El tema de la calidad del aire es una problemática que abarca los diez municipios del valle de Aburrá y no sólo a la ciudad de Medellín, por lo tanto la solución a esta constante debe ser unánime e involucrar a toda el área metropolitana. ¿Cómo hacerlo?, la entidad que rige esta parte de Antioquia da la respuesta.
Cada día son más las personas y los vehículos que ocupan el territorio metropolitano. La solución no es desocuparlo, sino saber convivir y culturizarnos todos de la mism
Por estos días en los que la desfavorable calidad del aire ha sido la constante y que ha llevado a que la Junta Metropolitana tome decisiones más drásticas surge una pregunta de cuál sería el remedio para este problema no sólo en Medellín sino en el área metropolitana, porque a diferencia de lo que muchas personas piensan la solución no es desocupar a Medellín, sino hacer algo conjunto entre los diez municipios que conforman el valle de Aburrá para que la solución sea realmente efectiva.
Pero, ¿cómo se puede resolver un problema metropolitano cuando la autoridad metropolitana es limitada en el ordenamiento territorial y en el ordenamiento Ambiental?, esta pregunta se la planteó EL MUNDO al Área Metropolitana.
Víctor Hugo Piedrahíta Robledo, subdirector de Planeación Integral Área Metropolitana del Valle de Aburrá, fue el designado para responder a la pregunta expresada por este medio a la entidad encargada del área metropolitana y afirmó que “para esa pregunta hay una respuesta muy concreta y es cultura. Eso se puede lograr desde las facultades que tiene el Área Metropolitana y desde las facultades que tienen los alcaldes desarrollando un ejercicio de gobernanza real, que es en lo que nos hemos enfocados, sobre todo durante estos últimos cuatro años”.
Cuando inició su gestión, explicó Víctor Hugo, “nos encontramos con una problemática metropolitana, de bajo nivel de articulación y concertación para el desarrollo sostenible y todo esto lo que genera es ocupaciones indebidas del territorio, procesos de contaminación, malos manejos de los flujos y los recursos hídricos, congestión en el tema de movilidad. Lo que le venimos diciendo al territorio es que tenemos que tener una ecuación que hable de criterios de sostenibilidad o de satisfacción. Tenemos que velar por la sostenibilidad en el territorio”.
“Nosotros no podemos correr la montaña hacia atrás. En este mismo valle, que es más un cañón estrecho, tenemos que convivir y para esto necesitamos cultura, nos tenemos que adaptar a condiciones de sostenibilidad. No podemos desocupar la ciudad, pero si hay unas estadísticas que da el Departamento Nacional de Planeación en su sistema de ciudades que dice que a este valle le pueden llegar 1.4 millones de personas más al 2050 y hoy estamos hablando de que somos alrededor de 4 millones de habitantes (2.400.000 en Medellín y el resto en los demás municipios)”, detalló el subdirector, quien agregó que “el Área Metropolitana ha hecho ejercicios de planificación y de prospectivas muy importantes, pero los problemas de estos ejercicios es que muchos se han quedado en documentos, en textos. Hay una ruta adecuada, pero cuando se construyeron estos temas no teníamos la agenda internacional que se tiene hoy, con los objetivos de desarrollo sostenible y el Acuerdo de París que se sigue renovando cada año”.
De los diez municipios del área metropolitana siete están totalmente poblados. Además, Medellín aparece en algunos listados como la ciudad número trece en el mundo en densidad población por kilómetro cuadrado: “Siempre se ha hablado que estas ciudades deben crecer hacia un eje conductor que se determinó que era el río Medellín y lo que nosotros hicimos fue hacerlo al contrario, empezar a ocupar la ladera, y lo hicimos en altura hacia la zona de El Poblado y en invasiones y construcciones en las comunas, donde día a día el Gobierno ha tenido que ir llevando vías, servicios públicos, andenes, lo que va formalizando lo que en principio fue una invasión y esto es lo que nos muestra no sólo el problema que tenemos en el valle de Aburrá sino que ya estamos conurbados con el valle de San Nicolás, sobre todo en la zona de Envigado, Rionegro y Marinilla, entonces sí tenemos un problema de ocupación en el territorio”.
Cuando hay un acelerado crecimiento se genera segregación social y funcional. “Hay una teoría que dice que el máximo lugar donde existe la equidad real es en el espacio público, allí no hay estratos sociales, es un espacio igual para todos, pero cuando se tiene una ocupación desordenada con un crecimiento acelerado se empieza a tener la ciudad de los ricos y la ciudad de los ricos, expansión urbana de carácter intensivo, degradación y subvaloración del sistema hídrico, etc”, expresó Piedrahíta Robledo.
¿Qué pasa si el territorio no empieza a asumir responsabilidades desde el Área Metropolitana?, el subdirector afirmó que “si hay un territorio mal planificado será insostenible siempre ambientalmente. El modelo de ocupación tiene que ver mucho con la calidad del aire, igual que con la sostenibilidad y debe ser una solución de todos y eso sólo se logra con gobernanza. Por lo que sí es importante el modelo de ocupación”.
Los diez municipios del área metropolitana deben trabajar siempre en conjunto por mejorar la calidad del aire. Foto: Geraldine González
Pero, resalta, “para todo existe un límite y este territorio tiene unos límites. Para eso nosotros hicimos un estudio de capacidad de soporte con la Universidad Eafit, que nos llevó a ver que si se es insostenible en una de las variables el territorio va a perder el equilibrio”.
La solución a este problema, asegura el subdirector, “no es desocupando la gente, pero sí tenemos que empezar a pensar cómo vamos a convivir en este territorio. ¿Qué estamos poniendo en la agenda regional?, con los constructores, por ejemplo, hay que empezar a hablar de renovación urbana, hay que construir sobre lo construido. El Plan Integral de Gestión de Calidad del Aire, que fue aprobado por la Junta Metropolitana, está buscando las soluciones para el corto, mediano y largo plazo”.
“Culturalmente necesitamos hacer ejercicios de gobernanza, donde nos reunamos todos los sectores de la sociedad a construir las rutas de cómo nos vamos a mover en el territorio, donde todo aporten para que se dé una solución al modelo de ocupación, que tiene que ver con todos, y desde este apoyemos el ejercicio de los procesos de contaminación del aire y que el cambiar hábitos nos pueda permitir que hayan menos índices de contaminación. Queremos desarrollar una ciudad que nos garantice sostenibilidad y esta se genera con equilibrio en unidades de vivienda, en número de personas que necesiten esas unidades de vivienda, con espacio público. Lo que buscamos es hacer lo que nos permite la norma, pero también que los acuerdos a los que se llegan en la Junta Metropolitana se conviertan en norma”, apuntó.
Las acciones datan de tiempo atrás. El Área Metropolitana a lo largo de su historia ha trabajado por mejorar la calidad del aire, este no es un tema en el que, como muchos piensan y aseguran, se está trabajando desde hace poco tiempo; al contrario, desde hace aproximadamente más de quince años la entidad que se reconoce como autoridad ambiental viene ejerciendo labores en pro de la calidad del aire del valle de Aburrá.
Existe una resolución metropolitana del 30 de diciembre del 2015 en la que se establecieron medidas que contribuyen al desarrollo de una gestión integral de la calidad del aire en la jurisdicción del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
En esta se contemplan las medidas que se deben implementar desde la autoridad ambiental en el tema calidad del aire, sobre todo cuando se presenta una contingencia.
Sobre estas medidas se había venido trabajando desde hace varios años atrás, iniciando en el año 2000 cuando se suscribió el primer convenio de asociación entre las universidades de la región y las autoridades ambientales –RedAire-.
En 2016, funcionarios técnicos del Área Metropolitana se pronunciaron técnico frente a unas declaraciones del actual alcalde Federico Gutiérrez donde se desconoce su labor a lo largo del tiempo y recuerdan cada uno de los trabajos que han hecho y cómo se ha avanzado en el tema.
Incluso dejan claro que no se esconde la problemática y que la información real y actual de las estaciones de monitoreo son públicas y cada ciudadano puede consultarlas en la página del Sistema de Alertas Tempranas del Valle de Aburrá, Siata.
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