Mientras desde el gobierno, en especial el Ministro Cárdenas Santamaría en varios momentos expresa que la economía colombiana en relación con otros países de la región está bien, ese bienestar debe ser mirado con mucho cuidado.
En el argot marino la “calma chicha”, según Arturo Ortega Morán, significa ausencia de viento que desespera a los marineros, en otro contexto, metafóricamente sería una “quietud desesperante”.
Y no es para más, el país en los últimos meses se ha visto centrado en un solo tema: la implementación de los acuerdos de la Habana, que no deja de ser prioritario para los intereses de todos los colombianos, y aboca al país a una situación de calma chicha.
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Por el lado de la actividad económica e inversión, el país está en “modo nevera” con “riesgo” de subir al congelador. El Banco de la República para el primer trimestre del presente año reporta las siguientes variaciones:
Ítem |
IV Trimestre 2016 |
I Trimestre 2017 |
% variación |
PIB |
1.6% |
1.1% |
-31.25 (desfavorable) |
Consumo final |
1.8% |
1.4% |
-22.22 (desfavorable) |
Exportaciones |
-3.3% |
-3.6% |
9.09 (desfavorable) |
Importaciones |
-4.3% |
-0.4% |
-90.07 (favorable) |
Saldo de la deuda como porcentaje del PIB |
43.9% |
43.8% |
-0.22% (favorable) |
Inversión extranjera directa (Usd millones) |
3.068 |
2.515 |
-18.02 (desfavorable) |
El índice de confianza del consumidor, que indaga sobre la intención del gasto de los consumidores, con base en la percepción del momento y futura sobre la situación de empleo, economía familiar y del país, realizada en Colombia por Fedesarrollo, muestra que en diciembre 2016 fue del -10.7% y para abril del presente año fue de -12.8%, con una caída del 19.63%
Mientras desde el gobierno, en especial el Ministro Cárdenas Santamaría en varios momentos expresa que la economía colombiana en relación con otros países de la región está bien, ese bienestar debe ser mirado con mucho cuidado, máxime, que, en este segundo semestre comienza en firme la carrera preelectoral hacia los comicios presidenciales de 2018, poniendo en riesgo el cumplimiento de las metas establecidas en la Visión Colombia 2019, como por ejemplo, se plantea en este documento la perentoria necesidad de crecer a un ritmo del 6%, estamos lejos de ello.
Esta “calma chicha”, está metida en una olla a presión, qué si no se le abre la válvula de escape, en donde se plantee un acuerdo de unidad en todos los matices que garantice ponerle un norte al desarrollo socioeconómico del país, esto será un país inviable.