La Asamblea General de Accionistas aprobó el cambio de estatutos que le amplía a Epsa su margen de crecimiento en el mercado de distribución. Energías Renovables no Convencionales serán el foco de inversión en infraestructura eléctrica.
Con el visto bueno de la Asamblea General de Accionistas, Celsia, la filial de energía del Grupo Argos, dejará de ser una empresa de servicios públicos (E.S.P.) para convertirse en una sociedad inversionista en infraestructura eléctrica.
Así las cosas, las operaciones de generación y transmisión en Colombia serán asumidas por la Empresa de Energía del Pacífico –Epsa-, en una movida que, según explicó Santiago Arango Trujillo, vicepresidente de asuntos corporativos de Celsia, le permitirá a la compañía vallecaucana tener mayor espacio de crecimiento en el mercado.
Con el cambio de razón social, explicó Arango Trujillo, Celsia dejará de estar vigilada por la Superintendencia de Servicios Públicos, lo cual le imponía un límite regulatorio del 15% del mercado de transmisión a Epsa, que ahora podrá crecer e incorporar lo generado en proyectos como el Plan5Caribe o los activos de la recientemente adquirida Enertolima.
Esta fue una de las decisiones más importantes entre las adoptadas en la Asamblea, que se celebró este miércoles en Plaza Mayor con la presencia de 409 accionistas en representación del 84,8% de las acciones en el mercado. Otra tuvo que ver con la aprobación de un dividendo de $184 por acción, monto superior en un 8,2% al entregado en 2018 y que será pagado en cuatro cuotas.
“El resultado fue muy bueno el año pasado. Pudimos darles ese premio a los accionistas que nos acompañaron en la capitalización”, dijo el líder de Celsia, Ricardo Sierra Fernández.
Adicionalmente, los accionistas ratificaron la actual Junta Directiva de la compañía, conformada por Jorge Mario Velásquez, presidente del Grupo Argos; Alejandro Piedrahíta, vicepresidente financiero del Grupo Argos; Gonzalo Alberto Pérez, presidente de Suramericana, y los miembros independientes María Fernanda Mejía, María Luisa Mesa, David Yanovich y Eduardo Pizano.
En cifras concretas, en 2018 Celsia obtuvo ingresos consolidados por $3,4 billones, una utilidad neta de $351.000 millones y realizó inversiones por $618.000 millones.
El presidente de la Junta Directiva de Celsia, Jorge Mario Velásquez, destacó la “vibrante cultura interna de innovación” de la compañía, sobre la cual enfatizó que seguirá “avanzando con pasos decididos” en la estrategia trazada de consolidarse “como un competidor diferente que está listo para aprovechar las tendencias mundiales” de la industria
Una muestra de ese camino trazado fue la decisión de Celsia de no desarrollar el proyecto hidroeléctrico Porvenir II, ubicado en el municipio de San Luis (Antioquia).
“Nosotros no hemos renunciado en el sentido de dejar el proyecto, estamos es en la búsqueda de un inversionista para que desarrolle y lidere el proyecto”, detalló el líder Sierra Fernández, quien se mostró optimista frente a la posibilidad de encontrar un socio, pero fue claro en que “la decisión de la Junta es enfocarnos hoy en las energías renovables no convencionales y en distribución”.
“El proyecto es muy bonito, son 350 MW, una inversión de US$ 800 millones en la región que pueden generar más de mil empleos, es un proyecto con licencias. Sin embargo, estos procesos en el mundo de la energía han venido cambiando y de lo que ha venido cambiando es que hoy tenemos energía solar, energía eólica muy competitiva”.
Recalcó que, además, las oportunidades de crecer en distribución, “como la que se nos presentó con Tolima, no se dan todos los días. Así que, lamentablemente, la plata no aguanta para todo”.
Sin embargo, Ricardo Sierra Fernández también aclaró que la compañía no va a dejar de lado las pequeñas centrales, como la que se está construyendo en la actualidad en el municipio de San Andrés de Cuerquia (Antioquia), proyecto que se prevé inaugurar a finales del próximo año.
“Estamos muy contentos con ese proyecto y creemos y le apostamos a las pequeñas centrales y la idea es tener una pequeña central cada año para construir”, reiteró.
Alcanzar ingresos consolidados por US$ 5 billones al 2025 y una presencia en seis países, son los dos componentes principales de la “mega” (meta estratégica grande y ambiciosa) planteada por Celsia en su informe de gestión.
En cuanto al crecimiento, Ricardo Sierra Fernández señaló que la región ideal es desde Colombia hacia Centroamérica, sin México. “El quinto y el sexto país deberían nacer de esa región (ya está en Colombia, Panamá, Costa Rica y Honduras), allá hay debilidades energéticas, hay problemas de suministro de combustibles, hay buenos climas, hay viento, hay sol, entonces yo creo que hay que buscar ahí unas oportunidades a ver dónde llegamos a crear valor”.
Frente a los ingresos, reconoció que “estamos lejos”. “Lo que tenemos en proyectos nos debe poner una cifra de 1.6 billones de dólares” para 2019, mientras que el millón de clientes consignados en la mega ya se alcanzaron, gracias a la operación con Enertolima.
Precisamente, durante la Asamblea se socializó la compra de la compañía tolimense que debe comenzar a operar bajo la batuta de Epsa en aproximadamente dos meses, después de que se surtan los procesos legales.
“Estamos pasando de tener 620.000 clientes en el Valle del Cauca, que tienen la mejor calidad del servicio de energía en el país, a tener 480.000 clientes nuevos, o sea que sumando vamos a llegar a 1.100.000 clientes”, contó el presidente de Celsia, quien explicó, además, que el valor de la operación fue de $1,68 billones por todos los activos de distribución de energía en el Tolima.
Para financiar esta operación, Esteban Piedrahíta, líder financiero de Celsia, explicó que se va a realizar una emisión de bonos para Epsa, una vez la Superintendencia Financiera apruebe la ampliación del cupo de emisiones desde los $900.000 millones hasta los $2 billones.
“La mitad de lo que es el precio de ese negocio se pagaría con esta emisión de bonos y un pedazo complementario sería para el fortalecimiento de la liquidez de la organización”, expresó.
La compañía también dio parte de cumplimiento del cronograma de compromisos asumidos con el Gobierno Nacional y la costa Caribe con la entrega oportuna de los siete proyectos del Plan5Caribe, que requirió inversiones por $480.000 millones; y de la puesta en operación de Celsia Solar Bolívar, el primer proyecto a gran escala de generación fotovoltaica en el Caribe, con una capacidad de 8,1 MW conectados al Sistema Interconectado Nacional.
Frente a futuras inversiones, la compañía explicó que la meta es tener 4450 MW instalados en un lapso de tres años mediante proyectos en regiones como Santander, Cesar, Valle, Tolima y La Guajira, así como en el exterior.
En energía solar, según Esteban Piedrahíta, líder financiero, “lo que tenemos planeado ronda los $100.000 millones: $30.000 millones en Panamá; $30.000 en una granja en Espinal (Tolima) y una cifra similar en techos solares.
“Hay una gran revolución solar en camino en Colombia, esa tecnología ya es muy competitiva”, enfatizó Ricardo Sierra.
En energía eólica hay proyectos que suman 330 MW: “vamos a empezar a construir a finales de este año los primeros 80 MW en La Guajira y tenemos otro proyecto por fuera de La Guajira que más o menos son 60 o 70 MW”, explicó Piedrahíta.
Otros proyectos eólicos ingresarían al sistema entre 2021 y 2024 para una inversión total de US$ 500 millones.
Finalmente, frente a la posibilidad de que Celsia se interese por la compra de Electricaribe, el presidente Ricardo Sierra fue claro en que “nosotros vamos a estar interesados en mirar si hace sentido dentro de la estrategia de Celsia mirar esos activos. Lo miraremos con el juicio y con la responsabilidad que corresponde y con un respeto profundo por el mercado de la costa, al que le creemos mucho y confiamos mucho en sus posibilidades”.