El último caso en el que una niña de 13 años en Amagá fue asesinada por no dejarse violar, es sólo una muestra más de lo que ocurre en el país, según Pandi.
Entre 2007 y 2016 se conocieron 122.328 casos de violencias contra niños, niñas y adolescentes (NNA) ocurridos en Colombia, lo que representa cerca de 12.233 casos por año, 840 por mes y 28 por día, según el informe del Instituto Nacional de Medicina Legal Forensis 2016.
El mismo revela que las tasas más elevadas del periodo se presentaron durante 2011 y 2009, mientras que la menor tasa se registró en 2013. No obstante, en 2016 se registraron 10.082 casos, 353 menos que en 2015, que significó una tasa de 65,25 por 100.000 habitantes.
Si bien la “cifra es escandalosa, los casos de conocimiento del sistema forense presentan una tendencia a la disminución” indica el capítulo Comportamiento de la violencia intrafamiliar del Forensis 2016. En ese año, la frecuencia de víctimas mujeres fue de 52,33% y la de hombres de 47,67%.
Sin embargo, la desagregación del problema por grupos de edad evidencia diferencias importantes; en los menores de 10 años, es mayor el número de lesionados hombres (54,48%). A partir de los 10 años se invierte la distribución, en el grupo de 10 a 14 años la participación de las mujeres es de 54,73% y la de los hombres de 45,27%; y en el grupo de 15 a 17 años la frecuencia de víctimas mujeres es de 60,39% y la de los hombres de 39,61%.
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De los 936 eventos de violencia contra los menores de edad ocurridos en 2016 en Antioquia, 519 se presentaron en Medellín: 244 casos en niños y 275 con niñas.
A su vez los homicidios que se presentaron en niñas, niños y adolescentes en ese mismo año fueron 44 casos en las edades entre los 0 y los 4 años de edad; 26 entre los 5 y los 9 años; 89 murieron entre los 10 y los 14 años y 598 entre los 15 y los 17 años. Aunque los casos se presentan más en adolescentes, se siguen presentando muertes como la de la niña de 13 años en Amagá, quien al resistirse a ser violada por su victimario fue asesinada.
Por ello, otra de las cifras alarmantes es la de los exámenes médico legales por presunto delito sexual, en la cual se incluyen vejámenes contra los NNA como acceso carnal violento, violencia sexual, abuso sexual, acto sexual abusivo en menor de 14 años y acto sexual abusivo en incapacidad de resistir.
El Instituto Nacional de Medicina Legal reportó una tasa de 43,90 exámenes médico legales por presunto delito sexual por cada 100.000 habitantes durante 2016, en total fueron 21.339 casos, con una reducción de 2,06 puntos (546 casos por debajo de los registrados en el año 2015).
“Aunque esta tasa es la más baja de los últimos 10 años, la tendencia se mantiene estable. Las tasas más altas del decenio se registraron en 2009 y 2011, con 48,05 y 49,08 por cada 100.000 habitantes”, señala el informe Forensis.
En perspectiva, la disminución de casos no deja de preocupar por los actores involucrados con la niñez. “En los casos de violencia sexual de hombres contra niñas y mujeres, lo que vemos es una sociedad absolutamente machista”, explicó Ximena Norato, directora de la Agencia de Periodismo por los Derechos de la Niñez (Pandi), quien agregó que de toda la violencia sexual que ocurre en el país, el 86% se presenta en personas menores de edad. "Ahí lo que vemos es un problema en la sociedad y un problema de salud pública, en cuanto a los derechos sociales y reproductivos", apuntó.
¿Por qué se siguen presentando casos?
Para Norato todos los delitos que se cometen en contra de los niños, niñas y adolescentes ocurren, en primera instancia, porque se considera que estos son “menores”, acepción que es definida como cosa inferior a la otra en calidad o en cantidad. Considerarlos de esta manera, hace que en ese mismo sentido haya un “descuido implícito” de la sociedad por estos casos.
La falta de tolerancia, protección hacia esta población, la cultura que empieza desde adagios populares como la “letra con sangre entra” y otros que legitiman las conductas contra los derechos de las personas menores de 18 años, hacen que la situación sea aún más complicada, según opinó Norato.
Son estas las razones por las que, según la directora de Pandi, “Colombia ocupa el vergonzoso cuarto lugar en el mundo donde más se asesina niños, niñas y adolescentes. Al menos dos por día”. Y es que, tras la comisión de asesinatos, abusos sexuales, acoso y otros delitos contra ellos, la justicia no opera de “manera efectiva.
Entre 2015 y 2017 el ente acusador recibió 69.493 denuncias de todo tipo de actos sexuales abusivos. “De acuerdo con las cifras que Pandi le solicitó a la Fiscalía general de la Nación, sólo en el 15% de los casos hay una sentencia condenatoria contra los victimarios”, detalló Norato.
En el caso de la niña asesinada el pasado martes en Amagá, Antioquia, su presunto victimario fue capturado este miércoles en el municipio de Caldas, mientras que cerca de 320 personas realizaron una marcha en su municipio para protestar contra el crimen. César Quiroz, encargado de la Seccional de Fiscalías de Antioquia, dio a conocer que el presunto asesino podría purgar una pena entre los 25 y los 50 años de cárcel, teniendo en cuenta que a las condenas por los delitos cometidos contra menores de 14 años no se aplican rebajas de pena, ni beneficios por buen comportamiento.
De otro lado capturas masivas como la ocurrida este miércoles en Barranquilla, representan un precedente en la lucha contra el abuso sexual, pues 19 presuntos abusadores sexuales fueron capturados por la policía Metropolitana de la capital de Atlántico gracias a las denuncias de sus víctimas, muchas de ellas menores de edad; en la denominada "Operación Pudor".
Ante este acontecimiento, la directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), Karen Abudinen Abuchaibe, exigió la máxima condena contra los 19 presuntos abusadores sexuales de niños, niñas y adolescentes y le hizo un llamado a la justicia para que les apliquen con severidad y celeridad las penas por estos delitos.
“El abuso sexual es una de las peores violencias con nuestra niñez y nos genera grandes preocupaciones, pues se trata de una realidad que se vive en todas las regiones del país, en todos los estratos sociales y que afecta a los niños y niñas de todas las edades, por eso, celebro que las autoridades estén actuando ágil y contundentemente contra los depredadores sexuales”, sostuvo Abudinen Abuchaibe.