El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
Pese a que antes había publicado tres novelas y 19 cuentos, fue con Cien años de soledad que el escritor y periodista Gabriel García Márquez se dio a conocer por su trabajo en el país.De acuerdo con la Biblioteca Nacional: “Gabriel García Márquez dijo que empezó a escribir los gérmenes de Cien años de soledad desde su adolescencia, cuando empezó la novela La casa, la historia de la casa de sus abuelos en Aracataca y de todo el pueblo bajo la influencia de la política, las guerras civiles y la compañía bananera, además de todas las incidencias de las relaciones familiares”.Fue así como en las primeras novelas de Gabriel García Márquez aparecieron alusiones a episodios de Macondo y de la familia Buendía, protagonista de la novela, pero no sería hasta Cien años de soledad que el universo “garciamarqueano” quedaría asentado con la unidad y encanto que deslumbrarían al mundo.Gabriel García Márquezescribió la novela en dieciocho meses de encierro en su casa de ciudad de México, después de que recibiera la epifanía de su escritura en un viaje en coche a Acapulco.La novela fue publicada por la Editorial Sudamericana, de Buenos Aires, que además republicó toda la obra anterior de Gabriel García Márquez.Lea también:El reto de llevar la vida de García Márquez a la televisión“La indudable calidad de la novela, unida a la bien orquestada campaña de publicidad de la Agencia Literaria de Carmen Balcells y al momento de efervescencia editorial que se vivía en toda América Latina, hicieron que Cien años de soledad se convirtiera en un fenómeno sin antecedentes en el mundo editorial del continente. Hasta el día de hoy se cuentan 37 traducciones y más de 50 millones de ejemplares vendidos de una novela que recibió por igual el respaldo de la crítica y el apoyo del público”, tal y como afirmó la Biblioteca Nacional.La primera edición tuvo un tiraje de 8.000 ejemplares y salió al mercado el 5 de junio de 1967 en Buenos Aires, rápidamente se agotó este primer tiraje y la editorial se vio obligada a hacer cuatro reimpresiones más ese mismo año.Sobre la portada de la primera edición de CAS, Gerald Martin dijo: “Gabriel García Márquez había invitado a Vicente Rojo a diseñar la cubierta del libro (…) Sin embargo, no estuvo lista a tiempo para aparecer en la primera edición; fue una diseñadora de la casa, Iris Pagano, la que dibujó el galeón azulado flotando en una selva azulada con un fondo grisáceo, y tres flores naranjas que brotaban por debajo del barco. Esa sería la cubierta que más se cotizaría después entre los coleccionistas, y no la sofisticada ilustración de uno de los artistas punteros de México”.En 2007 el IV Congreso Internacional de la Lengua Española rindió homenaje al escritor que en ese año cumplió80 años de edad estrenó una nueva edición de Cien años de soledad, la cual incluía un glosario para facilitar la lectura y comprensión de la novela.Contó además con la valiosa supervisión del propio Gabriel García Márquez, que depuró y fijó el texto, completado con una serie de estudios académicos sobre el autor, la obra y el significado de su publicación en la historia de la narrativa hispánica.
En un día como hoy en el año 1630 falleció el astrónomo y matemático alemán Johannes Kepler, uno de los principales precursores de la denominada ciencia moderna.Kepler fue una figura clave en la Revolución Científica dada entre los siglos XVI y XVII, en los que emergieron nuevas perspectivas de áreas como la Física, Astronomía, Biología, Química y Medicina.En ese sentido, Kepler y otros científicos como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei e Isaac Newton defendieron el Heliocentrismo, un modelo astronómico que propone que los planetas del Sistema Solar giran alrededor del Sol, contrario al Geocentrismo medieval el cual planteaba que los planetas giraban alrededor de la Tierra.Leyes de KeplerSegún lo anterior, Kepler propuso tres leyes (que llevan su nombre) sobre los movimientos de los planetas. La primera Ley de Kepler dice que 'los planetas describen elipses alrededor del Sol'. Para esta ley, “Kepler se basó en Copérnico quien planteó que el Sol está en el centro del sistema, pero aún se creía que los planetas se mueven en órbitas circulares”, señaló Luis Correa, director del grupo de divulgación Gaia Astronomía.“Esta creencia viene desde la antigua Grecia, porque Aristóteles decía que el mundo ‘supralunar’ debe ser perfecto, y para Platón, la forma más perfecta es el círculo; sin embargo, Kepler estableció sus estudios con elípticas”, destacó Correa.La segunda ley kepleriana propone que “cuando un planeta se mueve en una órbita elíptica y está cerca al Sol, este se mueve más rápido y cuando está más lejos, se mueve más despacio”, explicó el PHD en Astrofísica, Jorge Zuluaga a lo cual Correa agregó que estos puntos de la órbita se llaman Perihelio y Afelio respectivamente.La tercera Ley de Kepler es conocida como Ley Armónica y dice “que existe una proporción entre el periodo orbital (el tiempo que tarde el planeta en dar una vuelta) y la distancia media al Sol”, señaló Correa.En consecuencia, Zuluaga detalló que “el tiempo que se demora un planeta en una órbita elíptica alrededor del Sol es más largo entre más lejos está”.“Esta ley puso más tarde a Newton en el camino correcto para proponer la ley de la gravitación universal”, acotó Correa.Las Tablas RudolfinasKepler también desarrolló las Tablas Rudolfinas (Tabulae Rudolphinae, en su nombre de origen) publicadas en el año 1627, que consisten en un catálogo estelar basado en los estudios observacionales desarrollados por Tycho Brahe, quien detalló las posiciones de por lo menos 1.006 estrellas.Además, las tablas también contienen información logarítmica para localizar a los planetas del Sistema Solar.ReconocimientosEl asteroide (1134) Kepler fue nombrado en su honor por el astrónomo Max Wolf, quien lo descubrió en 1929 en el cinturón de asteroides del Sistema Solar, una región comprendida entre las órbitas de Marte y Júpiter.También el científico tiene su nombre en un cráter de la Luna bautizado por la Unión Astronómica Internacional (UAI) y en la Supernova Kepler (SN 1604), la cual fue una supernova en la Vía Láctea, detectada en la constelación Ophiuchus.Esta supernova fue observada por primera vez por Kepler en 1604 y su investigación sobre la misma fue tan extensa que luego se conoció por su nombre. Esta es la última supernova observada en la Vía Láctea.Obras- Mysterium cosmographicum (El misterio cósmico, 1596).- Astronomiae Pars Optica (La parte óptica de la astronomía, 1604).- De Stella nova in pede Serpentarii (La nueva estrella en el pie de Ophiuchus, 1604).- Strena, seu de Nive Sexangula (Strena, sobre el copo de nieve hexagonal, 1611)- Dioptrica (Dioptrio, 1611).- Epitome astronomiae Copernicanae (Epítome de la astronomía Copernicana, 1618).- Somnium (El sueño, 1634).
No hay actividad humana que no sea susceptible de ser realizada de estricta y contundente manera y podamos reconocerla como arte. Las redes sociales, que son vehículo de “malas artes” y contribuyen al engaño generalizado, la manipulación de los electorados y toda suerte de delitos, son también el espacio para el nacimiento de formas frescas de expresión contundente. Me ha llamado la atención el trino o twitter y hay quienes, como José Bada, tienen un ojo clínico para detectar los agudos, los ingeniosos, los inusuales, esos que hacen saltar en añicos el sentido común. Las colecciones de ellos van ocupando un lugar interesante en la capacidad expresiva del ser humano envuelto en redes.Lea también: ParadojasEl aforismoes más arriesgado, se me presenta como un reto. Ahí la palabra juega muy poco y entra uno en el territorio más delicado para la exposición de su propia percepción. Los aforismos surgen de una suerte de voluntad de pensar y reunir en un destello poesía y reflexión clara. Es una escritura que se siembra con más confianza en la comunicación y se reduce el juego a la captación de lo esencial. Nuestra mayor herencia, creo yo, es el romanticismo y nos hemos sumergido un poco en esos delirios del que busca la iluminación en la carne, pero ella está más cerca de lo que uno piensa, está en la piel y sus emanaciones tan sutiles y cambiantes. Uno tachona su escritura, la llena de señales y las obsesiones son elementales: buscar la luz, comprender, expresar lo que percibimos de nuestra experiencia vital. Compartir desde una experiencia de la soledad y el aislamiento que no es más que la cara de una afectividad frustrada frente a la crueldad, la vanidad, el egoísmo, el aislamiento y las máscaras de lo que queda luego.El artista de la escritura termina aislándose en unas obsesiones, rendido a unos circuitos, haciendo casas en el aire. Esto es más notable si constatamos que vivimos en una época en la cual lo instantáneo se ha impuesto. La concisión domina la comunicación, pero ello no incluye la precisión. El lenguaje y sus formas concretas del habla y la escritura no han logrado superar la sabiduría de los refranes populares, aunque por momentos se trate de acercar al poder del aforismo tal como lo cultivaron por ejemplo Lichtenberg o Walzer y que ya eran deudores de los proverbios que están por cientos en el Eclesiastés o en el libro de las Proverbios.Le puede interesar: El autoconocimiento y las palabrasPareciera que la sabiduría humana deberá incluir la tontería y el lugar común frecuente en las plazas de mercado, pero sobre todo debe estar ya la paradoja y su intento milenario de unir belleza, inteligencia y desparpajo, sagacidad cruel y astucia bondadosa. De todos los aforismos que es posible paladear, y ello incluye filósofos excelsos como Heráclito, Nietzsche o Wittgenstein, yo prefiero este de Borges: “Así, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria, toda muerte un suicidio. No hay consuelo más hábil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas; esa teleología individual nos revela un orden secreto y prodigiosamente nos confunde con la divinidad”.
Primero estaban ellos. O muchos de nosotros, porque buena parte de la población colombiana tiene sangre indígena, unos más que otros. Sin embargo, me quiero referir a quienes hoy conforman las culturas indígenas ancestrales que antes ocupaban este territorio solas y que hoy compartimos todos.Lea también: Los hijos de la tierraEllos, los que primero estaban, son quienes más han desarrollado su vínculo con el territorio en sentido amplio: suelo, subsuelo, aire y quienes los moran. Son uno solo. Ellos son quienes conocen la voz y el aliento de la tierra, sus carencias y abundancias, sus heridas y retoños, sus transformaciones, su memoria, su variada composición entre la que está la tierra misma con sus minerales y su biodiversidad, las montañas y valles, las nieves y desiertos antiguos o nuevos, las aguas quietas y las que corren o se mueven en vaivenes o que caen, los árboles que dejan ver los bosques y los bosques que dejan ver sus árboles, la tierra que es la vida y los astros que ordenan la vida.Ellos han acumulado la sabiduría leyendo ese territorio por miles de años.A ellos los quieren matar, los están matando hoy y los han matado desde hace siglos.Fredy Chikangana, poeta de la etnia Yanakuna, suroriente del Cauca.A ellos les han apagado sus lenguas y su voz. Les han derribado sus dioses para imponerles otros. Les han desvanecido sus ríos, sus ritos, sus mitos y sus creencias. Los han despojado de sus vestiduras o desnudeces púdicas. Les han borrado sus testimonios y su relato.Pero no lo han logrado del todo por fortuna. Muchos se resisten y siguen en pie, no de lucha, sino de defensa mientras les quieren llevar e incrementar el pie de muchas fuerzas.Primero fueron los españoles, luego los criollos con diversos nombres e intereses a nombre propio o amparados por gobiernos o empresas de todas partes, ahora los carteles mexicanos entran en ese juego macabro. No fue una masacre la semana pasada, es una masacre histórica que sufren y han sufrido todos los pueblos indígenas de la tierra que hoy es Colombia, un genocidio.Hay varios pueblos pero en últimas son uno. Hay varios pero entre tantos, entre todos, hay un pueblo aún muy vivo, fuerte, numeroso y unido, con orgullo y con un profundo arraigo en este territorio que luego de ellos y aún con ellos llamaron Colombia: Los nasas. Si vamos a ver, ellos, con los demás pueblos, con todo el pueblo indígena, son los verdaderos dueños.¿Por qué los quieren matar a ellos? Por la tierra y sus tesoros: el oro, las plantas mágicas y sagradas para ellos, por sus senderos y caminos milenarios hoy convertidos en alias rutas y en alias corredores por donde entran, pasan y salen la codicia, la muerte y el sometimiento.Los quieren matar a ellos porque estorban a unos y a otros.Los han matado en nombre de todo: En nombre de Dios, en nombre del rey, en nombre del Estado, en nombre de la modernidad, en nombre del “progreso”, en nombre de ideas ajenas incomprensibles y dudosas, en nombre del comandante, del “don” o del alias de turno.Pero siempre es en nombre de esa tierra dorada y verde donde primero estaban ellos. Y luchan por esa tierra ya sea con mingas o bastones, ya sea con cantos o colores, ya sea con instrumentos o pagamentos, ya sea con la mirada fija o la palabra…La tierra nasaCon la palabra…, con la palabra también se defiende la tierra nombrándola e iluminándola como lo hace Fredy Chikangana un poeta de tierra, de la cultura Yanakuna (suroriente del Cauca), en este bello poema telúrico, vital, mortal y espiritual que quiero mostrarles como homenaje a ellos, a los que primero estaban:“La tierra”:“La tierra es el comienzo de la alegría y el llanto; / en ella vive la placenta roja / convertida en piedra negra, / en ella están los rituales de seres subterráneos / que amarran nuestra sangre / con las lianas del tiempo. / En esa tierra / está la pluma del tucán / que guarda el colorido de la vida, / está el agua libre e inquieta, / el aroma y el sabor de todas las hierbas / que nos llevan al cielo y al infierno, / estamos tú y yo / con la fuerza de los sueños. / A esa tierra negra o amarilla / irán estos huesos / cuando la boca del tiempo los haya chupado; / volveremos entonces a esa placenta, / a esa pluma, al agua que toca los cuerpos; / iremos a cantar entre los hilos verdes de esas hierbas / para alimentar todos los sueños de los hombres. / Volveremos a ser diente de tigre, / poema de la noche, tambor de yegua, / sonido de flauta a altas horas de la noche / en lo profundo de la gran montaña”.¡Uf! Sobra el resto de la columna… Por eso Fredy responde a la pregunta sobre los orígenes de los yanakunas: “… nuestro mundo, nuestra cosmovisión, nuestra memoria, viene del mundo Quechua y somos de la línea Yanakuna Mikmakuna, que quiere decir, aquellos que abren camino en tiempo de oscuridad…”. (“Fredy Chikangana: Una poesía más allá de la letra”; Andrés Acosta Díaz y Carolina Calvo-Pérez; Agulha Revista de Cultura).Le puede interesar: El equilibrio en los wiwas de la SierraPrimero estaban ellos, antes que nosotros; primero estaba su cultura sólida antes que la nuestra gaseosa y en obra; primero estaba su paz antes que nuestra guerra; primero estaba su palabra propia antes que la nuestra ajena. Pero pese a todo ellos resisten, ellos están y siguen estando: sigue su cultura, sigue su paz hoy soñada en medio de nuestras guerras, sigue su voz clara entre nuestro ruido oscuro y confuso.
El movimiento de metal gótico es un género que se apropió de sonidos doom metal, a veces operáticos, y recreados con temáticas oscuras, lúgubres, fantásticas y depresivas. El festival Gothic Metal Attack III será este 15 de junio en el bar Bombay, y algunos participantes nos cuentan la perpetuidad del género.Lea también: Brian May: rock y astronomíaETERNAL - Julietta Ocampo“El metal gótico es la combinación de sonidos extremos y belleza de estéticas sonoras clásicas y románticas, en un contexto siniestro de aspectos humanos ocultos. Propone el fortalecimiento sonoro y poético en los ámbitos ideológico y visual. La mujer cobra especial relevancia, la música sinfónica se ensalza y el lado oculto del humano conquista de manera encantadora y sutil”.“Eternal presentará dos sencillos que harán parte de un nuevo álbum (a lanzar en 2020) y el cual tiene la especial característica de ser en español, para acercar más al público latinoamericano a la ideología poética de la banda. Habrá un recorrido en vivo por todos los trabajos discográficos”.ADIVARIUS - Melissa Sierra Velásquez“La cultura gótica se ha caracterizado por sus amplias expresiones artísticas. Actualmente se ha adaptado a sonidos más fuertes y experimentales, visiones más oscuras y apocalípticas, y expresiones más contundentes y emocionales”.“La apuesta de Adivarius es fortalecer e integrar de nuevo esta escena componiendo su música desde el sonido fuerte del metal, el estudio de las manifestaciones clásicas, la experimentación con sonidos atmosféricos y las líricas desde la poesía, la crítica social y las emociones humanas, añadiendo a ésta una estética oscura y siniestra. Se están ultimando detalles del primer álbum El despertar de los dioses olvidados”.Tatiana Baena, Diana Peñarredonda, Melissa Sierra, Julietta Ocampo y Verónica ZapataMÖRWEN – Diana Peñarredonda“El metal gótico se ha caracterizado por ser bastante underground, selecto y de pocos seguidores, un género oscuro que evoca seres siniestros, poesía infernal y literatura gótica. No nos podemos comparar con propuestas musicales urbanas y populares, porque no es nuestro objetivo ni su esencia”.“Ofrecemos una amalgama de oscuras melodías y liricas metafóricas que contrastan historias de seres mitológicos, buscando sensaciones mundanas que agobian a la humanidad y la envuelven en eternos ciclos de sufrimiento, dolor, miedo y muerte. Mörwen cumple 15 años y estamos enfocados en un nuevo trabajo, el cual está basado en ritos, hechizos, grimorios y seres infernales”INNOMINATAM – Verónica Zapata“En los últimos años he ido percibiendo la revitalización de la escena gótica en Medellín, bandas cada vez de mayor calidad, más espacios para la realización de eventos y un trabajo mancomunado de las bandas en la construcción de los mismos”.Lo invitamos a leer: Tributo a Guns N’Roses con rock y sinfonía“Innominatam surge a finales del 2017, al inicio haciendo un homenaje a la extinta banda europea After Forever, pero la intención original siempre ha sido componer y crear canciones propias. Este 15 de junio contaremos con la presencia de un nuevo baterista y haremos un show con fuerza y dinamismo que esperamos disfruten al máximo”.La belleza y lo exótico de la mujer en el entorno gótico. Fantasía Woman de Luis RoyoGAIAS PENDULUM - Fredy Ruiz López“Mantenemos un camino pausado en la producción musical cuidando de no caer en sonidos repetitivos del mercado. Más que un aporte a la corriente gótica, se busca edificar procesos que le entreguen a la escena del metal nacional, un pilar para su fortalecimiento”.“La madurez de la agrupación lograda en sus múltiples giras internacionales y nacionales, hacen que sea una banda sólida para enfrentar los cambios musicales, no perder sus raíces y jamás olvidar sus inicios. Actualmente se han grabado varias canciones y se adelanta el primer video clip profesional de la banda con una canción que se encuentra en estudio: Alma de Invierno”.
Bandoneón, hoy te voy a contar la historia del Café de los inmortales de la ciudad de Buenos Aires, (Argentina) y te aseguro que vamos a entrar a este lugar.Para hacerlo tengo que presentar primero a su administrador, Don León Desbernats, un inmigrante francés, conocido por su amabilidad y llamado “El padre de Los inmortales.” Ahora sigamos, pero no, ¡primero las damas!, Ángela Tesada, “lindo demonio sedante”, uruguaya, artista de teatro, representó el personaje de Amalia- novela de José Mármol -y se dice que fue la primera mujer que fumó en público.Siguiendo con las presentaciones, son estos asiduos visitantes los que le dieron el nombre al café, Evaristo Carriego y Florencio Sánchez. Cuentan que un día Don León se acerca hasta ellos y les dice que todos los que visitan su negocio sólo toman café y que no consumen nada, entonces Carriego y Florencio le respondieron: “Si no comemos, es que somos inmortales”, desde ese momento el café llevó ese nombre, porque antes se llamaba Café Brasil.Ahora que cumplimos con los requisitos, vamos a entrar y desde el mostrador te iré narrando lo que alguna vez pasó, mientras consumimos “un completo”: café con leche y pan con manteca, a sólo 15 centavos.Lea también: Fervor de Borges y sur de HomeroLas mesas del café eran ocupadas por distintas peñas, la de los poetas, los dramaturgos, los anarquistas, novelistas, pintores, críticos y músicos.A la mesa que ves allí, acudían los dramaturgos José González Castillo, Ivo Pelay, Vicente Martínez Cuitiño, Carlos Mauricio Pacheco, Alberto Vacarezza y el uruguayo Florencio Sánchez, quien escribió para teatro Mi’hijo el dotor y Barranca abajo, entre otros, marcados por el tinte social y redactados algunos en sus mesas al dorso de formularios de telegramas.En la mesa que da a la ventana se reunían los poetas, Evaristo Carriego, Enrique Banchs, Roberto Giusti, Héctor Pedro Blomberg y muchos otros.Cerca de esta, se ubicaban los políticos, Elpidio González y Alfredo Palacios. Al frente los anarquistas, Alberto Giraldo, José de Maturana, José González Castillo. Algunos de estos eran autores teatrales.¡Ah! Olvidé decirte que mi mayor interés por la historia de Los inmortales, es porque allí nació una gran parte de la poética del tango y lo digo porque José González Castillo escribió Griseta y Organito de la tarde, por ejemplo. Ivo Pelay, es autor de Adiós Pampa mía, Casas viejas y la milonga Se dice de mí, por nombrar algunos.Es imperdible la impronta de Blomberg en el tango, su creación recuerda la época del gobierno de Juan Manuel de Rosas y nos dejó entonces; La pulpera de Santa Lucía, Los jazmines de San Ignacio y el vals Amalia.Alberto Vacarezza, autor del sainete El conventillo de la paloma, escribió los tangos La copa del olvido y Padre nuestro.Y bueno dejé para el final a Carriego porque si bien es cierto que no escribió ningún tango, su obra inspiró a muchos letristas. Este poeta es autor de Las misas herejes y de La canción del barrio.De su poema El guapo salieron tangos como Mandria y Sangre maleva por ejemplo, de Residuo de fábrica, el tango Caminito del taller, composición de Cátulo Castillo. Hay otro poema La que se quedó para vestir santos y entonces Pettorossi compuso el tango Fea.Quiero resaltar el poema Has vuelto, porque de sus versos brotaron los tangos, Organito de la tarde y El último organito, de este podemos decir que es una reconocida pieza con muchas interpretaciones, entre ellas la de Joan Manuel Serrat.Es infaltable en esta lista el poema Tu secreto porque uno de los grandes Enrique Cadícamo bebió de estos versos para escribir el tango De todo te olvidas (Cabeza de novia) .Un gran regalo sería leer el poema Tu secreto“¡De todo te olvidas! Anoche dejasteaquí, sobre el piano, que ya jamás tocas,un poco de tu alma de muchacha enferma:un libro, vedado, de tiernas memorias.Íntimas memorias. Yo lo abrí, al descuido,y supe, sonriendo, tu pena más honda,el dulce secreto que no diré a nadie;a nadie interesa saber que me nombras(…)”Vea: Tango, patrimonio cultural de UruguaySe dice que en este sitio que estaba ubicado en Corrientes al 920 y que vivió de 1906 a 1916 se gestó Sadaic. Allí tomaron café Jacinto Benavente, Enrico Caruso y Ramón del Valle Inclán.Hubo un grupo al que llamaron Los malditos porque tuvieron talento, carisma, alegría de vivir y una empatía con lo bello. Todo les fue dado, pero les fue esquiva la salud y murieron jóvenes, fueron ellos, Florencio Sánchez, Evaristo Carriego y Antonio Monteavaro.Esta es sólo una parte de la historia del Café, porque Don León fue a luchar a su patria – Francia-cuando estalló la Primera Guerra Mundial y al regreso no siguió administrando Los inmortales, entonces, el café no volvió a ser el mismo sin Don León y lo cerraron.Nosotros debemos salir ya del café y cerrar por hoy la historia de Los inmortales con una frase que tiene autor pero que se volvió común: “Los inmortales, el único café porteño que tuvo una vida breve y una historia eterna”.