Uno de los sectores más golpeados luego de los desbordamientos fue el barrio La Maruchenga, territorio limítrofe en el que sus habitantes se quejan por la ausencia de la institucionalidad.
Las cifras preliminares de los damnificados tras los desbordamientos en Bello, ocasionados por el fuerte aguacero registrado este lunes, arrojan que 85 viviendas fueron afectadas por las aguas que ingresaron en ellas.
En medio de las pérdidas materiales, no se presentó ninguna víctima mortal en los barrios más golpeados por las crecientes, así lo confirmó el director de la Oficina Asesora de la Gestión del Riesgo de la Alcaldía de Bello, César Augusto Arango.
Las quebradas desbordadas sobre las zonas residenciales fueron La Loca, La Montañita, La Madera y La Avelina, al parecer, los malos manejos de los residuos sólidos y el asentamiento irregular en los lechos de los afluentes serían los causantes de la emergencia.
Aunque no hay un consolidado de los afectados por los desbordamientos, el funcionario de la Alcaldía notificó que alrededor de 250 personas sería el saldo de los damnificados a raíz de esta situación. Agregó que sólo en horas de la tarde se tendrían cifras concretas de los daños.
En jurisdicción del municipio bellanita, la mayor parte de los afectados se concentran en la vereda Hatoviejo, donde se desbordó La Avelina y en el sector conocido como La Esmeralda, precisó Arango.
Los otros sectores impactados por la fuerza de las aguas, dijo el director, fueron el Barrio Obrero, las unidades Barlovento y San José Obrero y el barrio La Maruchenga. Precisamente este último fue uno de los más asolados, el panorama después de la emergencia es desalentador, los habitantes aseguraron que no tienen “doliente”, han intentado obtener ayuda de la institucionalidad, pero al ser un territorio limítrofe, las Administraciones de Bello y Medellín “se tiran la pelota entre ellas”.
“En estos momentos tenemos un gran problema, con las lluvias de este lunes se creció la quebrada La Madera y afectó a una serie de viviendas, ahí se perdieron los electrodomésticos, ropa y otros enseres”, relató el líder y gestor social de la comunidad, Guillermo León Ospina.
Según el líder, hubo gente que lo perdió casi todo en el barrio luego de que el torrente desatado por la tormenta irrumpiera en las viviendas. Reveló el caso de una vecina de la tercera edad, que además vive en compañía de dos parientes en condiciones especiales, a quienes la quebrada les estropeó hasta la cama y los dejó sin nada.
Ospina clamó a las Alcaldías con la intención de que acudan lo más pronto posible al sitio de la emergencia para caracterizar a la población afectada. El líder comunal manifestó que espera una verdadera asistencia por parte de la institucionalidad, “que no pase como en 2011, cuando hubo una inundación que dejó 160 viviendas averiadas, dijeron que iban a ayudar, pero al final no ayudaron”.
Ese fue el caso de Ramón Emilio Sánchez, otro habitante del barrio La Maruchenga, quien contó a EL MUNDO que desde hace quince años le están prometiendo una reubicación por el peligro latente de colapso en su vivienda, la cual se está llevando poco a poco la quebrada La Madera, aunque tampoco le ha llegado la ayuda que espera.
Sánchez expresó que al notar la ausencia de la Administración Municipal decidió construir un muro de contención por su propia cuenta para aislar la fuerza de la quebrada. Una acción que a su juicio evitó la caída anticipada de su hogar, en el que convive con su esposa y su madre.
“Yo tengo que desalojar porque si se presenta otro aguacero de estos me va a tumbar la casa y yo tengo dos familias que dependen de mí, la de mi hermana que habita el primer piso de la casa y la mía”, aseguró el afectado.
Ante las quejas de la comunidad, el alcalde del municipio de Bello, César Suárez, explicó que desplegaron al Cuerpos de Bomberos al momento de la emergencia, así mismo, sostuvo que hasta las 10 de la noche de este lunes, Gestión del Riesgo hizo presencia en el barrio.
“Estamos cubriendo cada uno de estos sectores. Vamos a continuar con la caracterización para determinar junto con el Dapard, cuáles son las ayudas que les vamos a brindar a las familias”, aseveró el alto funcionario.
Por su parte, el director de la Oficina Asesora de la Gestión del Riesgo, Manifestó que en esta zona limítrofe, entre Medellín y Bello, se acordó que en la margen derecha debe atender las necesidades la Alcaldía medellinense y en la izquierda la Administración bellanita.
Añadió que para evitar futuras tragedias es necesario que los habitantes se preparen para la temporada de lluvias. Para esto, sugirió mantener despejados los bajantes (canoas) en los tejados, no arrojar desechos a las quebradas ni a los sistemas de alcantarillado.