Expertos juristas desvirtúan temerarias denuncias contra este candidato favorito para ganar la Alcaldía de Envigado. La campaña en esta ciudad pasó de la batalla democrática electoral a la guerra jurídica.
La disputa y la campaña electoral por la Alcaldía de Envigado tomó otros ribetes distintos a los exclusivamente políticos y ya hoy parece más un cuadrilátero de puro boxeo judicial.
Podría ser algo parecido al fragmento de la muy tarareada melodía antillana de “Bernabé le pegó a Muchilanga le echó a Burundanga…”. Un candidato denuncia a otro, este riposta con otra querella, mientras que otro se defiende de las acusaciones.
El debate ideológico, los contrastes en los mensajes publicitarios, los foros, las distintas propuestas programáticas y la acción por ganar prosélitos fueron sustituidos por los memoriales judiciales ante las autoridades electorales.
Hoy en esta ciudad no se piensa ganarle a los otros competidores en las urnas, sino en los estrados judiciales mediante la estrategia de sacar a su rival de la carrera electoral a través de temerarias demandas, buscando inhabilidades de una gran pobreza probatoria. Pero sobre todo con el malevo propósito de confundir o engañar al electorado o de crear caos electoral.
Por tal motivo la campaña por la Alcaldía de Envigado es hoy un hervidero de pasiones y de nervios, y el candidato con mayores probabilidades de ganar, el diputado Braulio Espinosa, es el blanco de los ataques jurídicos.
En la actual campaña electoral por la próxima conducción de la administración envigadeña, Espinosa está rivalizando con otros cuatro aspirantes.
Por el Centro Democrático y su más fuerte rival el concejal Carlos Manuel Uribe, el muy insistente Andrés Torres, quien después de fracasar dentro del uribismo corrió a avalarse por otras tendencias. El mosaico de opciones lo completan los desconocidos Ana Carolina Arboleda y José Hilario López.
Braulio Espinosa, quien es de origen liberal, ya fue concejal de Envigado y su carrera política la comenzó muy joven como activista universitario hasta ganarse un puesto en la estructura política del liberalismo envigadeño, el mismo que hicieron grande René Mesa, Jorge Mesa y hoy lidera Héctor Londoño, logrando el poder municipal, que ya suma unos 40 años debido al alto reconocimiento y apoyo de los envigadeños por haber llevado a esta ciudad a ser uno de los mejores vivideros de Colombia.
Precisamente por su alto favoritismo, Braulio Espinosa es el candidato sobre el cual se han concentrado los más fuertes ataques jurídicos, pero que en concepto de los muy acatados peritos y profesores de Derecho, Ramón Elejalde Arbeláez, vicerrector académico de Unaula, y Guillermo Mejía Mejía, expresidente del CNE, no tienen ningún asidero o sustento probatorio y concluyen con toda seguridad que el electorado de Envigado puede estar totalmente convencido que Espinosa no tiene ninguna inhabilidad que le impida seguir con su campaña electoral.
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Demanda llena de fallas
A Elejalde Arbeláez no le queda ninguna duda que Braulio Espinosa no está inhabilitado y tampoco impedido para ser alcalde tras conocer y estudiar las demandas en su contra, que según enfatizó son muy fáciles de desvirtuar.
Precisó que a dicho candidato se le acusa que su esposa era socia de una empresa que contrató con una entidad cercana al Municipio de Envigado, pero ese contrato lo liquidaron quince meses antes de las elecciones de octubre próximo, cuando el límite son doce meses, por lo cual no hay lugar a ninguna inhabilidad.
Y en torno a que un hermano del candidato labora al servicio del municipio de Envigado, el jurista explicó que ese familiar no ejerce ni autoridad militar, ni policiva y tampoco civil y política, lo cual no tiene porque inhabilitarlo, toda vez que sólo ejerce labores técnicas y rinde informes, documentos en que se basan otras dependencias para tomar decisiones que no las toma su pariente.
Pero Elejalde va más allá y desmonta esa trama jurídica contra Espinosa, al cuestionar tras analizar el memorial en su contra dirigido al CNE las fallas de las que adolece como, por ejemplo, hacer una citación de normas que ninguna corresponde con los hechos que supuestamente están denunciando.
Ante ello concluye que la demanda parece más un intento de hacer un daño político que producir un efecto jurídico realmente cierto y por eso no hay ninguna posibilidad que esa reclamación prospere.
Todas estas mismas argumentaciones de Elejalde Arbeláez están contenidas, pero aún más detalladas con las normas respectivas que las sustentan, en el escrito que Braulio Espinosa presentó, con la orientación de los servicios profesionales del jurista y experto electoral Guillermo Mejía, ante el Tribunal Seccional de Garantías y Vigilancia Electoral de Antioquia para que el Consejo Nacional Electoral rechace la temeraria solicitud de revocatoria, presentada por el señor Fernando Esteban Castaño Grisales, al parecer vinculado con otro de los candidatos a la alcaldía, de su inscripción como candidato a ser alcalde.
Esa solicitud la sustentan en que la demanda está llena de generalidades, confunde inhabilidades con incompatibilidades y nunca demuestra que Braulio Espinosa esté violando normas legales con su aspiración.
Revocatoria contra Torres
Y ante el Tribunal Seccional de Garantías y Vigilancia Electoral de Antioquia se radicó otra demanda contra el candidato a la Alcaldía de Envigado, Andrés Torres Gómez, por supuestamente incurrir en doble militancia.
Los demandantes solicitan al CNE revocar su inscripción como aspirante, pues participó en la consulta interna del partido Centro Democrático, pero al no resultar nominado como candidato, se inscribió con el aval de otros partidos, por lo que supuestamente habría transgredido la ley, según el artículo 32 de la Ley 1475 de 2011, también el artículo 107 de la Constitución Política y el artículo 7 de la ley 1475 de 2011, que configuraría, al parecer, la doble militancia.