Con alma de comerciante

Autor: Carmen Vásquez Gómez
18 noviembre de 2019 - 03:29 PM

Este departamento de Antioquia arrugado de montañas tiene unos personajes que no se arrugan ante las situaciones de la vida. Paisas de calibre, de buena cuna familiar, que hoy se ven en el diario cotidiano de las noticias, pero los cuales guardan celosamente su verdadero yo. Un dialogo con Sergio Ignacio Soto nos da más de una sorpresa.

Medellín

Es muy afortunado, tiene papá y mamá vivos, de aquí que es un hombre de hogar, con sus dos hermanos, su esposa y sus dos hijas. Muy saludable, deportista de trotadita suave, no monta en bicicleta ni tampoco va a gimnasios, pero es de los que frecuenta la ciclo vía en donde come banano y frutas en los puestecitos de la vía. Un hombre de signo Libra, del 6 de octubre, carácter sereno y aplomado, dueño de una gran virtud “es un buen amigo de sus amigos”. Mejor dicho como los primeros carritos Renault. De niño tomó tetero y fue muy llorón. Recibió formación de estudiante de colegio religioso con los escolapios en el Calasanz y donde confesó sus primeros pecados de inocencia venial a los 10 años más o menos, esos de desobediencia a la mamá y eso de no hacer las tareas. Un secretico… ya no se confiesa tanto, pero sigue de firme vocación católica y de hacer el bien. Como santo de devoción tiene a su pariente San Ignacio.

Sergio Ignacio Soto Mejía, director de Fenalco Antioquia desde hace 15 años y medio, es un hombre que se sabe definir. Hijo de don Guillermo y de doña Fabiola; hermano de Jorge Eduardo y de Paola Andrea; casado con Adriana Salazar, quien también es de signo Libra y sus dos hijas, María Camila y Sofía, son dos mujeres juiciosas, con estudios en Derecho, un par de tesas. Y esto lo hace un hombre feliz, de aquí que siempre se le ve sonriente y amable, listo para la foto. Además que luce impecable en su vestir, muy frecuentemente de color azul, su color predilecto. Pero un detalle, no es de los hombres que usa “pañuelito” en el bolsillo del saco, pero si lleva siempre su argolla de matrimonio. Y disfruta con un buen regalo de prendas de vestir sobre todo camisas, y de un buen vino de su preferencia los blancos, chilenos, argentinos y españoles. Pero tiene un regalo bastante especial… le encanta que le regalen bizcocho de novia. Y con razón, su salud es muy buena, cero estrés, su medicamento es el Omega 369.

Con tantos años en un gremio que vende de todo, no podemos faltar en preguntarle si algún día de su vida ha vendido algo y la sorpresa es que no sólo ha sido empleado de mostrador, sino que le ha tocado perifonear en plena calle micrófono en mano y ser un “chepito” de cobranzas. Perfil comercial desde joven.

“Estando muy joven de estudiante, para rebuscarme unos pesitos para irme a pasear a la Costa en diciembre, complementaba los aguinalditos con el trabajo en el Bazar Guayaquil, en la carrera Carabobo, un almacén grande popular de ropa que vendía muchísimo, el de don Luis Alfonso Quijano. Aquí le vendía sobre todo a las señoras que venían de todos los pueblos y además en esa época que se utilizaba micrófono para invitar a la gente a que entrara al almacén y yo lo usaba, tenía buena voz y yo animaba. Después en la época de la universidad, estudiando Derecho, Andar me empleó para cobrar la cartera y yo me ponía los sacos y las corbatas de mi papá y aquí fue muy afortunada la experiencia, tanto que me prestaban los carros en Andar para no decirle a mi papá que me prestara el carro”.

¿Y usted compra en tienda de barrio?

“Sí, me encanta y hay algo que es un placer único en las tiendas y es comprar un rollo rosado, delicioso con un buen vaso de leche o un buen pan con salchichón y gaseosa. Me gusta salir de El Poblado a otras partes a tiendas tradicionales porque les tengo un aprecio especial, ellos le compiten a los grandes supermercados”.

¿Ve los reinados de belleza?

“Ya muy poco. Vi parte el pasado día lunes y noté que ha perdido mucha fuerza, mucho impacto. Por casualidad en ese fin de semana yo estaba en Cartagena en el Congreso de Asocajas y noté que había más reconocimiento y alegría en el Reinado Popular, vi que el pueblo cartagenero se sigue movilizando por el día de la Independencia. Veo los Miss Universo, disfruto del espectáculo musical”.

¿Qué tal usted para la cocina?

“Regularcito mi Dios le pague. Tengo que confesar que hace muchos años con las niñas pequeñas hacia asados, pero ahora hago buenos huevos revueltos y caliento la arepa. Lo otro son los desayunos saludables de cereal, fruta picada y yogur”.

¿Le ha dado tentación de teñirse el pelo?

“No, nunca jamás. He tenido la experiencia de ver algunos amigos o algunos señores hombres que se lo han teñido y veo que no es de buena presentación, seguiré con mis canitas que han caído bastante bien, han producido buena impresión y esto me estimula”

¿Con experiencia en el sector moda, cree que aquí se visten bien?

“Soy un paisa untado de trapitos. Creo que aquí hay de todo, hombres impecables y otros no tanto. Admiro a Silvia Tcherassi y Johanna Ortiz y en hombres tengo admiración por Oscar de la Renta.

¿Hay líderes en Colombia?

“Diría que pocos desafortunadamente. Creo que falta mucho liderazgo público, privado , empresarial y más en esta coyuntura, en este cuarto de hora que vive el país que es complejo y más con lo que pasa en el entorno latinoamericano que no somos ajenos a él, considero que es importante un liderazgo bueno, de personas que se puedan imitar, seguir, que sean ejemplares en su comportamiento moral y profesional, tanto de los sectores público como privado”.

¿Qué piensa del próximo paro del jueves 21?

“Tengo inquietud, preocupación, no puedo ser ajeno a lo que ha sucedido en Bogotá en recientes manifestaciones con alteraciones de orden público y violencia, me preocupa lo que hemos venido analizando y lastimosamente hay una serie de amenazas las cual no nos pueden intimidar, se ha amenazado hasta el Metro de Medellín y en esto todos los ciudadanos de bien debemos denunciar cualquier situación sospechosa, hay que tomar medidas preventivas, soy respetuoso de la protesta, es un derecho constitucional, pero todo tiene que ser dentro de los cánones, sin vandalismos, con respeto y sin delitos y atentados personales”.

EN POCAS PALABRAS

UN LIBRO: Cien Años de Soledad y me leo siete periódicos.

UNA PELICULA: Ben Hur

TELEVISIÓN: Los noticieros y recuerdo a Café

MUSICA: Variado, clásico, 92.4 UPB, salsa romántica y vallenato

COLOR: Todo en azul.

UN RELOJ: Clásico un Stuhrling, no soy de joyas ni cadenas.

SUS ZAPATOS: Clásicos de cordón.

PASATIEMPO: Estar dentro del mar.

UNA COMIDA: Todo lo que sea de mar.

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