Según el mandatario regional, los disidentes, que antes tenían influencia solo en Ituango y Briceño, están expandiendo sus acciones ilegales a Tarazá, Toledo, San Andrés de Cuerquia y San José de la Montaña.
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, alertó este jueves del incremento en el número de disidentes de las Farc en el departamento.
Según el mandatario regional, luego de un análisis realizado por la Policía, el Ejército y la Gobernación se pudo determinar que es elevado el número de miembros de pequeñas bandas criminales que decidieron unirse a las disidencias de las Farc.
"Es un mensaje muy preocupante porque primero estaban delinquiendo solo en los municipios de Ituango y Briceño, y hoy la información que tenemos es que están expandiendo sus tentáculos ilegales a Tarazá, Toledo, San Andrés de Cuerquia y San José de la Montaña", afirmó Pérez Gutiérrez.
El informe oficial da cuenta de que Ricardo Abel Ayala Urrego, alias cabuyo, es el líder del grupo armado ilegal en el norte del departamento y que, aunque inicialmente tenía como zona de influencia a la localidad de Ituango, ha aumentado su accionar a poblaciones cercanas y tiene unos 92 hombres bajo su mando.
Otros excombatientes de las Farc que decidieron no acogerse al Acuerdo de Paz que ese grupo firmó en noviembre de 2016 con el Gobierno Nacional y conformar una nueva banda delincuencial en Antioquia son los conocidos con los alias de carnitas, saca, ronald, pacho, luisito y pájaro, indicaron las autoridades.
Estimaciones oficiales señalan que hay 18 grupos disidentes de las Farc de los que hacen parte unas 1.300 personas en diferentes regiones del país.
El frente oliver sinisterra, que lidera en la frontera con Ecuador Walter Patricio Arizala Vernaza, alias guacho, es tal vez el que más notoriedad ha alcanzado por el secuestro en marzo pasado y posterior asesinato de los tres miembros del equipo periodístico del diario quiteño El Comercio.
Además, ha llevado a cabo continuos ataques a la infraestructura eléctrica del municipio de Tumaco, que cuenta con el segundo puerto en importancia sobre el Pacífico colombiano y que posee el mayor número de hectáreas de hoja de coca en el país.