Así lo expresó en el lanzamiento de Vives, un trabajo discográfico con el que el artista samario exploró diversas colaboraciones y enfocó sus letras en relatos de la vida diaria.
Tres años después de su último disco de estudio, Carlos Vives lanzó este viernes en todo el mundo su nuevo álbum Vives, un trabajo que cuenta con 18 canciones y está lleno de "historias y mensajes urgentes".
"He ido recogiendo experiencias sin perder la esencia. Hoy se piensa en cómo hacer una canción que vaya a tener más vistas, más likes y vaya a sonar más en la radio... yo pienso en el álbum, en contar historias", sostiene el cantautor nacido Santa Marta.
Vives, que se empezó a grabar hace año y medio entre Miami y Bogotá, incluye canciones ya conocidas como La bicicleta (en colaboración con Shakira),Robarte un beso (con Sebastián Yatra),El orgullo de mi patria (dedicado a los ciclistas colombianos), Pescaíto y Al filo de tu amor.
Junto a ellas, muestra también composiciones nuevas como La mujer en la ventana, Los niños olvidados o Todos somos México.
Este disco, que Vives considera el mejor de su carrera, cuenta con otras colaboraciones como la mexicana Thalía y Elena Vives, su hija de nueve años de edad.
"Hice una canción muy experimental, sensual, nunca había escrito nada igual, no sabía si iba a entrar o no (...) a Thalía le encantó, ella la cantó y me dije 'me gusta más', le da un sentido, picardía, sensualidad. Y se metió en el disco", explicó.
Respecto a la participación de su hija Elena, Vives se emocionó al contar el origen del tema: "Esta canción viene de una escena familiar con unos sobrinos canadienses que hablan francés. Estábamos todos juntos y uno de mis sobrinos se tomó una vaso de leche y se le quedó un bigote marcado; yo le dije 'Monsieur Bigoté' y esa vaina generó una recocha familiar".
"Terminamos haciendo una canción y Elena me dijo: 'esa canción debe estar en el nuevo disco'. Y le dije que tenía toda la razón, hasta que participó en ella".
Las novedades musicales de este álbum rozan, en algunos casos, el nuevo sonido urbano sin abandonar las antiguas melodías.
Para Vives, este acercamiento a un territorio más joven es una evolución natural para artistas como él que empezaron a trabajar hace 25 años con músicas como el vallenato, el porro o la cumbia.
"Escribimos canciones de la misma manera. Ahora hay formas de vestirlas sin cambiar la esencia. Este disco muestra esas conexiones. Por ejemplo, cuando escribí Vallenato desesperado, Shakira lo convirtió en La bicicleta. Es un vallenato que ella le puso un estilo 'Dance Hall'... Sigue siendo mi forma vallenata de decir las cosas con un vestido de Shakira", aclaró.
Vives, que ya sufrió la ira de puristas cuando sacó Clásicos de la provincia (1993) -"con La gota fría me quisieron matar porque, decían, había dañado el folclor colombiano"-, se muestra abierto a otros ritmos como el reguetón aunque no comparta algunas de sus letras.
"Uno debe entender el reguetón, es un ritmo que hoy está hecho con unas máquinas nuevas. Pero es un ritmo mucho más ancestral de lo que pensamos. Y es por eso como me conecto con el reguetón, por su conexión con el vallenato, y lo hago con mensajes diferentes", dice.
Según Vives, esta idea le permite seguir siendo uno mismo y, a la vez, "conectar con los jóvenes".
El artista, que este sábado será la estrella de la inauguración de los XVIII Juegos Bolivarianos en su natal Santa Marta, afirma que tiene más proyectos que, de momento, no piensa desvelar.
"Hace 25 años quemé las velas y decidí trabajar a partir de la música colombiana. Cada día, ese viaje es más intenso", concluye dejando un enigma.