Cuidar y proteger la fauna y flora de la Ciénaga Chiqueros en el Magdalena Medio es uno de los objetivos por los que Corantioquia, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Puerto Berrío declararán este humedal como otra área protegida en el departamento.
Ubicada en el Magdalena Medio, a 35 minutos del casco urbano del municipio antioqueño de Puerto Berrío, entre las veredas La Malena y el corregimiento Cristalina, está la Ciénaga Chiqueros, un ecosistema de 6.764 hectáreas, considerada como área estratégica no sólo de la región sino también del país, pues hace parte del sistema de humedales de esta subregión antioqueña y es una área de gran importancia ecológica en el ámbito nacional, que cuenta además con una alta biodiversidad en fauna asociada a sistemas acuáticos.
Además de tener una alta riqueza con algunas especies, esta ciénaga también tiene otras que son particulares, como el bagre rayado, que está en peligro crítico de extinción, el bocachico, el tití gris, el mono araña y el caimán aguja, y forma parte del corredor de especies como el manatí, el jaguar y otros reptiles, primates y aves. A su vez, tiene vestigios de elementos prehispánicos que le dan un valor agregado y que hicieron que Corantioquia, con apoyo de la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Puerto Berrío, la declarara como un Distrito Regional de Manejo Integrado (DMI), es decir como área protegida, pues quieren salvaguardar ecosistemas de bosques húmedos tropicales, ecosistemas acuáticos en las planicies, valles inundables y ecosistemas cenagosos, y resguardar especies de flora y fauna endémicas y en peligro de extinción.
Firma de la declaratoria por parte del Gobernador, la directora de la Fundación Natura y el Alcalde de Puerto Berrío. Fotos: María Victoria Mesa.
Alejandro González, director de Corantioquia, expresó que “este es un salto enorme que estamos dando en Antioquia, estamos dándole un mensaje a todo el país de que tienen que volcar la mirada al Magdalena, que esa es nuestra posibilidad real de desarrollo y el desarrollo incluye el medio ambiente. Ya son tres las ciénagas que declaramos protegidas: Barbacoas en Yondó, El Sapo - Hoyo Grande en el Bajo Cauca y estamos ahora en el Magdalena Medio, en unos meses estaremos en Corrales y tenemos el compromiso de La India en Puerto Nare, con la que arrancaremos para hacer la declaratoria. La idea es tener en diciembre de 2019 con cinco ciénagas declaradas y con sus planes de manejo formulados y en implementación”.
Elsa Escobar, directora de la Fundación Natura, que también apoya la protección de esta área, aseguró que “estamos felices con esta declaratoria. Lo que vamos a hacer es, a través de un proyecto que ejecuta la Fundación con recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el BID, de 750 millones de pesos, la conservación y uso sostenible de la biodiversidad en el río Magdalena. Nuestro papel es apoyar a Corantioquia en los planes de manejo y su implementación. Los haremos con las comunidades y las autoridades respectivas, estos tienen un objetivo fundamental que es el bienestar de la gente y la conservación de la ciénaga”.
Según explicó, “los humedales son fundamentales y se hace un llamado a todos los gobiernos y científicos para que entiendan la importancia de conservarlos, restauralos y no meterles agricultura y ganadería. Hay muchos que están contaminados, porque llegan muchos desechos al espejo de agua, por el cambio climático y la falta de cuidado, esto hace que muchos de los humedales se estén perdiendo, lo que puede generar un impacto negativo, pues los pescadores viven de la ciénaga y estos son albergues de especies muy importantes y especies endémicas, y cuando se estos se secan las especies no tienen donde habitar. Los humedales del río Magdalena han estado abandonados, el país no mira el río magdalena como lo que realmente es, una fuente de ingresos, pues está llena de personas que viven de está ciénaga y de los ríos”.
Luis Pérez Gutiérrez, gobernador de Antioquia, también reconoció la importancia de proteger estas zonas del departamento y aseguró que “estamos haciendo obras para toda la vida. Lo que hemos querido hacer con Corantioquia, Cornare y Corpourabá es cuidar la verdadera riqueza del departamento de Antioquia, porque la verdadera riqueza de nuestro departamento está libre, está suelta y no necesita guardarse en una caja fuerte, por eso en esta Gobernación nos hemos comprometido a dejarle a Antioquia un millón de hectáreas protegidas, esa es la meta que tenemos y espero que antes de terminar este año podamos cumplirlo y ojalá podamos dejar más de lo que se promete”.
El mandatario también confesó que desde su despacho “nos estamos comprometiendo con los humedales y vamos a seguir trabajando sin parar, estamos pensando en el largo plazo y presentaremos una ordenanza para que Antioquia vaya comprando paulatinamente los seis páramos que tiene el departamento, que son los que regulan el nacimiento de los ríos. Queremos congelar toda la tierra de los páramos para cualquier tipo de producción y luego los compramos y le dejemos eso a Antioquia”.
William Naranjo, un pescador nacido en la Ciénaga Chiqueros hace más de 60 años, resaltó en diálogo con EL MUNDO que “desde hace muchos años hemos querido que los bajos sean protegidos, porque son los nacimientos de la ciénaga y hay personas que quieren sembrar pasto en los bajos y eso la secaría”.
La noticia de que esta zona sería área protegida la tomaron “con mucha alegría, porque nosotros algunas veces pescamos en ella, pues se encuentran caimanes, pescados, babillas. Nosotros vivimos de eso y queremos evitar que le hagan daño y terminen secándola”.
Por su parte, Rodrigo Morales, presidente de la Federación Colombiana de Pescadores y Ambientalistas, Fecolpa, en Puerto Berrío, opinó que esta declaratoria es una gran estrategia importante para conservar la fauna y flora, pues la ciénaga “tiene una gran biodiversidad y muchas especies, que hay que conservarlas y protegerlas”.
Acciones integradas como limpieza de caños, proyectos piscícolas, tortugarios y viveros para reforestación con especies nativas, son actividades que se llevan a cabo de manera conjunta con las comunidades de pescadores y campesinos, las cuales hacen parte de la estrategia de Gestión Integral de los Ecosistemas Cenagosos de Corantioquia denominada Humedales de Vida.
Dicha estrategia incluye un trabajo con enfoque comunitario que incentiva la producción sostenible a través de la reconversión de los sistemas productivos en las áreas de influencia, del que se destaca el compromiso de las comunidades ganaderas, quienes tuvieron la disposición para desarrollar acciones de restauración en el área protegida.
Además de la riqueza natural y de la importancia para el sustento de los habitantes de la zona, la ciénaga también tiene historias, como la que William le contó a este medio: “Hace muchos años, unos pescadores vieron allí una sirena, una madre agua. Eran las 12 del medio día y ella estaba sentada en la mitad de la ciénaga, peinándose. Ellos aseguran que la vieron bien y era mitad mujer y mitad pez”.