El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, abandonó este sábado de emergencia el centro de Caracaspor un supuesto atentado en su contra, que según el Gobierno, fue realizado con drones.La situación se presentó cuando el mandatariose encontraba enun acto por la conmemoración de los 81 años de la creación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB),La transmisión televisiva del eventomostró a los militares formados romper filas y como evacuaron al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino.Por su parte, el ministro de Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, confirmó que el presidente Nicolás Maduro fue víctima de un atentado con 'artefactos voladores de tipo dron que contenían una carga explosiva', y que salió ileso del suceso, que ocurrió durante el citado acto con militares en Caracas.Lea:Supremo de Venezuela 'en el exilio' inicia juicio a Maduro en Bogotá'Nuestro presidente Nicolás Maduro está en perfecto estado de salud, en perfectas condiciones', afirmó Rodríguez en una alocución transmitida por la televisión estatal VTV.De acuerdo con el funcionario, varios drones con cargas explosivas detonaron en las cercanías de la tarima donde Maduro ofrecía un discurso con motivo de la celebración de los 81 años de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), dejando como saldo 'algunas heridas' en siete militares.Esto 'no evidencian sino la desesperación que ya veníamos notando en algunos voceros de la utraderecha venezolana, que no evidencian más que el odio que hemos denunciado de manera permanente de aquellos (...) que no cejan en recurrir a prácticas criminales', añadió Rodríguez.
'¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: ‘No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia’”, decía en 1870 la estadounidense Julia Ward Howe, en su poema Proclama del Día de las Madres.Estas letras, que pedían a los hombres que no llevaran a sus hijos a la guerra, fue uno de los principales antecedentes para que, en 1914, el presidente Woodrow Wilson declarara el segundo domingo de mayo el Día de la Madre en Estados Unidos.Aunque la historia de la celebración de la maternidad se remota a tiempos anteriores, hay estatuillas voluptuosas y otros indicios de veneración a la figura materna en el paleolítico, tales como la Venus de Willendorf , con más de 22.000 años de antigüedad. Existen registros del antiguo Egipto sobrecelebraciones para homenajear a Isis, la diosa madre.En la antigua Grecia, le rendían honores a Rea, madre de dioses, entre ellos Zeus, Poseidón y Hades, según indica la Enciclopedia Británica (1959). En esta festividad, los griegos rendían culto a la diosa madre con grandes ceremonias y fiestas. Hay que aclarar que no era una festividad en honor a las madres, sino a la diosa específicamente.La tradición griega se trasmitió a los romanos y, tras la cristianización del imperio, la Iglesia Católica estableció el 8 de diciembre como el día de La Inmaculada Concepción, también dedicado a las madres.En Inglaterra fue adoptado el cuarto domingo de Cuaresma como el día en honor a la Virgen María, el cual llamaron el Domingo de Madres. Existen registros de que en el siglo XVII era una costumbre extendida en la sociedad inglesa en la que los hijos daban regalos a las madres y los patrones días libres a sus empleadas, tradición auspiciada por Isabel I de Inglaterra.LEA: La ocasión define la etiquetaEn la historia, diferentes culturas, también las indígenas en la América Precolombina, han celebrado esta ocasión. Pero no fue hasta el siglo XX donde este día se oficializó en la mayoría de los países del globo.Reivindicación de pazEl poema de Howe continúa: “Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice '¡Desarma! ¡Desarma!' La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión”.Paradójicamente, el segundo domingo de mayo es el día con mayor número de muertes en Colombia y en el mundo, aseveró Sara Yaneth Fernández, docente investigadora de la Universidad de Antioquia, experta en asuntos de género. Este día de 2016 en Medellín hubo 284 riñas y dos muertos, en 2015 la cifra fue de 348 riñas, seis muertos.Esta fecha es celebrada porque “la madre cumple la labor de unir a la familia, pero esa labor puede ser un factor de riesgo”, comentó al respecto Fernández.“En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales”, concluye el poema.Aunque la idea de crear un día en honor a la maternidad fue originalmente con el fin de establecer a la madre como una figura de cohesión y amor en contraposición a los horrores de la guerra, Fernández señaló que ha servido en su lugar para perpetuar estereotipos “que dicen que una mujer para ser completa debe ser madre. Esta sociedad asume que la mujer tiene una función biológica de tener hijos, el ‘llamado de la maternidad’”.Ella agregó que pese a la reducción de la fecundidad que ha registrado la humanidad en las últimas décadas, la sociedad no contempla el no tener hijos como válido para una madre.LEA: Zapatos: siéntase cómoda sin perder el estilo“Los discursos de la mercadotecnia hacen el discurso de lo no materno algo pueril”, apuntó la experta en género y señaló que al mercado le conviene que la mujer “siga haciendo lo que viene haciendo, porque es el vínculo, la unidad: el amor de madre no es tal cosa”.Fernández concluyó que el ser humano “puede escoger tener o no tener hijos, cuándo, en qué momento y con quién. Toda esta lucha se va a pique con el mes de mayo. Un día en que ella es la reina pero mañana vuelve a la concina”.
Julio Sánchez Cóccaro es de aquellas figuras de la televisión colombiana que rompen con el estereotipo.“Bogotano,con una postura crítica frente a los temas de actualidad y con el discurso arraigado de ser siempre firme y directo”, así se describe él.En entrevista con EL MUNDO, el actor, director, profesor de teatro, músico, bailarín, esposo y afortunado abuelo de “dos bellezas”, contó sobre cómo llegó a la televisión, sutécnicapara construir sus personajes y hasta adelantó detalles de los proyectos que sacará a la luz en el segundo semestre de este 2020.Empezó desde muy niño a actuar y viene de una dinastía del mundo de la actuación, su papá fue actor, su hijo también actúa, ¿qué es lo que más disfruta al hacerlo?Muchos me dicen que cada vez me parezco más a mi papá (Omar Sánchez), honor que me hacen cuando me lo expresan. Hace 22 años él partió de este mundo y tuvo que ver mucho en mi elección por convertirme en actor.Un día estaba sentado en la sala y me preguntó: “Jovencito, usted quiere actor”, muy serio él, como siempre lo fue, y yo muy tímidamente le dije que sí, pues me entregó un libreto y me dijo: “Siéntese ahí y se lo aprende completico”, era el papel de Felipe, el hermano de Efraín en la novelaMaría (1972), en ese entonces no se hacían casting, ni nada, había mucha rosca y mi papá, quiero creer que vio en mí un potencial o no sé qué fue, pero me dio esa oportunidad, la de mi vida y acá estoy, muchos años después y sigo actuando.Estoy convencido que de las mejores cosas que un padre le puede regalar a su hijo es darle el mejor ejemplo.Y, ¿cómo ha sido esa carrera, se la ha disfrutado o cuando no?Me han pasado muchas cosas bonitas. Aún recuerdo cuando la televisión era satanizada, decían que todos los hombres actores éramos homosexuales y las mujeres unas prostitutas, pero con el tiempo se volvió ‘la última maravilla’.Yo valoro mucho el actor que se prepara, que se preocupa por formarse, y yo he tratado de vivir de esta profesión haciendo honor a eso. En mi época, estoy hablando de mis inicios, hace mucho tiempo, ser actor integral era dificilísimo, ahora no solo estudian actuación, también piano, baile, hacen literatura y periodismo.Formar actores no es tarea fácil. La verdad, yo tuve la ventaja que nací en una familia muy artística, y pude mostrar mis talentos en la música, en la danza y en la actuación a todo el país, y mi talento ha sido bien recibido, a lo largo de estos años, porque cuando yo estaba joven o se era actor o bailarín o músico, pero no de todo a la vez, así que sí, eso me ha hecho sentir un afortunado.Me convence ser feliz cuando estoy actuando.Como usted lo dijo formar actores no es tarea fácil, ¿por qué se metió en ese lio?Enseñar del oficio es un privilegio para mí y me gusta mucho enseñar. He logrado mucho con mis estudiantes. Trabajo con ellos un método que yo llamo catártico y me han salido unos estudiantes talentosos, los jóvenes hoy tienen muchos talentos integrados.Mi convicción es contagiarlos por hacerlo bien, siempre.Julio, ¿Cuéntele a los lectores cuál es su forma para construir los personajes?Para mí es vital la emocionalidad del personaje. A lo que más me dedico es a construir su línea emocional, de dónde viene, cuáles son líos con sus ancestros, por qué tiene estos u otros problemas, cómo es su relacionamiento con los demás, etc.Yo construyo primero, digamos, lo que él siente, y después me dedico a construir las bases físicas del personaje.Me convence crear ese fondo de las emociones en un personaje antes de interpretarlo.¿Es igual en televisión y en teatro? ¿Cuál es la magia de las tablas y del set para usted?El personaje en teatro tiene una característica y es tiempo y dirección, tienes un tiempo para hacerlo o representarlo, unos tres o cuatro meses, y una dirección que te va diciendo por donde vas bien y por donde no.En la televisión hay mucha más premura, existe un perfil del personaje y el actor tiene que ir solucionando sobre la marcha. Me parece mucho más difícil actuar en teatro, porque en televisión te dicen: “No él viene así o actúa de esta otra forma”, y el actor tiene que solucionar mientras dicen: “Acción”; entonces, la mente tiene que ser muy ágil para ser creíble en televisión.Ambos ejercicios son muy interesantes y distintos, estoy convencido de que valen la pena los dos, los amo.Bueno, ahora aparece en las noches de la Pantalla chica nacional en una producción reencauche de otra de los años 80, Amar y vivir, ¿cuál es el mensaje que encierra la renovada historia?A veces las circunstancias de la vida te llevan a vivir lo que no quieres vivir. Yo me identifiqué totalmente con esta historia de Amar y vivir. A mí también me ha tocado amar lo que no tenía que amar.La trama tiene una parte circunstancial que a veces une a los protagonistas y a veces los separa. Y creo que la juventud de ahora va a entender muchas cosas de relacionamiento, va a aprender a que debe conocer muy bien al otro antes de enamorarse.Además, la realidad del país está reflejada ahí, es una novela de los 80 y los jóvenes que están hoy tan activos en la política y en todo lo que nos toca como ciudadanos, pues van a ver cómo la nuestra es una realidad que viene cíclica desde hace varios años.Julio, ¿y usted ha tenido que dejar primar el amor para poder vivir bien en algún momento de su vida?Yo he sido capaz de dejar lo que sea por el amor, cualquier cosa. Así ha transcurrido mi vida siempre.Soy un convencido deque en la vida hay muchas cosas a sacrificar por el amor.Finalmente, ¿en qué más ocupa su tiempo por estos días?Estoy trabajando en un documental, la Última radionovela, que además del filme la ideas es que vamos a hacer un show de radionovela en vivo. Este proyecto es mío y cuento con unos personajes ahí maravillosos, Margalida Castro, Lucy Colombia Arias, Fabio Camero, Julio Medina, Manuelito Pabón y Julio Sánchez Cristo, entre otros.El otro proyecto es Filemón, una serie web que estoy trabajando independiente, es una propuesta educativa, cada capítulo explora un valor y ando muy ‘encarretado’ ahí con Filemón.El papel de Salvador RomeroSalvador Romero es el personaje que Julio Sánchez Coccaro interpreta en la nueva serie de Caracol Televisión, Amar y vivir.Salvador es el padre de Irene (Ana María Estupiñán) y el esposo de la arrendataria del puesto de frutas más grande de la plaza. Salvador era un hombre fuerte, colaborador y amigable, amigo de todos en la plaza, siempre dispuesto a ayudar a sus vecinos y cargar los bultos de los clientes como el más fuerte y ágil de los coteros. Su gran sueño: ver a Irene convertida en una gran estrella de la música colombiana. Su principal enemigo: la bebida.En su juventud y parte de su adultez fue integrante de tríos, mariachis y un par de agrupaciones musicales como segunda voz y guitarra. Pudo llegar a ser un intérprete famoso, pero su poca proyección artística y perseverancia en el campo musical acompañado de su problema con la bebida, lo fueron alejando poco a poco de sus aspiraciones artísticas. En la plaza arrancó como principal arrendatario del puesto de frutas y al final terminó como cotero, todo por culpa de la bebida.
USD es el símbolo del dólar y COP el del peso colombiano USD 1 es un dólar americano y COP 1 es un peso colombiano. Un $1 es un dólar y un $1 es un peso. El segundo es el viejo signo, el viejo signo pesos para mí, que vivo en Colombia y pago mi vida con el pobre y devaluado peso colombiano ($ es el signo de varias monedas). Los primeros (USD y COP) fueron creados por la Organización Internacional de Normalización (la popular ISO). Cada moneda tiene su código de tres letras ISO, mientras que el $, como ya les dije, sirve para varias monedas. Entonces: US$ o USD$ son feas redundancias. Estaríamos usando las representaciones de dos “sistemas” distintos (USD y $ indican dólar). Así que las formas correctas son las que siguen:USD 1000, $1000 (esta sin espacio, cuidado. Las otras tres con espacio), 1000 USD o 1000 $.COP 1000, $1000 (esta sin espacio, cuidado. Las otras tres con espacio), 1000 COP o 1000 $.Nunca US$ o $COP ni ninguna revoltura parecida. Lea también: Sí y si. Erguir y erigirUna curiosidadRío de Janeiro y enero son primos Río de Janeiro es “río de enero”. Los portugueses llegaron a esta bahía en enero de 1502 y así la llamaron. Nuestra “enero” no se parece tanto a su madre latina Ienuarius (así se llamaba este mes en tiempos del Imperio), pero en las lenguas vecinas sí: janvier (francés), janeiro (portugués), January (inglés), gennaio (italiano).Le puede interesar: Posmoderno o postmoderno“Muy lleno”Leonardo Ibarra: ¿Es correcto?, ¿es redundancia? Hay unos adjetivos que se llaman elativos o de grado extremo. Estos rechazan ciertos adverbios, por eso no dices “muy excelente”. El caso de lleno parece ser diferente. O sea, es cierto que lleno implica totalidad, si somos estrictos, pero no creo que sea descabellado decir que algo está “medio lleno”. Ahora bien, no veo diferencia entre “lleno” y “muy lleno”: si estás en un auditorio al que le caben 1000 personas y entran 1000 personas, dices “esto está lleno” o “muy lleno” (y siguen siendo 1000 las personas).En conclusión, basta con decir “lleno” para indicar que no cabe un alma más.
Uno de los territorios más afectado por la plaga del caracol africano en Antioquia es la subregión del Occidente, allí las entidades públicas están trabajando por su erradicación.Este tipo de caracol hace parte de las especies exóticas conocidas como invasoras, es decir, que fueron introducidas a un territorio al que no pertenecen. Generalmente tienen un alto potencial reproductor y pocos depredadores naturales; con disponibilidad de alimento, se adaptan con mucha facilidad al ambiente, por lo que es casi imposible erradicarlas definitivamente.Corantioquia ha identificado la presencia del caracol africano en los municipios de Santa Fe de Antioquia, Támesis, La Pintada, Andes, Venecia, Ciudad Bolívar, Amagá, Puerto Berrío, Yondó, Jericó, Pueblorrico, Tarso, Salgar, San Jerónimo, Sopetrán, Titiribí e Hispania. Ana María Castaño, subdirectora de Ecosistemas de Corantioquia, lo describe como “un problema que está distribuido en todo el planeta en este momento, como tenemos cucarachas tenemos caracoles, eso ya es una problemática con la que todos tenemos que aprender a convivir, está en todos los continentes y nuestro occidente no es ajeno a esa realidad mundial, por eso es muy importante que la gente no esté pensando que es exclusiva del territorio del Occidente”.Este animal es dañino para las plantas ornamentales, los cultivos agrícolas y plantaciones forestales. Aunque no es venenoso, alberga una bacteria perjudicial para la salud humana, de manera similar a las ratas o mosquitos transmisores de enfermedades. Sin embargo, sí se considera una plaga, explicó Castaño.De acuerdo con un comunicado del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), su contacto con las personas puede generar enfermedades intestinales, meningitis, inflamación de tejidos, diarrea, fiebre y hasta la muerte.Por lo tanto, Corantioquia invita a las entidades locales y a las comunidades a que participen del control del caracol africano, al tiempo que hace un llamado a mantener la calma y seguir las instrucciones para su manejo, con las que las personas no correrán ningún riesgo.Cómo identificarloEl Caracol africano tiene cuerpo café oscuro, gomoso, con cuatro tentáculos, una concha que presenta líneas longitudinales color crema, café y violeta y puede medir hasta 20 centímetros de longitud y 8 centímetros de alto. Se alimenta de residuos de alimentos, cosechas, hojas en descomposición y heces, por lo cual es indispensable tener un buen manejo de residuos para evitar que se establezca.En caso de que alguien tenga dificultades para identificar la especie, se puede comunicar con la autoridad ambiental para recibir asesoría. Al respecto Castaño expresó que “tenemos muchas especies de caracoles nativos que son inofensivos, entonces yo quiero hacer un llamado a que hagan una identificación correcta de la especie, porque los caracoles nativos además de inofensivos cumplen un papel súper importante en el ecosistema”.Campaña de Corantioquia para la correcta identificación del caracol africano.Protocolo de manejo y disposición finalLa recolección debe ser realizada por adultos con medidas de protección como el uso de guantes o bolsas plásticas, tener los pies cubiertos y proteger las vías respiratorias, en lo posible, con el uso de tapabocas. Es importante enseñar a los niños a reconocerlo y evitar el contacto con el caracol.Recoger manualmente los caracoles de todos los tamaños, incluso conchas de individuos muertos.Introducirlos en un recipiente plástico, en una solución de agua con sal o cal, ¾ partes de agua y ¼ parte de sal o cal, verificando que los caracoles queden totalmente cubiertos con la solución.Dejar sumergidos los caracoles durante 5 horas.Abrir un hueco en tierra, de 50 centímetros de profundidad, lejos de fuentes hídricas; depositar los caracoles aplastándolos o triturándolos a medida que se meten al hueco. Cubrirlos con tierra y agregar más cal, 10 cm antes de cubrir completamente el hueco con más tierra.Señalizar el hueco y evitar que otros animales desentierren los caracoles. El lugar no se podrá utilizar para siembra u otras actividades sino hasta 5 meses después de la disposición de los caracoles.Lavar muy bien las manos y brazos con abundante agua y jabón; desechar los elementos de protección utilizados durante la recolección.No se recomienda el uso de molusquicidas, dado que pueden afectar a las personas y animales de compañía; además de resultar costoso, no es un método efectivo.OrdenanzaEn el 2013 hubo una propagación de esta plaga que afectó 26 departamentos en el país, donde Antioquia no fue la excepción, ahora otra vez volvió a reproducirse, atacando muchos municipios del Occidente antioqueño y algunos del Suroeste.En ese momento se activó una mesa llamada Mitca (Mesa Interinstitucional para el Tratamiento del caracol africano) para hacerle frente al manejo de este molusco.“Pero esta mesa no estaba oficializada, por eso vamos a sacar una ordenanza en la que se oficializa la mesa, para que actué permanentemente y no siempre esperen a que salga la plaga del caracol o a que se propague, si no que haya un trabajo continuo con procesos de prevención, educación e investigación”, manifestó Jairo Alexander Osorio Saraz, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia.La ordenanza ya paso el segundo debate en la Comisión Tercera de la Asamblea por unanimidad, está perndiente el tercer debete para tratarlo en las extras de la Plenaria de la Asamblea para que quede establecida oficialmente la mesa.La cual está conformada por las secretarías de Agricultura y de Salud del Departamento, Corantioquia, el ICA, el Sena y las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) de varios municipios.
Continuamos analizando los orígenes y antecedentes de los indios aburrás.Cultura Ferrería en el valle de AburráEl asentamiento humano de agricultores-ceramistas más antiguo descubierto en el valle de Aburrá se encontró en el barrio Ferrería, de Itagüí, con una antigüedad de unos dos mil quinientos años. Lo interesante es que sus piezas cerámicas, conocidas como estilo Ferrería, y las de La Cancana, mencionada atrás, son muy semejantes entre sí, lo cual permite inferir que hubo conexiones entre ambas. Además, muestras de esta alfarería se han encontrado en varios municipios más del norte y nordeste de Antioquia.Lea también: Historia de Medellín a cuentagotas 3Esta información permite inferir que, al menos quinientos años antes de nuestra era, ya existían en el valle de Aburrá asentamientos humanos permanentes, dedicados a la agricultura y la cerámica. Según Neyla Castillo, se han identificado lugares de habitación de las sociedades conocidas como Ferrería, en el suroccidente del valle, entre La Estrella y La Iguaná. Las viviendas estaban construidas sobre planos naturales arriba de las colinas, sobre terrazas artificiales excavadas en las laderas de menor pendiente y en las cercanías de las planicies de las quebradas. En esos sitios se encuentran gran cantidad de fragmentos de cerámica, así como hachas y cinceles pulidos. Los poblados eran pequeños, correspondientes a unidades familiares. Eran por tanto comunidades igualitarias, exentas de clases sociales. No hay evidencia de que en el valle de Aburrá existieran cacicazgos como sí los hubo en otras zonas de Antioquia y de Colombia. Sin embargo, la forma rápida y fuerte como reaccionaron a la presencia de los conquistadores españoles indica que tenían experiencia guerrera. Aparentemente, debido a que en el pasado reciente habían sufrido invasiones agresivas de otros pueblos aborígenes vecinos. Nos referiremos a esto cuando hablemos de la conquista española.Cultura Pueblo Viejo en el valle de AburráUnos quinientos años más tarde de la aparición de la cultura Ferrería, o sea a principios de nuestra era, surge en el valle de Aburrá una cultura diferente, conocida como Pueblo Viejo, nombre antiguo de La Estrella, lugar donde fue encontrada originalmente. Lo más conocido de esta cultura Pueblo Viejo es su cerámica, que corresponde a la muy conocida como marrón inciso, ampliamente difundida en la región central de Colombia en los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, norte del Valle del Cauca y Antioquia y correspondiente a los grupos humanos conocidos como Quimbaya. En el valle de Aburrá los sitios de la cultura Pueblo Viejo se han encontrado en Copacabana, Bello, Aranjuez, Manrique, Poblado, Envigado, Itagüí y La Estrella. Las características de las viviendas de estas comunidades son muy similares a las que arriba se describieron para Ferrería.Por comparación con lo encontrado en pueblos cercanos, puede inferirse que estas comunidades estaban organizadas en agrupamientos de viviendas compuestos por familias extendidas. La autoridad la ejercía el patriarca de mayor prestigio. No existía en ellas diferencias de clases sociales, ni jerarquías políticas a la manera de los cacicazgos que se habían organizado en otras regiones de los territorios vecinos. Cada hombre tenía las esposas que podía mantener, y en ello iba su prestigio social. No se permitía la endogamia, y los matrimonios se realizaban con mujeres adquiridas en otras comunidades, lo cual conducía a uniones y alianzas con otras tribus vecinas.Lea también: Historia de Medellín a cuentagotas 2Son importantes las prácticas funerarias de estas comunidades. Se han descubierto cementerios relativamente grandes en lo alto de las montañas, como el cerro del Tobón, el del Padre Amaya, Boquerón, San Javier La Loma y El Volador. El patrón principal son tumbas profundas, de dos y tres metros, con una cámara lateral en el fondo, en la cual se ponían el cuerpo y los objetos que lo acompañaban. Estas se utilizaban para enterramientos primarios. También se encuentran entierros secundarios, en los cuales los huesos, usualmente calcinados, se sepultan en vasijas de barro en tumbas de menor profundidadContinuará.