Generalmente los mercaderes formales esperan un incremento sustancial en temporada navideña, no obstante, diversos factores impidieron llegar a las metas utilitarias y el resultado fue malo al finalizar 2017.
Tal como lo esperaban la mayoría de los comerciantes ubicados en el centro de Medellín, el balance de ventas y utilidades al terminar la época decembrina no fue el esperado. En varias oportunidades han manifestado que la cumbre en materia de ventas se alcanza durante los últimos tres meses del año, no obstante atribuyen la falta de ingresos a cuatro factores, la competencia informal, la reforma tributaria de 2016, la desaceleración económica y los cierres viales sobre los corredores comerciales.
“Estamos registrando ventas por debajo de lo que implican los gastos operacionales. El Iva restó competitividad y las obras céntricas no están diseñadas para favorecer al comercio, de igual manera hay un asunto de venteros informales que agudizan la situación, porque ellos compiten sin cargas fiscales. Mientras un comerciante regulado debe vender una camisa en $20.000, el ventero no regulado la puede dejar en $10.000”, expuso el veedor ciudadano y comerciante Luis Humberto Guidales.
Y continuó: “El gasto de los ciudadanos para cubrir sus necesidades básicas durante el periodo de desaceleración económica también afectó el número de ventas. No se puede vender si los posibles compradores llegan con los bolsillos vacíos después de haber cumplido con sus obligaciones. Si a esto le sumamos el tema del 16% en el Iva, un producto con una tarifa de $100.000 sube hasta $30.000 más”.
Según diversos mercaderes alojados en el Centro, en diciembre lidiaron con la competencia desleal por parte de venteros ocasionales, que de acuerdo a las palabras de Guidales, únicamente expenden mercancía en los días finales del año. “La Administración Municipal dice que salen a vender en las calles a causa de la falta de oportunidad, pero si así fuera, entonces por qué no los vemos en las aceras todo el resto de año”, replicó el veedor.
Las obras sobre los corredores de Bolívar, aseguró Guidales, también causaron un “daño irreparable” al comercio. Dijo además que la administración incumplió unos acuerdos iniciales que se tenían y recordó que se había pactado hacer las intervenciones civiles por tramos después de la época navideña, “ninguno de los tratos se cumplió”.
“La Secretaría de Infraestructura aduce que haber postergado las obras hasta el comienzo de este año representaría líos legales por frenar a los contratistas, pero el contrato pudo especificar que la obra contemplaba una suspensión temporal. A mi me gustaría ver si a un centro comercial como el Tesoro le cierran sus accesos a fin de año por obras civiles, o si permiten el montaje de ventas informales que obstaculicen las puertas de ingreso, allá se privilegia el espacio público, mientras que al comerciante del centro le toca aguantarse el desorden”, protestó.
En el balance desfavorable para el comercio formal en el corazón de Medellín al cierre de 2017, coincidió Álvaro Pérez, dueño de un local con sede en el corredor de Bolívar dedicado al expendio de artículos ornamentales. “el resultado en diciembre fue regular debido al invierno y a las obras de infraestructura. No ha sido fácil sostenerse en este último tiempo, incluso, tuve que prescindir de uno de mis empleados”.
Así mismo, Luis Gonzalo Sierra Naranjo analizó sus ingresos a fin de 2017 y concluyó que a su negocio, que presta servicio de estacionamiento, no le fue bien “por los cierres viales, en reiteradas ocasiones tuvimos que cerrar varios días porque el tráfico vehícular se redujo considerablemente”.
De acuerdo con el director ejecutivo de Fenalco Antioquia, Sergio Ignacio Soto, “el 2017 fue uno de los peores años para el comercio porque recibió fuertes oleadas luego de la confiscatoria reforma tributaria que redujo las posibilidades de consumo y afectó directamente el bolsillo de los colombianos”.
Soto consideró que el año inmediatamente anterior no fue positivo para empresarios, comerciantes ni mucho menos para los consumidores por causa de efectos políticos, económicos y tributarios. Aunque pese a la adversidad, precisó que espera una recuperación en el 2018, una mayor productividad y más competitividad”.
“Vemos con esperanza el 2018. Estamos en una coyuntura histórica y este será una año de oportunidades. El año inicia con una afectación económica, especialmente por la ley de garantías que limita al sector público para acceder a productos y servicios. Aun así, el panorama será mucho más alentador y nos lleva a pronosticar que en 2018 el sector comercio crecerá a un ritmo del 2%”, señaló el director de Fenalco Antioquia.
Entre tanto, los comerciantes del Centro le piden a la Administración Municipal un trato más igualitario frente a otros mercaderes, dado que consideran un hecho injusto la falta de acompañamiento al gremio que más tributa en la ciudad. A juicio de Guidales, se debería exigir la normalización a los venteros informales y una mejor planificación a la hora de hacer cierres viales.