arriesgarse. Cuando Fajardo fue alcalde, no sólo siguió con el Metrocable sino que también propuso cables nuevos. Además le dio continuidad a los Parques Biblioteca de Luis Perez, que luego se convirtieron en el símbolo de la Medellín del urbanismo social.  Cogió una idea del alcalde anterior como propia, y la llevo a otro nivel.

Este tipo de acciones hacen que Medellín avance, y que nos evitemos dramas como el del Metro de Bogotá, donde todo el mundo quiere hacer algo distinto. La discusión del metro ha durado más de 20 años, no hay un solo riel sobre el suelo y apenas fueron capaces de definir que el metro será elevado. Por ahora.

Federico Gutiérrez sabe que Medellín es un proyecto colectivo, y se refirió al tema en durante un foro organizado por la Revista Semana hace un mes: “La clave para transformar la ciudad ha sido la continuidad de los buenos proyectos ejecutados en administraciones anteriores y la articulación entre todas las instituciones.”

Lastimosamente, sus palabras no se reflejan en sus decisiones. El Alcalde rompió la continuidad en la ciudad parando el proyecto urbano más estratégico de Medellín: Parques del Río.  Si en este momento se construye la segunda parte al frente de EPM, es porque quedó contratada desde antes.

Sí, el proyecto suena a una locura. Pero, así como el Metrocable en su momento, Parques del Río tiene solidez técnica y diseños completos, los modelos financieros cuadran y vale la pena arriesgarse. ¿Acaso no es un éxito el parque actual al frente de Conquistadores? ¿No sería maravilloso algo similar para Aranjuez y otros lugares de la ciudad?

Por lo demás, pocos proyectos de ciudad están tan bien estructurados como Parques del Río. Basta mirar al Tranvía de la 80 que, a pesar de ser el proyecto bandera de Federico, todavía no tiene diseños definitivos, no se conoce el costo total ni tampoco hay claridad sobre cómo se va a financiar.

En estos días de caos vehicular y aire irrespirable, es muy común escuchar a la gente quejarse de la falta de planeación en Medellín. Lo curioso es que Medellín ya está planeada y Parques del Río es clave para tener una ciudad sostenible, caminable y con buen transporte público. La Alcaldía debería materializar el plan, pero no lo está haciendo.

Cómo están las cosas, Medellín está desechando su mejor oportunidad de trasformación por falta de valentía. O nos va a tocar quedarnos con lo que pudo haber sido o habrá que esperar que un próximo alcalde retome Parques del Río y se atreva a cambiar a Medellín. Pero aún si eso pasa, estamos destinados a perder algo que no podemos recuperar: el tiempo.

* Profesor Universidad EIA

 

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Comentarios:

El Ciudadano
El Ciudadano
2017-03-11 11:37:08
Es suntuoso. Los cables y bibliotecas no lo eran. Por ese dinero se pueden desarrollar parques de barrio más cercanos a la población y con aportes ambientales mayores. No aportó a la movilidad, puso los autos bajo tierra para q no se vieran.

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