Siete meses después de que comenzaran a llover las denuncias contra él, a Weinstein se le vio por primera vez esposado, pero a pesar de todo sonriente, al salir de la comisaría a la que ingresó para quedar arrestado.
El hasta hace poco poderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein compareció este viernes ante un juez de Nueva York para conocer, por primera vez, los cargos que han hundido su carrera y han desatado un amplio movimiento social contra los abusos sexuales sin parangón en la reciente historia.
A Weinstein se le vio por primera vez esposado al salir de la comisaría a la que ingresó para quedar arrestado. Llegó allí de traje oscuro, sin corbata, suéter celeste y portando tres libros, uno de ellos que parecía ser una agenda y los otros dos un ejemplar sobre un musical de Broadway y el otro una biografía sobre el director de cine Elia Kazan.
Decenas de mujeres han denunciado desde octubre pasado algún tipo de acoso o abuso sexual de parte de Weinstein. Este viernes fue acusado de cargos de violación y otros delitos sexuales por actos presuntamente realizados en 2013 y 2004.
Se trata del primer caso que llega a la justicia, aunque la misma fiscalía que anunció los primeros cargos contra él señaló que continúan las investigaciones porque hay "denuncias sobre víctimas adicionales y otros crímenes".
"Los cargos de hoy reflejan el progreso significativo en esta investigación activa", afirmó el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance, que ha sido acusado de no actuar cuando hace varios años conoció oficialmente la primera denuncia contra Weinstein.
Como es frecuente en estos casos, no se facilitó la identidad de las víctimas. Sin embargo, existe una denuncia de que en 2004 Weinstein obligó a la estudiante universitaria y aspirante a actriz Lucia Evans a practicarle sexo oral.
Una vez le fueron leídos los cargos, el juez fijó una fianza de un millón de dólares en efectivo, a la espera de la próxima vista judicial. Quedó libre, pero con un dispositivo para registrar sus movimientos, y además le retiraron el pasaporte.
El abogado que lo defiende, Benjamin Brafman, compareció ante los periodistas después de que le fueran leídos los cargos para, de nuevo, rechazar las denuncias en su contra y anunciar que cuando sea acusado formalmente se declarará no culpable.
"Siempre ha mantenido que cualquier actividad sexual fue consensual", afirmó el letrado, el mismo que defendió en 2011 al entonces director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, por un intento de violación de la camarera de un hotel.
"Muchas de estas denuncias ya han vencido y son eventos que supuestamente han ocurrido hace muchos años", afirmó Brafman.
De acuerdo con el letrado, según avance el proceso se confirmará que la Fiscalía no tiene "sólidas evidencias" y al final quedará exonerado.
Los problemas que comenzó a enfrentar hoy Weinstein puede que no sean los únicos, no sólo porque la fiscalía de Manhattan está estudiando nuevos casos, sino también porque se enfrenta a denuncias parecidas en Los Ángeles y Londres.
Además, según confirmó hoy Brafman, las autoridades fiscales federales lo están investigando también por delitos sexuales, lo que se ampliará el cerco judicial que lo rodea.
La comparecencia en el tribunal de Weinstein ha sido recibida con entusiasmo por asociaciones que han venido señalándolo por sus actos impropios y por algunas de las víctimas que alzaron su voz contra él.
"Yo, como muchos de los sobrevivientes de Weinstein, había perdido la esperanza de que nuestro violador pudiera responder ante la Justicia", afirmó la actriz Rose McGowan, que denunció una agresión sexual de parte de Weinstein en 1997.
"Hace veinte años juré que corregiría esto, Hoy estamos un paso más cerca de la Justicia", afirmó.