Se cree que la prueba nuclear del domingo, que provocó un terremoto de 6,3 grados de magnitud en Corea del Norte, es diez veces más potente que la última prueba nuclear del año pasado.
La comunidad internacional debe ejercer una "presión sin precedentes" contra Corea del Norte para que desista de su carrera armamentística, pidió este lunes la ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop, después de que Pyongyang probara su bomba atómica más potente hasta la fecha.
En declaraciones al Canal 9 de la televisión local, Bishop consideró que el régimen de Kim Jong-un "debe pagar un precio significativo por su última prueba nuclear", al abogar por la implementación de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU, que entrarán en vigor este mes.
Lea más sobre: Seúl responde con maniobras con fuego real al test nuclear norcoreano
Por su lado, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, reiteró su petición para que China corte sus lazos económicos con Pyongyang para evitar que siga financiando sus pruebas "ilegales" balísticas y nucleares que suponen "la peor amenaza a la paz desde el fin de la Guerra de Corea", dijo a la emisora local ABC.
"En este momento, Kim Jong-un ha elegido afrentar a China, desafiar a China y esto demanda una respuesta fuerte de China", expresó Turnbull al unirse a las condenas internacionales contra el último ensayo norcoreano.
Según Sky News de la televisión australiana por cable, funcionarios de los servicios de Inteligencia del país oceánico advirtieron de que la última prueba nuclear norcoreana aumenta "su poder coercitivo significativamente".
Lea más sobre: Consejo de Seguridad de ONU se reunirá por ensayo nuclear norcoreano
Se trataría de un artefacto termonuclear que, según el régimen, puede instalarse en un misil intercontinental, lo que de confirmarse supondría un importante y peligroso adelanto en sus capacidades militares.
El sexto ensayo nuclear norcoreano y segundo supuestamente llevado a cabo con un artefacto termonuclear culmina un período de frenética actividad armamentística por parte del régimen de Kim, tras probar más de una decena de misiles balísticos desde comienzos de año, entre ellos dos intercontinentales.