La atleta antioqueña Caterina Ibargüen, vigente campeona olímpica y mundial de triple salto, se resarció de la derrota que encajó la pasada semana en la Golden Gala de Roma, tras imponerse este martes en los Paavo Nurmi Games, con un mejor salto de 13,97 metros.

Una discreta marca -Ibargüen saltó 14,78 en la capital italiana-, que a punto estuvo de costarle un nuevo disgusto a la colombiana, que se vio relegada a la tercera posición tras la cuarta rondas de saltos, superada por la ucraniana Olha Saladukha y la lituana Dovile Dzindzaletaite.

Pero Ibargüen, quien tan sólo ha encajado dos derrotas en los últimos cinco años, no estaba dispuesta a volver a sufrir un nuevo tropiezo y ayudada por un viento favorable de 1,5 metros por segundo volvió a recuperar la primera plaza con un salto de 13,96 metros en su quinta tentativa.

Registro que la colombiana, quien buscará en agosto próximo en Londres encadenar su tercer título de campeona del mundo consecutivo, mejoró en un centímetro, 13,97, en su último salto sobre la pista del estadio Paavo Nurmi de Turku (Finlandia).

Tampoco brilló, pese a su triunfo, el francés Renaud Lavillenie, que se impuso en la prueba de salto con pértiga con una marca de 5,81 metros, acorde con la “gris” temporada que hasta ahora está protagonizando el galo.

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Tal y como confirmaron los tres nulos que el vigente subcampeón olímpico realizó sobre 5,91, en su intento de arrebatar al jovencísimo sueco Armand Duplantis, de tan solo 17 años, la mejor marca mundial del año -5,90-.

Muy lejos de sus prestaciones habituales se mostró también la rusa Mariya Lasitskene, quien compite con autorización de la Iaaf, que tras saltar el pasado domingo 2,04 en la localidad holandesa de Hengelo, se alzó con la victoria en los Paavo Nurmi Games con unos “discretos” 1,95 metros.