Recomendaciones para mejorar la redacción de noticias sobre salud mental
1. Salud mental
Con motivo de la presentación de la Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación de la Confederación Salud Mental en España, hubo recomendaciones para mejorar la redacción de las noticias relacionadas con este ámbito:
a). Persona con problemas de salud mental, o persona con trastorno mental, son las denominaciones recomendadas. Los colectivos que representan a estas personas defienden estas denominaciones, especialmente para su empleo en los medios de comunicación, y las consideran preferibles a enfermo o enferma mental, que denominan al individuo por una sola de sus características, y a otras, aún más peyorativas, como loco o perturbado.
Asimismo, más allá de los significados recogidos en los diccionarios, se desaconseja sustantivar el nombre de la enfermedad para designar a la persona (esquizofrénico, depresivo, anoréxico, psicótico, etc.), del mismo modo que no es frecuente hablar de un sidoso o un canceroso para referirnos a quienes tienen estas enfermedades.
b). Centro de salud mental o centro de rehabilitación y otras expresiones similares son las adecuadas para referirse a las instalaciones donde se atiende a las personas con problemas de salud mental; no llamarlas manicomio. En otros centros sanitarios, quienes necesitan tratamiento de salud no son recluidos, internados o encerrados en ellos.
c). Trastorno mental no es sinónimo de discapacidad intelectual
La denominación trastorno mental se utiliza para referirse a una serie de problemas de salud que no suponen ni tienen por qué estar asociados con una discapacidad intelectual. Así, la Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación indica que la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la depresión o la ansiedad, entre otros, son problemas de salud mental, mientras que el daño cerebral adquirido, el autismo, el síndrome de Down o la epilepsia no lo son.
d). Términos de salud mental en otros contextos
En ocasiones se emplean en las noticias elementos y terminología del campo de la salud mental para describir situaciones, personas o cosas que nada tienen que ver con los problemas de este tipo. Por ejemplo, es frecuente usar el adjetivo esquizofrénico para referirse a una situación caótica, irracional o contradictoria, como en: El partido vive una etapa esquizofrénica. Se trata de un uso metafórico que los colectivos que representan a las personas con trastorno mental, consideran inapropiado, peyorativo y perjudicial para su imagen. (Conceptos de la RAE).
2. Dormir
En su significado básico de 'hallarse en el estado de reposo que consiste en la suspensión de todos los sentidos y de todo movimiento voluntario', este verbo es intransitivo (sin complemento directo), ejemplo: Hoy he dormido mucho; pero, cuenta con algunas acepciones transitivas (con complemento directo) como: dormir la siesta, dormir la borrachera; un medicamento para dormir el dolor), y, además con algunos usos con pronombres, como: quedarse dormido; me dormí temprano. El vocablo dormirse puede explicarse como un proceso en el que un sujeto experimenta un cambio de estado, sin ejercer un control directo sobre este. Dicen los lingüistas que no resulta apropiada la paráfrasis: me duermo, yo me duermo a mí mismo; el pronombre, que concuerda con el sujeto, no indica que el sujeto que ejecuta la acción también la recibe, no es verbo reflexivo. Lo mismo ocurre con otros verbos intransitivos (no tienen complemento directo) y pronominales como arrepentirse, en los que no es adecuada esa paráfrasis: me arrepiento, yo me arrepiento a mí mismo.
3. Llamar
El verbo llamar es transitivo (tiene complemento directo) en su acepción de: intentar captar la atención de alguien mediante voces, gritos o gestos: lo llamé para saludarlo). En el sentido de 'dar [a alguien o algo] una denominación o un calificativo, podría generarse una expresión reflexiva, como: Yo me llamo tonto cada vez que me acuerdo de lo que pasó. Pero no es verbo reflexivo y es inadecuada la paráfrasis: Yo me llamo Pedro, me llamo Pedro a mí mismo. Este caso se llama: “aporte del pronombre a una noción semántico-aspectual”. No contenido, no significación, sino un caso gramatical de aspecto solamente.
(Esto es lo más claro que a don Francisco Galvis puedo responderle en relación con los verbos dormir y llamar).
4. Prever; prevenir
Prever significa ‘ver con anticipación’, ‘conocer, conjeturar lo que ha de suceder’ y ‘preparar medios contra futuras contingencias’;
Prevenir es ‘preparar y disponer con anticipación lo necesario para un fin’
Aunque en ciertos contextos funcionan como sinónimos, cada verbo ha especializado su uso: prever se emplea con el sentido de ver algo con anticipación; prevenir con el sentido de verlo y tomar medidas para evitarlo.
Esta especialización semántica se aprecia en el uso de sus respectivos sustantivos: se habla de prevención de las enfermedades crónicas o de prevención de riesgos laborales y no de previsión de ellas.