Se presenta la calentura de las relaciones diplomáticas del mundo del primer orden occidental con Rusia, con la expulsión de 116 diplomáticos rusos
Con la caída del Muro de Berlín, se suponía que la era de la Guerra Fría había terminado, y con ella tal vez la geopolítica, dando paso a procesos de integración económica mundial con la aparición, desarrollo y masificación de la web 1.0, surgiendo así la denominada geoeconomía.
En este nuevo orden mundial, las empresas no sólo expanden sus posiciones multinacionales, sino que se convierten en organizaciones globales, enmarcadas en el ideal de la geografía económica, “porque admite que los sujetos se reconozcan como parte del espacio, apropiándose de él mismo, proporcionando fundamentos básicos de una ciudadanía basada en la identificación y participación de todos los individuos dentro de la sociedad en la cual están inmersos”, como lo plantea el Ph.D. José Luis Cadena Montenegro en su artículo publicado en la revista CifeNo. 16 (2010) de la Universidad Santo Tomás.
En otras palabras, Cadena Montenegro intenta desde ese planteamiento, señalar que en el contexto de la universalidad de las relaciones, el hombre como sujeto-objeto de la economía debe ser un actor identificado pero a su vez copartícipe del desarrollo humano sostenible y sustentable. Pero, él mismo expresa que: “la globalización que empezó como un proceso netamente económico, permite conquistar, además de mercados, las mentes y los corazones de quienes aspirando a ser ciudadanos mundiales, se convierten en presas del fenómeno de la aculturación”, con lo que la identificación territorial se va diluyendo a través del tiempo al perderse el fundamento cultural, sustrato innegociable de la identidad territorial, por lo tanto, el nuevo orden mundial se sustenta en lo geoeconómico, y a través, del expansionismo mercantil las decisiones estratégicas ya no se toman con base en las invasiones territoriales sino con la perspectiva de penetración y desarrollo de mercados.
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Pero ¿estará el mundo metiéndole reversa a la integración mundial?
Primero fue la decisión de en Inglaterra de salirse de la Unión Europea, por otro lado, Donald Trump ha venido tomando decisiones que están “calentado el parche”, al desconocer el calentamiento global y salirse del Acuerdo de París, por otro lado, la construcción del muro con México que pone una talanquera en las relaciones económico-políticas con Latinoamérica y la otra decisión contraria a la integración el imponer aranceles a la importación de acero.
Esas decisiones, ¿llevarán a qué Estados Unidos deje de ser el centro del eje mundial y se desplace hacia la periferia perdiendo protagonismo económico?
Por otro lado, se presenta la calentura de las relaciones diplomáticas del mundo del primer orden occidental con Rusia, con la expulsión de 116 diplomáticos rusos (hasta el momento escribir este artículo), por el asesinato del exespía Sergei Skripal y su hija Yulia. No será más bien que este hecho es el “Florero de Llorente” gracias a los escándalos por la filtración de Rusia en las elecciones de Trump como Presidente y como estrategia de trasladar el punto de presión, pone al mundo a hablar de otras cosas.
Como dicen los muchachos: “el parche se calentó”.
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