Celebrar la
buena educación
La definición de los fines de educación debería resultar de discusiones abiertas, a las que ha invitado el alcalde Federico Gutiérrez, con la comunidad académica y los sectores sociales interesados.
En la gala de los Premios Ciudad de Medellín a la Calidad de la Educación, instituciones educativas, docentes y estudiantes, o grupos de ellos, recibieron importantes estímulos, la escultura El árbol de la vida y el aplauso colectivo a sus logros por una mejor educación. También fueron reconocidos educadores a quienes exaltamos como ejemplos de vida: la doctora Beatriz Restrepo Gallego, asesora, y el doctor Guillermo Zapata, decano de Educación de la UPB, así como el padre Horacio Arango, exrector del Colegio San Ignacio, y la madre Ligia Rivera, exrectora del Colegio Jesús María, a quienes se ofreció homenaje póstumo.
La gala es el momento cumbre del proceso de auto-reflexión de instituciones educativas y comunidades académicas liderado por la Alcaldía de Medellín y Proantioquia, con sabio liderazgo del doctor Rafael Aubad López, apoyado por la Universidad de Antioquia y EL MUNDO, en el Consejo Rector, y los mencionados, junto al Banco de la República y la UPB, en el comité académico. Once años de trabajo han forjado un modelo de evaluación mediante auto-análisis, a partir de guías probadas por expertos, y diálogo con pares académicos que participan en la pre-calificación, la selección y el análisis final de postulaciones y que en los distintos momentos retroalimentan a los participantes.
Los procesos de excelencia, calidad y mejoramiento, así como las experiencias significativas en materia pedagógica y el apoyo a la convivencia en las instituciones educativas, siempre invitan a volver sobre las preguntas alrededor de las intenciones de la sociedad cuando se propone forjar un sistema de “educación de calidad”, construyendo el mejor legado para sus niños y jóvenes. La pregunta también exige interrogarse por los medios para lograr las metas. La definición de los fines de educación debería resultar de discusiones abiertas, a las que ha invitado el alcalde Federico Gutiérrez, con la comunidad académica y los sectores sociales interesados en aportar a la consolidación de un modelo de ciudad desde la educación, así como de educación para la ciudad. El debate es complejo, pues se trata de dar prioridad a enfoques, objetivos y resultados, a los cuales hay que hacer seguimiento en el mediano plazo, en el que se realizan las metas de la educación.
Sin que sea contraria al propósito de trabajar por buenos resultados en las pruebas Saber y Pisa, que el actual Gobierno Nacional ha convertido en referentes, y hasta fines últimos del proceso formativo, las administraciones precedentes de Medellín dirigieron importantes presupuestos y esfuerzos a la formación de personas integrales para la vida y la ciudadanía, que es un modelo sustentado en el fortalecimiento de los maestros como centro de la comunidad educativa. La construcción o mejoramiento de infraestructura escolar digna; el proceso de formación de líderes educadores (rectores, maestros y grupos de apoyo) que impulsó el diseño y construcción de Mova, inexplicablemente ralentizado en el último año, y el estímulo a iniciativas de creación y convivencia, coadyuvaron a recuperar la educación como sueño de comunidades y jóvenes, y a fortalecer instituciones educativas creativas e inspiradoras de sus comunidades, como las que concurren a los Premios Ciudad de Medellín.
Guiadas por las metas del Gobierno Nacional, que en sus últimos reportes atribuye el mejoramiento de resultados del sistema educativo en siete puntos de las Pruebas Saber 11, a políticas como Ser pilo paga o el Índice de calidad de la educación, las autoridades de Medellín anuncian que van a enfocarse en el mejor desempeño del sistema en esos exámenes, así como en el combate a la gravísima deserción escolar. El propósito explica la prelación a proyectos como Saber Es, de ensayo de pruebas de Estado en instituciones educativas, a la iniciativa ejecutada con alumnos de grado once durante el año que corre, le atribuye la Administración Municipal el hecho de que en el conjunto de Pruebas Saber 11, Medellín hubiera mejorado en cinco puntos, un avance que reconoce más rápido que los precedentes pero que los conocedores a fondo de la aplicación de las Pruebas y la organización de resultados adjudican, como el obtenido en el campo nacional, a modificaciones técnicas en la entrega de resultados, demostrando con su interpretación los equívocos que pueden resultar si se ratifica el afán de dar prioridad a las pruebas sobre las personas que son sujeto y razón de ser del proceso educador.