Aunque muchos factores pueden afectar la economía de un país, para las calificadoras de riesgo lo fundamental es la capacidad que tengan las naciones para pagar sus deudas a tiempo.
Recientemente, ante las dificultades del Gobierno para lograr de manera eficiente las metas fiscales previstas, algunos analistas advirtieron sobre la posibilidad de que el país perdiese su calificación crediticia, una nota que colocan las firmas calificadoras y que se convierte en una especie de sello de calidad de la deuda. Afortunadamente, los analistas consultados no ven un riesgo cercano de que eso pase. Pero ¿en qué consiste esa calificación y por qué es tan importante?
Giovanni Montoya Aldawe, economista y director de contenidos del Grupo Ágora, explica que las calificadoras dan al país o a las empresas una nota ante los potenciales inversionistas internacionales en relación a la capacidad que tienen para cumplir con sus deudas. Es una forma de decirle a un inversionista si es seguro dejar el dinero en una nación u otra.
¿Y qué toman en cuenta las agencias calificadoras para dar una buena o mala nota? Toman en cuenta, precisa el economista: la recaudación de impuestos, el nivel de la deuda externa o su relación con la economía del país, es decir, si es pequeña o grande con relación al Producto Interno Bruto (PIB), el pago de las cuentas fiscales, el precio del dólar, la inflación y el precio y producción de los principales productos de exportación, que en el caso de Colombia no es el café sino el petróleo.
Apunta el analista que en los años que corren el café no es determinante dentro de las exportaciones del país si se le compara con el petróleo, lo que sería distinto si el análisis se hubiese hecho décadas atrás. Evidencia de esto es que, según las cifras del Dane, el café en sus distintas presentaciones participa con un 9,8% del valor de las exportaciones del país, mientras que el petróleo lo hace con 70,2%.
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Ahora bien, siendo Colombia un país marcado por la violencia desde hace décadas, y que ahora busca completar un proceso de paz ¿tiene esto un peso relevante? “No es importante” responde el economista y agrega que “Colombia no ha perdido el grado de inversión (nota positiva) debido a la guerrilla y el narcotráfico”.
Las calificadoras de riesgo más reconocidas son Standard&Poor's (S&P), Fitch Ratings y Moody`s, las mismas usan una escala que va desde AAA (calificación máxima) hasta el grado especulativo de impago (DDD). Aunque son muy similares tienen algunas variaciones. En el caso de S&P, entre esos extremos hay al menos 23 grados agrupados de manera descendente en: Grado de inversión (AAA hasta BBB-) y grado especulativo (BB+ hasta D).
Desde la década de los noventa hasta la actualidad Colombia se ha movido entre BBB y BB, y la gran preocupación es no bajar de BBB-, ya que por debajo de esa nota se pierde lo que se conoce como “grado de inversión”, es decir, el puntaje que le dice a los inversionistas extranjeros que el país es un destino seguro para colocar sus capitales. Colombia hoy se encuentra en BBB.
¿Qué pasa si se pierde el grado de inversión?
Explica Daniel Velandia, director de investigaciones económicas de Credicorp Capital, que si Colombia llegase a perder el grado de inversión esto directamente lleva a que aumente el costo del financiamiento de los agentes económicos. “Por ejemplo, muchos inversionistas extranjeros institucionales deben dejar de invertir en el país. ¿Por qué? Porque los regímenes de inversión solamente le permiten a los grandes fondos en el mundo, como los de pensiones, invertir en los países con ‘grado de inversión’. Eso se traduciría en una salida masiva de capitales o que dejen de llegar, lo que incrementaría significativamente los costos de financiamiento, es decir, subirían las tasas de interés. Y eso no solamente afectaría al Gobierno, afectaría a todo el sector privado colombiano porque las mayores tasas de interés externas, los menores flujos de dinero entrando y el aumento de su salida, se ven reflejadas en las tasas de interés de toda la economía, precisa Velandia.
“Todo sería mucho más costoso y crecer se vuelve mucho más complicado”, enfatiza, y es así porque el costo de endeudarse se volvería mucho mayor.
Por otro lado, el grado de inversión da confianza, agrega el analista de Credicorp Capital. “Los inversionistas se sienten tranquilos cuando invierten en un país con ‘grado de inversión’, cuando esa nación lo pierde lo que se está dando a entender es que las instituciones no son lo suficientemente serias y creíbles y se generan riesgos”, apunta.
¿Cómo se afecta el ciudadano de a pie?
Pedir un crédito o comprar una casa también se haría más caro, acota Velandia. “La tasa base de cualquier economía son las tasas de los títulos de deuda pública (TES en el caso colombiano), esos son los primeros que se afectan, y los bancos, para seguir siendo rentables, tendrían que reaccionar a esa subida de tasas del sector público incrementando las tasas del sector privado. De esa manera tanto las personas como las empresas, todos, terminaríamos pagando más”.
Y la secuencia sigue: el precio del dólar se dispara y eso genera inflación. El Banco de la República tendría que salir a subir tasas de interés para controlar la inflación y ahí es donde se reproduce el mecanismo de subida de tasas que afecta a toda la economía.
En esta situación, empresas grandes como EPM y otras que incluso han llegado a tener mejor calificación que la República, también saldrían afectadas, “porque la calificación del país es el techo de la calificación de emisiones de las compañías. Cuando hay una reducción de la calificación soberana inmediatamente se produce una reducción en las de las empresas que tienen emitidos bonos en el exterior”, concluye Velandia.
¿Esta Colombia cerca de perder el grado de inversión?
Explicó Montoya que hace una semana hubo cierta preocupación porque el barril del petróleo tenía un precio bajo, sin embargo ya se ubica alrededor de 50 dólares por unidad, lo que representa un respiro para las arcas del país. De igual manera la Dian informó que la recaudación está en 50% de la meta y esto preocupó. Sin embargo, recordó el analista que los meses por venir son de mayor recaudación, especialmente los últimos del año, con lo cual esa cuenta se recupera.
En el mismo orden de ideas la presentación que hizo el Ministerio de Hacienda del presupuesto de la nación el 28 de julio dio tranquilidad a los agentes económicos dado que se mantiene dentro de la llamada “regla fiscal” e incluso anuncia recortes a los gastos. Por tanto, en su opinión, el horizonte está despejado.
Velandia coincidió con su colega: “No es un escenario probable al menos en los próximos años”. Munir Jalil, director de análisis económico del Citibank para la región Andina, precisó un lapso más claro: “Hasta que no pasen las elecciones (presidenciales) no habrá decisiones en materia de calificación. El ajuste fiscal del país ha venido tomando lugar y lo importante va a ser que el gobierno que llegue diga cuál es la propuesta que tiene”.
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Colombia, país de buena nota
Aunque Colombia, desde que se abrió su economía en 1990, tuvo doce años con mala calificación (por debajo de grado de inversión), Giovanni Montoya considera que el país ha sido de los que más tiempo en positivo ha estado si se compara con el resto de la región.
“Somos de los más juiciosos en el manejo fiscal y de política económica. Brasil, que es una potencia, lo ha perdido en muchas más ocasiones que nosotros igual que Argentina y Venezuela, que incluso tiene un tiempo en grado altamente especulativo (negativo), al que Colombia nunca ha llegado. Solamente Chile nos ha superado en Suramerica, y más recientemente Perú”, concretó el economista.
¿Y por qué los doce años negativos? Indica la historia económica del país que esa etapa (1999-20011) se inicia con la crisis de los países del sudeste asiático, con lo que la economía de la región se impacta fuertemente, fue necesario recomponer el sistema bancario después de una profunda crisis. Sin embargo fue un asunto de carácter regional más que nacional.
EPM: una nota que supera a Colombia
EPM tiene en la actualidad una calificación de BBB+, dada por Fitch Ratings y Moody´s, nota que es más alta que la de Colombia (BBB). ¿Cómo hace EPM para estar mejor ranqueada que el Gobierno? Explicó Jorge Tabares, Vicepresidente Ejecutivo de Finanzas Corporativas, Gestión de Riesgos e Inversiones de la organización, tal como señalara Velandia, que las calificadoras asignan una puntuación denominada “Country Ceiling” o “Techo País”, que es el límite superior de calificación que se podría asignar por regla general a las empresas en cada nación. Las notas que reciben las empresas colombianas están, en general, acotadas por ese límite pero no necesariamente serán iguales.
La diferencia de EPM se explica en que “dada la diversificación geográfica y de líneas de negocio con que cuenta la organización, que genera fuentes de ingresos del exterior relevantes (32% en 2016), Fitch Ratings ha asignado una calificación superior en un escalón a la de Colombia”, precisó el financiero.