Reducir el consumo de sustancias ilícitas por parte de los menores de edad y reforzar la seguridad en planteles educativos, ese es el propósito del uso de unidades caninas en establecimiento oficiales de Envigado e Itagüí.
El primer municipio del área metropolitana que presentó la medida de utilización de perros antinarcóticos en la entrada de las instituciones educativas para que olfateen y no permitan el ingreso de sustancias psicoactivas a los colegios fue Envigado, en cuya municipalidad avanza, por el periodo de un mes, la primera fase del programa Uces -Unidades Caninas para Entornos Seguros-, que hace parte de toda una estrategia que busca identificar el tráfico y la distribución de sustancias ilegales y de consumo, al tiempo de combatir, de manera frontal, el microtráfico en los 23 planteles educativos oficiales de la llamada Ciudad señorial.
Por ahora, en la etapa de sensibilización, la comunidad educativa está siendo informada de la estrategia, y luego los caninos llegarán a esas instituciones, se estima que entre la última semana de febrero y la primera del mes de marzo de este 2020. Inicialmente, se hará efectiva en la Darío de Bedout y el Comercial de Envigado, con dos unidades caninas operadas por agentes de la Policía Nacional.
Juan Gabriel Vélez Manco, secretario de Educación del municipio al sur del valle de Aburrá, precisó que las unidades caninas estarán junto a todo un equipo interdisciplinario, conformado por personal de la Policía Nacional, de Infancia y Adolescencia y auxiliares bachilleres; además de funcionarios de las secretarías de Seguridad, Salud y, por supuesto, Educación, entre otros.
“Este es un esfuerzo en llave. Además de la comunidad educativa, los maestros y directivos docentes, con la comunidad, que rodea a las instituciones, y que debe estar vigilante para que se protejan a todos nuestros estudiantes, y con las familias”, dijo Vélez Manco.
No obstante, la Personería y la Comisaría de Familia de Envigado estarán ahí también, vigilantes dentro del accionar de la estrategia, para que no se vulneren los derechos a los estudiantes, añadió el funcionario.
De igual forma, en Itagüí se presentó la estrategia Entornos escolares seguros, con la que el gobierno del alcalde José Fernando Escobar Estrada buscará, en forma similar, “generar espacios libres de consumo y venta de estupefacientes en las instituciones educativas, garantizando la salud mental de los niños, niñas y adolescentes”, declaró a EL MUNDO.
Estas estrategias fueron valoradas por Ramón Acevedo, médico psiquiatra, especializado en Gerencia Pública y quien fuera concejal de Medellín en el cuatrienio 2016 – 2019, como “acciones muy importantes para proteger a los jóvenes, porque, indudablemente, los papás no siempre lo hacen, y el Estado tiene que intervenir, con el apoyo de las escuelas y actuando frente a esto tanto con seguimiento adentro como fuera de la misma. Para mí, es más importante eso, el prevenir, que otra cosa en esta problemática”.
Pero, ¿cuáles acciones acompañan las propuestas en pro de su efectividad? Y ¿Cuáles son los protocolos para ayudar a las familias o para colaborar con entidades como la Fiscalía en el caso que se requieran?
Doña Martha Isabel tiene a su nieta en el grado décimo de la I. E. Darío de Bedout, una de las dos primeras en ser beneficiadas en Envigado por el Uces. Según informó Braulio Espinosa Márquez, alcalde de ese municipio, fue seleccionada tras previas indagaciones y reportes por problemáticas de microtráfico a estudiantes. Ella manifestó tener muchas dudas, aunque resaltó que es un programa que le da esperanzas. “Uno de primera, piensa: ‘¿Y esos perros qué? ¿Les podrán hacer daño a los niños? ¿Sí servirá para algo?’, y hasta se imagina qué pasaría si a mi nieta le llegan a encontrar drogas. Pero, luego, escucha al alcalde y sus razones para implementarlo y se le abre la mente a la espera de que en realidad esta situación cambie para bien”.
Ante esas dudas, el secretario de Educación Vélez Manco, defendió que en el programa Unidades Caninas para Entornos Seguros los integrantes del equipo interdisciplinario estarán dotados de equipos y tecnologías de última generación, con las cuales se busca “garantizar el adecuado acompañamiento en las instituciones educativas en pro de la atención efectiva de las problemáticas que atacan la seguridad y la convivencia”.
La idea en esta municipalidad es que las unidades de caninos realicen el acompañamiento permanente a las I. E. y se pueda dar atención inmediata a cada una de las problemáticas que afectan la seguridad y la convivencia en ese entorno escolar.
No obstante, se debe clarificar que se trata de una medida preventiva y no para el señalamiento. De llegarse a detectar a un menor de edad con porte de estupefacientes, por parte del canino, el propósito no exponer a los estudiantes, y hasta a los empleados del colegio que los tengan en su poder, “aquí no se trata del escarnio público, por eso ya establecimos dos protocolos, diferenciados, tanto para menores de 14 años como para los mayores de 14 años”, expuso Juan Gabriel Vélez Manco.
Por tanto, en los estudiantes con edades menores a los 14 años, el procedimiento establecido inicia con intervención del Comité de Convivencia Escolar, a manera exploratoria de su problemática en particular; paso siguiente la Secretaría de Salud, que ofrecerá atención psicosocial, y de seguido actuarán las directivas de la I. E., a quienes se les pidió definir y establecer un plan de acompañamiento con los menores de edad y sus padres.
El alcalde Espinosa Márquez declaró: “Es gravísimo que tengamos un menor ingresando sustancias psicoactivas a una institución”.
Además, el protocolo establecido con los mayores de 14 años inicia con la acción de la Policía de Infancia y Adolescencia, que será la encargada de realizar el procedimiento que podría terminar en una aprehensión, según informó el secretario de Educación de Envigado.
En ese sentido, el comandante del Distrito 7 del sur del valle de Aburrá de la Policía Metropolitana, Iván Darío Peñarete Hoyos, reveló que los caninos siempre irán con un miembro de carabineros e insistió: “Contarán con el acompañamiento permanente de la Personería para garantizar que se cumpla todo el protocolo reglamentado”.
El pasado jueves 16 de enero, durante la presentación del programa en la Darío de Bedout, el alcalde declaró: “No podemos desconocer que el microtráfico ha logrado permear las barreras que podrían impedir ese paso de sustancias ilícitas hacia las instituciones. Esto es algo que ha pedido, reiteradamente, la comunidad envigadeña”.
El Uces -Unidades Caninas para Entornos Seguros- cuenta con una inversión anual superior a los $300 millones, son recursos propios de la Alcaldía de Envigado.
Ahora bien, para el caso de Itagüí, la estrategia Entornos escolares seguros también es integral e igualmente cuenta con la Policía de Infancia y Adolescencia, caninos antinarcóticos y funcionarios de la Personería. “Lo que haremos es tener a la Policía Canina adentro y alrededor de las instituciones educativas, para evitar la venta y consumo de drogas, esto contribuye al cuidado de los ambientes y entornos protectores”, dijo a EL MUNDO el alcalde, José Fernando Escobar Estrada.
Con esta medida no solo se buscaría detectar drogas, sino también armas cortopunzantes que puedan portar los jóvenes.
En esa ciudad, que tiene 30.000 estudiantes en 24 instituciones educativas y 35 sedes, un patrullero de la policía perifoneaba, en la mañana del pasado jueves 23 de enero, en las calles aledañas a la Institución Educativa Diego Echavarría Misas, ubicada cerca al parque principal de esa municipalidad: “Ayúdenos a cuidar el entorno, a que estos espacios sean realmente para la educación, y que los jóvenes puedan, sanamente, construir su proyecto de vida”.
Y continuó: “Queremos que todos los jóvenes nos ayuden a trabajar, fuertemente, por tener esos entornos protectores, queremos que los vecinos también se unan y aporten en ese propósito”.
Para el alcalde, un joven que se mete en las drogas es un problema, no solo por él, también para la familia y para la sociedad. “Estamos dispuestos a dar todo el acompañamiento para la recuperación”, dijo, a la vez que reconoció la importancia de involucrar a todas las personas del barrio, al tendero, el peluquero, los regentes de la farmacia y hasta a los abuelos.
En esa estrategia, los protocolos de atención son: “Primero pedimos la autorización a la I. E., por medio del Consejo de Dirección, y actuará luego la Policía de Infancia y Adolescencia, para hacer el acompañamiento definido por ley. Aquí lo que queremos es establecer una línea de prevención y atención más que el ataque a un niño o un joven. Queremos crear conciencia de por qué las drogas le hacen daño a nuestros jóvenes, niños y a toda nuestra comunidad”, narró el alcalde.
Desde otro punto de vista, Diana Gil Buenaventura, madre de familia, consideró que “todas las acciones que se puedan hacer para eliminar el consumo de drogas en los colegios serán bien recibidas por un padre de familia; sin embargo, a ella le inquieta saber qué pasaría con los estudiantes que ya tienen la mayoría de edad o aquellos que estudian en la nocturna.
Por lo cual, Rafael Otálvaro Sánchez, secretario de Seguridad, informó que de los 30.000 estudiantes de Itagüí, 3.000 pertenecen al Clei, Ciclos Lectivos Especiales Integrados o educación formal de adultos, y para ellos también aplican las medidas de la estrategia, y como son personas en extra-edad “aplicaría la aprehensión de las autoridades y hasta la judicialización de la Fiscalía Nacional, de llegarse a ver involucrados en las redes del microtráfico”.
Braulio Espinosa Márquez, alcalde de Envigado, confirmó que en la segunda etapa de Entornos escolares seguros el municipio comprará cinco caninos, “con los cuales pretendemos asegurar la efectividad de la estrategia”, finalizó.
El médico psiquiatra Ramón Acevedo expuso a EL MUNDO que todo lo que se pueda hacer para evitar que los jóvenes sean instrumentalizados en el tema del microtráfico es muy importante para la sociedad. “Proteger a los niños y jóvenes alrededor de las instituciones educativas es fundamental, porque hay varias cosas que, indudablemente, están pasando en la ciudad y en todo el valle del Aburrá y no nos podemos quedar sin hacer nada, como que las bandas criminales les estén haciendo seguimiento a los NNA, tanto desde la casa, como desde el barrio y al interior del colegio, para identificar cuáles de ellos tienen problemas y atraparlos en sus redes”.
Para el psiquiatra es lamentable que a veces se logre detectar a tiempo esta situación, pero “los padres de familia se hacen los de la oreja mocha, y aun sabiendo que está pasando eso se lo niegan a sí mismos y no intervienen. Entonces, si se logra identificar rápidamente al interior del colegio, y los estudiantes saben que afuera del colegio están los perros y que los van a detectar si llevan droga; así logramos, por un lado, evitar que los instrumentalicen, y por el otro, es válido poderlos identificar y ofrecerles lo que dicen los alcaldes de Itagüí y Envigado, respectivamente, que se resume en un programa de restitución de derechos, ofreciéndoles tratamientos, si hay necesidad en el ámbito familiar, atención con sicología o con siquiatría”.
Mucho se ha especulado sobre si al utilizar caninos en las instituciones educativas se estaría vulnerando el derecho a la libre personalidad de los NNA.
Al respecto, Ramón Acevedo, psiquiatra expresó: “Se habla de que se violenta el libre desarrollo de la personalidad, pero es que la personalidad sólo se desarrolla a partir de los 21 años, antes de esa edad hay que hacer el mayor esfuerzo, y el que sea, para evitar el consumo de sustancias psicoactivas.
Además, está demostrado que mientras más tarde se inicia el consumo de sustancias psicoactivas, menos daño se hace y es más probable que no se genere la dependencia; por lo tanto, hay que defender a los NNA con todas las herramientas que podamos legalmente tener, y no se puede hacer de esto un proceso de seguimiento y de judicialización, este tiene que ser un proceso de restitución de derechos y de protección de la salud, así se tiene que entender”.