Cambiar el imaginario que muchos tienen del Chocó, específicamente de Quibdó, es por lo que, apoyados desde el Programa de Alianzas Para la Reconciliación de Usaid y Acdi/Voca, trabajan cientos de niños y jóvenes, con ayuda de algunos adultos de esta región, para transformar su ciudad y hacer de la capital de este departamento un verdadero “Territorio de Confianza”.
Siete de cada diez personas en Quibdó coinciden en que la reconciliación parte del respeto por las ideas de los demás.
Promover la confianza y optimismo en el país a través de la reflexión e invitar e inspirar a los colombianos a ser parte activa del cambio es uno de los objetivos de los llamados Territorios de Confianza, localidades de diferentes partes del país que hacen parte del programa “Somos PARte de una Nueva Generación que Confía”, con el que se busca que estos retomen la confianza que por situaciones como la violencia, la intolerancia, el irrespeto, entre otras, pudo haberse perdido en sus territorios y que con ayuda de diferentes organizaciones están trabajando para recuperarla.
El Programa de Alianzas Para la Reconciliación de Usaid y Acdi/Voca se han unido en esta iniciativa de construcción y apoyo al desarrollo de las regiones y para esto crearon la “Ruta de la Confianza”, una idea que invita a conocer las grandezas que esconden siete ciudades y municipios a lo largo y ancho de la geografía nacional. El municipio de Apartadó (Urabá antioqueño) y ciudades como Cartagena (Bolívar), Florencia (Caquetá), Medellín (Antioquia) y Quibdó (Chocó), son los primeros cinco destinos elegidos por estas organizaciones para ser los “Territorios de Confianza” e invitar a hacer un recorrido por su territorio para descubrir los proyectos productivos y culturales, iniciativas de convivencia, fomento al turismo, apoyo a emprendimientos e inversiones que se vienen realizando en cada una de estos.
Río Atrato en Tutunendo, Chocó. Fotos: Juan Pablo Gaitán J.
La capital del departamento del Chocó fue la cuarta parada de este recorrido por los “Territorios de Confianza”, allí, según los resultados del Instrumento de Medición para la Reconciliación (IMR), sólo el 7% de las personas confían en su vecino, el 4% en el Ejército y el 3% en la Iglesia, lo que evidencia una enorme oportunidad para trabajar en la recuperación de la confianza.
EL MUNDO estuvo presente en la visita a esta cuarta parada del recorrido por los “Territorios de Confianza” y pudo constatar de primera mano que efectivamente se está trabajando fuertemente por recuperar la confianza en todo el territorio; sobre todo, en barrios como El Reposo donde existe la presencia de grupos armados que hacen más vulnerables a los niños y jóvenes, con quienes se trabaja desde varias organizaciones para mantenerlos por la ruta de la educación, del arte, de la cultura y de la formación de ciudadanos de bien, soñadores y emprendedores. Son ellos, los jóvenes, los que están liderando la transformación de Quibdó.
Niza Uribe, directora de Acdi/Voca Regional Chocó, habló con este medio y contó algunas de las iniciativas más destacadas que se están haciendo en este territorio: “En el departamento del Chocó estamos trabajando en Quibdó y Bojayá. En Quibdó se están desarrollando varias propuestas, con aliados muy importantes como lo es Asinch, la Escuela de Robótica y la Escuela de Innovación del Pacífico, que han ayudado a lograr lo que se ha hecho con los jóvenes, porque la población que estamos impactando es la población joven y estos tienen una brecha muy grande en el acceso a la educación, salud, recreación, por eso nos hemos centrado en la zona que tiene más dificultad, como lo es la zona Norte de la ciudad”.
La líder de estas organizaciones en el Chocó detalló que “con los jóvenes estamos trabajando principalmente lo que es la oportunidad, el tener oportunidad de ingreso, de ocupación de tiempo libre, oportunidades que les ayuden a librarlos de caer en hechos delictivos y en bandas criminales, y como ellos mismos lo han dicho, el proyecto está consiguiendo los resultados esperados, porque en los indicadores el 90% de los encuestados manifestaron que tienen confianza en lo que ellos mismos pueden hacer y nosotros lo hemos visto, con los niños de robótica, con los jóvenes de baile, con los de danza, los de canto, los de yoga, con todos los 400 jóvenes que han venido trabajando en el proceso y todos ellos, en este momento, creen y confían en lo que pueden hacer y nosotros creemos que esa es la herramienta transformadora que está logrando que Quibdó tenga muchos más agentes de cambio”.
Además, agregó que “otro indicador de la IMR dice que el 78% de los encuestados tiene una actitud positiva en una situación adversa y yo diría que nuestros jóvenes pueden llamarse resilientes también, porque están enfrentándose día a día a situaciones adversas; sin embargo, siempre tienen una propuesta para salir adelante, siempre están avanzando en sus propósitos”.
De la mano de diferentes aliados se ha venido trabajando en Quibdó en la recuperación de la confianza en su territorio. Por ejemplo, con empresas como Asinch, Asociación para las Investigaciones Culturales del Chocó, se utiliza el arte, la tecnología y las expresiones ancestrales para transformar la realidad social y cultural de las niñas adolescentes y jóvenes del barrio El Reposo.
Con una muestra de talento, varios de los jóvenes habitantes del barrio El Reposo deleitaron a los vecinos e invitados a este territorio con una exhibición de diferentes bailes, producto de su trabajo con la Corporación Manos Visibles, que promueve el empoderamiento y fortalecimiento como gestores de paz y que trabaja con diez organizaciones comunitarias con el fin de promover sus iniciativas de emprendimiento y así generar conciencia, inspirar y promover la transformación del entorno.
Bailes de música tradicional, folclórica y urbana fueron los ritmos con los que danzaron los jóvenes, quienes irradiaban caras de alegría y sólo regalaban sonrisas a las personas que visitaban su territorio, confirmando que se puede confiar y que con trabajo y talento pueden recuperar la confianza en una parte de Quibdó que ha sido estigmatizada y señalada como una zona de peligro, pero por la que estos jóvenes trabajan y a la que muestran como un “Territorio de Confianza”.
“Por medio del baile puedo salir adelante y puedo dar a conocer otra cara de mi barrio, ayudando a que las demás personas puedan confiar en el barrio y vean las cosas bonitas que hay en este, que hay mucho talento y que no se puede dejar perder”, afirmó Rihanna Villa, una de las integrantes del grupo de baile y representante de la Comunidad Lgtbi.
Los jóvenes del Chocó utilizan el baile y la danza como herramienta para fortalecer su identidad y como instrumento de trasformación social. Cada uno de los jóvenes del barrio El Reposo, son gestores de cambio, transformando imaginarios de violencia y construyendo escenarios de paz, apoyados también por el gran trabajo que hacen desde la Institución Educativa Isaac Rodríguez Martínez, donde el rector Eduardo Enrique Halaby y cada uno de los profesores trabajan por los 847 alumnos que tiene actualmente la institución, que aunque la remodelación de su planta física lleva dos años de retraso, se las ingenian para educar a los jóvenes y mantenerlos lejos de las malas actividades en las calles chocoanas.
Andrés Mosquera, más conocido como Waosolo, es uno de los embajadores de la reconciliación y es el creador del sitio web Enamórate del Chocó, un proyecto que surgió cuando estudiaba en la Escuela de Bellas Artes en Medellín ante la necesidad de informar, de manera diferente, sobre su departamento, ya que sólo se hacía de la pobreza, la violencia, los aguaceros, entre otros.
Con su página, Waosolo empezó a cambiar el imaginario de su región. Chocó empezó a ser más conocida gracias al sitio web de este joven, que terminó volviéndose un referente y motivándolo a seguir trabajando más fuerte por su territorio, mostrando todo lo bonito que tiene su región, como la gente trabajadora, que día a día sale con sus recipientes llenos de plátanos y pescado para vender, además de los que se ganan la vida con las pequeñas embarcaciones que cruzan el río Atrato.
“Vivo enamorado del departamento del Chocó, esto a raíz de escuchar las historias de los abuelos y de ver el entorno, eso ayuda a fortalecer la identidad. Me fui a estudiar en otro lado, porque acá no había lo que yo quería, pero todo pasa por algo y hoy todo eso me ha permitido mostrar una imagen diferente de mi departamento a través de mi página, hace 11 años vengo trabajando en eso, en mirar qué dice la gente del Chocó y comparto las cosas positivas de mi tierra, eso ayuda a cambiar, a generar y a fortalecer la confianza”, expresó Andrés.
Como embajador de la reconciliación ha trabajado y ha hecho muchas cosas, incluso antes de serlo, Waosolo se destacó por ser un líder en su región, y su gusto por el diseño, la forma y el color lo llevó a liderar la iniciativa de renovación de las “Champa Mía”, que son embarcaciones que, gracias al trabajo de la comunidad, embellecen el río Atrato cada día: “Quibdó es una ciudad que tiene una combinación de muchas cosas, entre ellas hay temas de concientización, apropiación, de identidad y orgullo por la ciudad, por eso decidí hacer realidad una idea que hace rato me venía titilando en la cabeza, que era pintar 30 embarcaciones del río Atrato. Hablé con ellos y les dije que pintáramos las embarcaciones, lo hicimos y hoy se ven hermosas sobre el río, adornan las aguas del Atrato, lo que ayuda al turismo, la gente que llega de afuera y las ve se anima a dar un paseo en ellas, incentivando el trabajo de los lancheros y llevándose una linda imagen de nuestra región”.
Una delegación de quince niños del departamento del Chocó tuvieron la oportunidad de representar a Colombia, el pasado mes de julio, en el Campeonato Mundial de Robótica, RoboRave International China 2019, después de haber ocupado el tercer puesto de la misma competencia realizada en el país.
Los jóvenes tienen clara la identidad y la apropiación que tienen de su departamento y por eso participaron con tres robots autónomos, a los que llamaron, en honor a los ríos de su región, Atrato, San Juan y Baudó. Con estos robots, los niños mostraron el prototipo de máquinas que llevan objetos de un lugar a otro de manera autónoma, como las de la industria automotriz, e que integraban códigos programados por ellos para tomar decisiones utilizando inteligencia artificial.
“Fue una experiencia muy bonita y muy satisfactoria, hicimos una buena representación de Colombia. Nos fuimos con la idea de aprender de todo lo que viviéramos allá y aprendimos mucho”, dijo el jovencito Jhoiner Molina, uno de los viajeros a China.
Kelly Córdoba confesó que “aprendí cosas que nunca me pensé que podía aprender. Me sentí muy cómoda con los compañeros, hice muchos amigos y una de las enseñanzas que me dejó le viaje es que uno debe confiar en sí mismo y no se debe dejar influenciar por lo que digan las demás, que no por ser mujer se pueda o no hacer cierto tipo de actividades”.
Como ellos, son cientos los jóvenes que, a través del emprendimiento, la creatividad e innovación, están generando un cambio positivo en Quibdó, ayudando a generar confianza y transformando su territorio.
Además de los grupos de baile, de innovación y del trabajo de líderes como Waosolo, en Quibdó la “Ruta de la Confianza” ayuda también con proyectos de emprendimiento, que gracias a la mano de obra propia de quibdoseños ayudan a la transformación, al cambio y a generar la confianza por la que tanto están trabajando en esta región.
En el recorrido que EL MUNDO hizo por Quibdó, invitado por Acdi/Voca, pudo observar varios proyectos de emprendimiento, como empresas de artesanías, diseño de modas, repostería, heladería, producciones cinematográficas y el trabajo de los lancheros en el río Atrato, todo esto hace un aporte muy valioso para que su región se confirme como un “Territorio de Confianza”.
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