Es común ver en informes que presenta el Gobierno sobre el comportamiento de las exportaciones, que por lo general se compara un periodo respecto a otro, ya sea para anunciar un aumento o para reconocer una disminución, lo que no tiene ningún sentido y carece de importancia; ¿crecieron las exportaciones de abril respecto a las de enero? Si, pero…, ¿qué nos dice eso? ¿Para qué compararnos con nosotros mismos, para qué alegrarnos por el crecimiento de hoy de las ventas de un producto si quizás una oculta realidad calla que ellas vienen disminuyendo durante toda una década? De esa manera se nos ha hecho creer, por ejemplo, que somos potencia mundial en ventas de aguacate, cuando en realidad nos ubicamos en la décima posición en el mundo, con 2,6 y 8,6 por ciento de las exportaciones que realizan México y Perú, respectivamente. El correcto análisis de nuestras exportaciones debe considerar amplios periodos y establecer posicionamientos y comparaciones. Esto haremos a continuación, dejando ver algunos resultados confrontados con los de otro país que tiene una estructura productiva muy similar a la nuestra: Perú.

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Colombia superó siempre en valor de exportaciones al país inca, sobrepasándolo en el año 2013 con la más alta diferencia de 16.000 millones de dólares; no obstante, tres años después, eran las exportaciones de Perú las que superaban a las colombianas, y así se ha mantenido hasta ahora, con un promedio anual de cinco mil millones de diferencia. Minerales e hidrocarburos en ambos países tienen similar participación sobre los totales. Nos concentraremos en renglones más “generosos”, más amables con los países y con sus gentes. El principal producto colombiano en esta selección es el café, con exportaciones el año anterior de 2.335 millones de dólares, superando a Perú, que obtuvo 667 millones. Y aquí termina nuestra alegría, pues en todo lo que sigue los peruanos nos superan, y mucho. Dos mares, y una abundancia de ecosistemas productores de agua no son suficientes para que los colombianos nos destaquemos con exportaciones de pescados, siendo superados por Perú por 404 millones, además de sus exportaciones de 1.500 millones en harina de pescado, producto inexistente de nuestra canasta exportadora; somos potencia láctea latinoamericana pero la leche peruana en el exterior supera a la nuestra en 105 millones. Tenemos enormes campos, tierras aptas y dispuestas, microclimas especiales, pero nos avergüenzan los peruanos exportando 535 millones de dólares en hortalizas, mientras nosotros vendimos solo 11 millones. Muchos años atrás desde La Unión se exportó uva en grandes cantidades; hoy ese renglón prácticamente no existe en Colombia, y consumimos uvas importadas, incluidas las peruanas por valor de trece millones de dólares, prácticamente el mismo valor de las exportaciones totales de uvas desde Perú hace veinte años, y que hoy ascienden a 764 millones. Sí producimos, en cambio, fresas y cítricos, y exportamos 75 y 29 millones, respectivamente; pero nuevamente los peruanos nos superan ampliamente con ventas externas de 621 millones en fresas y 203 millones en cítricos. Y continúo con esta triste relación, reiterando lo dicho al comienzo: en aguacate no somos potencia, como sí lo es Perú, tercer exportador mundial con 722 millones, más de once veces las exportaciones colombianas de la fruta. Cuarto exportador mundial de mangos con 247 millones es un motivo adicional para que envidiemos la gestión exportadora de los peruanos.

Desde Santa Barbara y Jardín en Antioquia exportamos, muchos años atrás, espárragos. Ya no lo hacemos, pero sí los peruanos, principales exportadoras mundiales de espárragos frescos y en conserva. Y me reservo para el final un renglón de enorme importancia histórica para nuestro país, para Antioquia en particular: las confecciones. Los peruanos nos llevan varias ventajas, y una de ellas es que no tienen un Inexmoda. El año pasado exportaron 950 millones de dólares, una tercera parte correspondiente a camisetas. Colombia vendió 447 millones, pero la tendencia es decreciente pues este sector se ha dedicado a importar, en contra de las empresas nacionales.

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Como Usted ha podido observar, establecimos una comparación con las exportaciones de un país muy similar al nuestro, al que superábamos ampliamente en exportaciones hace tan solo seis años. Sin duda Perú es un milagro exportador, y deberían aprender, de sus experiencias en desarrollo de apuestas productivas, los funcionarios de los ministerios y entidades comprometidas con el comercio exterior colombiano. Ah, y los próximos gobernadores y alcaldes.