El país cerró una participación histórica en los Juegos Bolivarianos que se convierten en el mejor inicio posible rumbo a los próximos Juegos Olímpicos. Venezuela, por su parte, confirmó su debacle.
Si Colombia alcanzó su mejor desempeño en los Juegos Bolivarianos y en condición de anfitrión pulverizó récords y dejó el listón muy alto, Venezuela falló en su misión de recuperar la hegemonía en la decimoctava edición del certamen que por primera vez tuvo once países participantes.
Con el fuego bolivariano apagado en la ceremonia de clausura, después de quince días de competencias en 46 disciplinas deportivas por parte de casi 4.000 deportistas, el torneo más importante de la Organización Deportiva Bolivariana (Odebo) tuvo su mejor versión según sus directivos.
Santa Marta mostró su mejor cara como sede y superó los obstáculos que se le presentaron, dado que nunca había organizado un evento deportivo de tal magnitud, para el que se invirtieron más de US$70 millones y se construyeron once escenarios nuevos de los 28 que ofrecieron las justas.
Bogotá y Cali se sumaron a la competición en calidad de subsedes y allí también, aunque en menor medida, se sintió el calor del fuego olímpico que iluminó el certamen del 11 al 25 de noviembre.
A continuación, los hechos más destacados de los XVIII Juegos Bolivarianos:
Impuso nuevo récord de medallas doradas en los 79 años de la competición y con una cifra difícil de batir: 213. Coronó al nuevo rey, el gimnasta Jossimar Calvo, quien ganó cinco oros y una plata. Dominó 27 de las 46 disciplinas deportivas que se disputaron, lo que significa el 58% del total. Asimismo, sus metales dorados superan los 208 ganados por los otros seis países miembros de la Odebo.
Estos números reflejan la gran actuación de Colombia en calidad de país sede, su ascenso al primer lugar como potencia deportiva bolivariana y la confirmación que desde las bases y hasta la cúpula directiva se hace un trabajo destacado, con el que se logró el segundo título del certamen y además de forma consecutiva.
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Bien lo dijo a Efe la campeona de salto con pértiga, la venezolana Robeilys Peinado: "Estoy un poco triste por el desempeño de Venezuela y no sé qué está pasando ahora".
Lo cierto es que este país falló en su misión de recuperar la supremacía en los Juegos Bolivarianos, de los que ha sido campeón trece veces, y tendrá que replantear sus métodos y su planificación para no seguir perdiendo terreno con Colombia en el área y ante el mundo en los demás torneos del ciclo olímpico.
Venezuela se quedó con 94 medallas de oro, 113 menos que Colombia, y si se puede hablar de un perdedor en las justas es sin duda para esta delegación.
Los XVIII Juegos Bolivarianos pueden quedar en el registro como los que no dieron casos positivos por dopaje, así todavía sea prematuro afirmarlo. El Grupo Antidopaje practicó 375 exámenes a los deportistas y la víspera de la clausura, tras recibir 300 resultados, no hubo ninguno adverso.
El médico ecuatoriano Tyrone Flórez, presidente de la comisión médica de Odebo, anunció a Efe que desde el 1 de enero de 2018 la cafeína será una sustancia prohibida por la Asociación Mundial Antidopaje (AMA) si se sobrepasan los índices reglamentarios.
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Por primera vez los Juegos Bolivarianos tuvieron cuatro países invitados -El Salvador, Guatemala, Paraguay y República Dominicana- que participaron con decoro.
El mejor de todos fue Guatemala, sexto en la tabla de medallas con un total de 72, entre ellas 20 doradas. Este resultado lo basó en el tiro deportivo, deporte en el que reclamó catorce de los 28 oros entregados, para asumir como nueva potencia regional.
República Dominicana trajo a Santa Marta a dos de sus principales estrellas mundiales, la gimnasta Yamilet Peña y el atleta Luguelín Santos, que cumplieron y se llevaron dos de los 18 oros de la delegación.
Paraguay alzó siete preseas doradas y provocó algunas sorpresas en el podio, pero sobre todo expuso la garra que caracteriza a la raza guaraní.
El Salvador envió una delegación de solo 80 deportistas, la mayoría de ellos jóvenes, y tuvo la misión de experimentar y aprender de los grandes del área, por lo que sus tres oros y quince preseas en total calcan el objetivo trazado.
5. La progresión de Ecuador
La delegación que hizo la mejor progresión en la competición fue la ecuatoriana, que comenzó hundida en los últimos lugares, tuvo a tres ciclistas expulsados por indisciplina y otros tantos sin poder competir por un error logístico en el transporte.
Mientras en el octavo día de los Juegos Ecuador ocupaba el octavo puesto del medallero apenas con cinco oros, pasó a ganar 27 en el decimotercero y 32 en el penúltimo, lo que le aseguró el cuarto puesto y al final una cosecha de 193 metales.