Marc Purcell, representante del Consejo Australiano para el Desarrollo Internacional, criticó el anuncio al considerar que "en un contexto de incertidumbre internacional, en donde es más probable un conflicto, deberíamos usar nuestros esfuerzos internacionales para construir la paz".
El Gobierno de Australia anunció este domingo una nueva estrategia de Defensa que incluye incentivos a los fabricantes locales de la industria militar con el fin de situar al país oceánico entre los diez principales exportadores de armas.
El plan incluye un fondo de más de 3.079 millones de dólares para ayudar a los fabricantes locales a expandir sus negocios, así como la creación de una oficina de exportación de material militar, entre otras medidas.
"Se trata de asegurarnos la maximización de las oportunidades en favor de los empleos australianos, la tecnología australiana y la innovación australiana", señaló en Sídney el primer ministro, Malcolm Turnbull, jalonado por los titulares de Defensa, Marise Payne, y de Material de la Defensa, Christopher Pyne.
El Gobierno pretende así aumentar los ingresos generados por las exportaciones de la industria de Defensa desde los 1.215 millones de dólares hasta los 2.025 millones de dólares anuales como parte de sus aspiraciones para la próxima década.
Australia, que actualmente se encuentra entre los veinte principales exportadores militares según un informe de 2017 del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, apunta como potenciales clientes a mercados como Estados Unidos, Europa, Oriente Medio, Canadá, Nueva Zelanda y la región Indo-Pacífica.
Un plan de venta de armamento que no fue recibido con beneplácito por toda la sociedad australiana.
Marc Purcell, representante del Consejo Australiano para el Desarrollo Internacional, criticó el anuncio al considerar que "en un contexto de incertidumbre internacional en donde es más probable un conflicto, deberíamos usar nuestros esfuerzos internacionales para construir la paz".