Comfama, en alianza con GranColombia Gold, puso al servicio de la comunidad esta obra cuya rehabilitación tuvo una inversión de mil millones de pesos. Este miércoles fue la inauguración formal.
René Marceleth quería cultivar hortalizas tal como vio que hacían en la casa de Betty, la mujer con la que terminó por casarse en Colombia, lejos de su natal Luxemburgo. Pero las culebras, que abundaban en el terreno que había comprado, y la proximidad de un nacimiento de agua, lo obligaron a cambiar de opinión: pensó entonces en construir una piscina.
Más de cuatro décadas después, las que en su momento se llamaron Piscinas de Marceleth se convirtieron en el primer parque de Comfama en la región del Nordeste antioqueño, el cual fue habilitado en alianza con GranColombia Gold, con el propósito de ofrecer a la comunidad de Segovia y de La Cruzada (jurisdicción de Remedios) una alternativa de recreación familiar en un entorno que, como el minero, es propenso a otro tipo de distracciones.
Doña Betty de Marceleth fue testigo de excepción, este miércoles, de la inauguración de una nueva fase en la historia de ese parque. La que protagoniza ahora Comfama, caja de compensación familiar que recibió las cuatro hectáreas de terreno en comodato por quince años, y que adecuó allí piscinas, una cancha de fútbol, una placa polideportiva y la canalización de la quebrada La Cecilia.
Abierto al público el 7 de enero pasado, Comfama se trazó como meta que en todo 2018 el parque fuera visitado por 10.000 personas. La sorpresa y la satisfacción de que hasta el martes pasado han concurrido más de 6.000 visitantes, llevó al director de Comfama, David Escobar Arango, a anunciar durante el acto de apertura que “debemos empezar a pensar en la segunda etapa”.
Esa cifra de visitantes señala, además, que Segovia y Remedios necesitaban este espacio, que si bien los ha acompañado por más de cuatro décadas, no tuvo en ciertos momentos de la historia la administración adecuada. La historia se puede resumir en pocas palabras: después de que el ingeniero Marceleth, quien llegó para trabajar con la Frontino Gold Mines, construyó las piscinas, la empresa minera compró el terreno y lo entregó a Comfamiliar Camacol. Más tarde, en 2010, GranColombia Gold, al adquirir la operación minera, se quedó también con el parque que, como ya se indicó, fue entregado a Comfama.
Para los segovianos este lugar es parte de la historia del municipio y, como dijo Medardo Tejada, vecino de Segovia, es considerado como patrimonio cultural.
El alcalde Gustavo Tobón opinó que la apertura de este espacio hace parte de la intervención social que necesita el municipio y se mostró esperanzado de que, con ese fin, “lleguen las empresas y nos den la mano”, como lo ha hecho la GranColombia Gold.
“Este es un espacio de transformación”, añadió Tobón, para quien Segovia está recuperando su historia para que la gente se sienta orgullosa.
A su vez, el vicepresidente de asuntos corporativos de GranColombia Gold, José Ignacio Noguera, reconoció que hay déficit de recreación y deporte en la zona y que estas actividades son fundamentales para mantener a los jóvenes lejos de otro tipo de conductas. Además, vaticinó que “este es el inicio de una alianza productiva”.
David Escobar Arango, director de Comfama, explicó que la presencia de la Caja en este municipio es porque cree en los proyectos que impulsan las empresas socialmente conscientes, porque cree en las familias que son responsables de construir su futuro y, en ese sentido, aprovechan las oportunidades que se les brindan y, finalmente, porque cree que “Antioquia debe dejar de hablar de pobreza y de violencia” y hablar mejor de potencialidades para la clase media y para las subregiones.
Recordó que, en desarrollo de esa visión, hoy Comfama está presente en Urabá y, tras esta inauguración, se abrirán parques en El Bagre, Turbo, La Pintada, Puerto Berrío y San Pedro de Los Milagros.
“Todo lo hacemos trabajando en equipo porque creemos en el poder de las alianzas”, puntualizó.
Al acto asistió también el gobernador Luis Pérez Gutiérrez, quien celebró la apertura de este espacio público en una región llena de riqueza, pero también de conflictos.
“No es fácil solucionar conflictos. Yo, más que levantar paros, soluciono conflictos y como tal tengo actitud positiva de que todo lo podemos arreglar y el tema minero no puede ser la desgracia de un municipio sino su desarrollo”, expresó.
Además, se mostró esperanzado de que durante lo que resta de su mandato se puedan arreglar “esos problemas ancestrales que se han ido acumulando” para que los mineros ancestrales o informales tengan la posibilidad de ser prósperos como la empresa, mediante acciones de seguridad jurídica y sostenibilidad ambiental.