Los ciudadanos tienen en sus manos una poderosa herramienta para apoyar esta lucha: no comprar contrabando y apoyar la industria nacional.
Fue una semana intensa en hechos noticiosos la que sirvió de telón a la trigésima versión de Colombiatex de las Américas, la más importante feria de negocios del sector textil en el continente, cuya trascendencia para el clúster Textil/Confección, Diseño y Moda en particular, y para la economía de la ciudad en general, es tan grande que siempre hemos estado atentos a comentar en estas columnas su desarrollo. No es tarde para felicitar a Inexmoda por los buenos resultados que se presentaron al cierre del evento, el pasado jueves, y que seguramente serán mejor detallados en los días venideros, así como tampoco es tarde para reflexionar sobre los “nubarrones de incertidumbre” que todavía se ciernen sobre la industria, en parte por la temporada electoral que abarca a varios países de la región, y en parte también por las amenazas constantes del contrabando y la piratería.
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El balance presentado por el presidente ejecutivo de Inexmoda, Carlos Eduardo Botero, mostró expectativas de negocios por 356 millones de dólares, un 60 % más que en 2017. De estos negocios, el 36 % se proyecta en la compra de textiles, el 28 % en maquinaria, el 19 % en insumos, el 10 % en fibras y el 7 % en otros renglones. También creció el número de participantes, aunque apenas un 3 %, al congregar a 22.653 personas, entre ellos 14.000 compradores, 13 % extranjeros venidos de 60 países. A la rueda de negocios de ProColombia acudieron 161 exportadores que se conectaron con 85 compradores, mientras al Pabellón del Conocimiento, donde se celebraron 21 conferencias gratuitas, acudieron cerca de 7.300 personas y otras 6.740 se conectaron vía "streaming".
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Compartimos con los directivos de Inexmoda que este es un balance muy positivo, que repercutió en una ocupación hotelera del 87 % en Medellín y una derrama económica calculada en doce millones de dólares. Y nos alegra profundamente que haya sido así, pues hay que recordar que 2017 pasa por ser uno de los peores años desde que se creara el capítulo Textil de la Andi, semilla de lo que hoy es Inexmoda, bajo el liderazgo de don Roque Ospina, quien quiso con su iniciativa luchar para no perder el mercado de los Estados Unidos en una época, la década de 1980, en la que el sector atravesaba quizá la mayor de sus crisis. Y es que esta ha sido una industria vital para los antioqueños. Más de 140 años de historia desde que se fundaron las primeras textileras lo demuestra. La sola Cámara Colombiana de la Confección y Afines habla de 850.000 empleos entre sus afiliados. Y gracias a la gestión de Inexmoda, que ha posicionado el nombre de Colombia en el ámbito internacional, tales cifras podrían ser mucho mayores de no mediar amenazas que solo pueden enfrentar unidos los industriales y el Gobierno.
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La Cámara Colombiana de la Confección y Afines se lamenta de que el Gobierno no actúe con rapidez para tomar decisiones mientras los productos del sudeste asiático inundan el mercado y destruyeron en 2017, según el Dane, 200.000 empleos. El viceministro de Desarrollo Empresarial, Daniel Arango, mostró como logros el decomiso, el año anterior, de 16 millones de prendas de contrabando avaluadas en 83.000 millones de pesos y aunque anunció recursos de crédito para la recuperación de la cadena textil, no fue más allá de los formalismos al indicar que el ministerio busca “el mejoramiento de procesos, la modernización de la tecnología, la innovación, las buenas prácticas y la apertura de mercados para el sistema moda”.
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Mientras el gremio busca enfrentar sus fantasmas con alternativas propias, algo imperativo en un año electoral en Colombia, México, Brasil, con nuevo gobierno en Chile y con una crisis Venezolana sin expectativa de solución, los ciudadanos tienen en sus manos una poderosa herramienta para apoyar esta lucha: no comprar contrabando y apoyar la industria nacional, no solamente para defender los empleos que la industria genera, sino también para avanzar hacia la meta de que un día la cultura de la legalidad le gane el pulso a la corrupción.