Lo acaecido en los últimos días en el país en contra de personas de la comunidad Lgtbi, que merecen el repudio de una sociedad que busca avanzar y construir una nueva civilidad.
“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.” Constitución Política de Colombia, artículo. 13.
“Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico.” Ídem, artículo 16
“…El concepto de igualdad debe ser comprendido y aplicado en el contexto de la realidad, razón por la que, su alcance no puede obedecer a criterios que desconozcan el ámbito dentro del cual están llamadas a operar las normas jurídicas...” Corte Constitucional sentencia C-588/92
La Ley 1482 de 2011 conocida como la ley ante discriminación, dice en su artículo 1: “Esta ley tiene por objeto garantizar la protección de los derechos de una persona, grupos de personas, comunidad o pueblo, que son vulnerados a través de actos de racismo o discriminación”.
Inicio este escrito citando normas y jurisprudencia colombiana a raíz de lo acaecido en los últimos días en el país en contra de personas de la comunidad Lgtbi, que merecen el repudio de una sociedad que busca avanzar y construir una nueva civilidad, incluyente y participativa.
Un caso fue el de la concejala de Bucaramanga, Sonia Navas expresó que ser de la comunidad Lgtbi es una enfermedad, luego con las cuatro “patas” metidas en el lodo trató de desembarrarla diciendo que se había equivocado confundiendo VIH con Lgtbi. Esa no se la cree ni ella.
El otro caso fue en el Centro Comercial Andino un señor ataca a una pareja homosexual, que estaba abrazando, según relatan los afectados y algunos testigos. La actitud homofóbica del agresor fue la muestra de amor enfrente de infantes que asistían a ese espacio comercial abierto al público.
En la vía pública se han visto muchas parejas heterosexuales que se exceden en sus expresiones de amor, que también pueden ser vistas como contrarias las buenas costumbres. Lo que pasa, es que en general no hemos sido capaces de cambiar el chip cerebral para admitir otras formas para el libre desarrollo de la personalidad.
Y un último caso se debe a la decisión del Partido Alianza Verde al designar a Claudia López como candidata a la alcaldía de Bogotá, a quién a través de las redes sociales le han dedicado cientos de caracteres para hacerla ver menos que otros contendores heterosexuales, solo por ser homosexual. La contienda debe darse en el planteamiento ideológico y no biológico. No comparto la manera de actuar de Claudia López en su ejercicio político, pero su homosexualidad no es causa para descalificarla como persona.
Pero todo eso es el reflejo, qué muchas veces desde la institucionalidad emiten expresiones consideradas homofóbicas o se asumen posiciones en tal sentido. Aunado a esto se presenta el lado ultraconservador y heterodoxo de la sociedad colombiana, que solo admite una de vivir la sexualidad y de familia, cuando desde la misma Constitución se promulga el derecho de la libertad y libre desarrollo de la personalidad.
Se puede estar de acuerdo o no con ciertas posturas, quien esto escribe respeta la diferencia, acepta que la condición sexual no hace a unos más inteligentes que a otros y mucho menos en inferioridad de condiciones para el ejercicio profesional o asumir cargos de responsabilidad. Hay de todo, tanto en el lado de la comunidad de los heterosexuales como en los de la Lgtbi, pero por solo ser de este segmento de la población, sus integrantes merecen el debido respeto.
El sexo es biológico, mientras que el género es el asumido por la persona, que puede aceptar o no el sexo con el que llegó al mundo. Pero sí debe haber una responsabilidad social con aceptar la diferencia y respetar el libre desarrollo de la personalidad de nuestros congéneres, porque desde esa postura se construye paz, mientras que la posición contraria en vez de construir país, lo destruye, y la paz no es solo la dejación de armas, es la consolidación en el día a día una sociedad capaz de ser asertiva y lastimosamente a Colombia le faltan muchos años para avanzar en ese sentido, en ser capaces de expresar nuestros ideales sin transgredir los derechos de los demás.
Qué estos días Santos nos inviten a reflexionar a todos como sociedad para pensar el país que queremos, aquel en el que quepamos todos o en que siga siendo excluyente.