Con la certeza de que la guerrilla del Eln fue responsable del atentado con carro bomba que el jueves cobró la vida de 21 personas en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, le anunció este viernes al país la ruptura de la mesa de conversaciones instalada en La Habana hace 17 meses por la administración Santos y que permanecía suspendida desde agosto pasado.

La información oficial recogida durante las primeras 36 horas después del atentado terrorista, que dejó además 80 heridos, indica que “el grupo armado terrorista Eln es el autor del despreciable ataque contra el centro de estudios de la Policía Nacional”, expresó Duque, quien añadió que “este fue un atentado preparado y organizado con muchos meses de anticipación”.

“Para toda Colombia hoy es claro que el Eln no tiene ninguna genuina voluntad de paz”, expresó el mandatario y añadió que “no descansaremos hasta llevar a la justicia a todos los autores materiales e intelectuales”.

El hecho ocurrió el jueves hacia las 9:30 de la mañana, cuando un vehículo cargado con 80 kilos de explosivos ingresó por la fuerza a la sede de la institución, ubicada en el suroccidente de Bogotá, donde hizo explosión cerca del bloque de alojamiento femenino y mientras se realizaba una ceremonia de ascensos. Pocas horas después, la Fiscalía General de la Nación informó que el vehículo era conducido por José Aldemar Rojas Rodríguez, a quien poco después, debido a sus antecedentes, se le relacionó oficialmente con el Eln. A partir de allí se planteó la hipótesis de que el hecho corresponde a un atentado organizado y ejecutado por esa guerrilla.

Golpe al futuro de la patria

El dolor y el rechazo por este hecho fue creciente al conocerse que las víctimas, en su inmensa mayoría, eran jóvenes en formación.

En efecto, la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, creada mediante decreto 1277 de julio de 1937 por el entonces presidente Alfonso López Pumarejo, tiene como misión “formar integralmente a los futuros oficiales de la Policía Nacional, fortaleciéndolos con los valores institucionales que les permitan desarrollar sus funciones con profesionalismo, en cumplimiento a las necesidades de seguridad de la comunidad”, según su sitio en Internet.

De hecho, la Escuela General Santander se conoce como la universidad de la Policía debido a que el Icfes autorizó, desde 1976, la expedición de títulos académicos. Los primeros fueron el de Licenciado en Estudios Policiales y el de Administrador Policial, mientras que el plan de estudios vigente data de 1997 y abarca dentro del programa de Administración Policial la formación en fundamentación en las áreas jurídica, administrativa y de investigación; así como el programa de criminalística.

Entre las víctimas se ha identificado a una ciudadana ecuatoriana, Érika Chicó, quien hacía parte de una delegación de quince jóvenes de ese país que se encuentran cursando estudios en Bogotá. La joven estaba becada y tenía cuatro meses por delante antes de su graduación.

Además se han identificado cinco deportistas, dos de ellos antioqueños: Cristian Maquilón y Juan Esteban Marulanda. El primero, oriundo de Chigorodó, era lanzador de bala y ya había sido campeón nacional juvenil. El segundo era un destacado equitador y se había enrolado en la escuela policial para seguir los pasos de su padre, quien hace parte del cuerpo de carabineros.

Los otros tres deportistas identificados hasta ahora son Alfonso Mosquera, lanzador de disco nacido en Pradera (Valle), Steven Prada, nacido en Ibagué y destacado como arquero de fútbol y Diego Molina, natural de Pereira, donde había dado sus primeros pasos en equipos de fútbol aficionado, también como arquero.

Prófugos de la justicia

Así pues, desde el viernes, tras el Consejo de Seguridad Nacional y de un diálogo con líderes de la comunidad internacional, el Gobierno de Colombia ordenó el levantamiento de la suspensión de las órdenes de captura a los diez miembros del Eln que integraban la delegación de este grupo en Cuba. Del mismo modo, se revocó la resolución que creaba las condiciones que permitían su permanencia en ese país.

“Esto significa la terminación inmediata de todos los beneficios otorgados a ellos en el pasado por el Estado y la activación de las circulares rojas de la Interpol”, enfatizó Duque quien además pidió a Cuba “hacer efectivas las capturas de los terroristas que se encuentran en su territorio y entregarlos a las autoridades policiales colombianas”.

“Demandamos la liberación de los secuestrados y el fin de sus actos criminales. Por esa misma razón, también denunciaremos a cualquier Estado que brinde respaldo o permita la presencia de miembros de este grupo en su territorio”, añadió el mandatario.

La ofensiva contra el Eln se hará “con toda las capacidades ofensivas y sancionatorias del Estado”, que perseguirá también los bienes y los testaferros de la organización criminal.

Parte importante de la estrategia será fortalecer la desmovilización individual “para que los miembros del Eln que genuinamente le apuesten a dejar la violencia tengan una ruta de regreso a la civilidad”, puntualizó el presidente Duque.

Larga historia de violencia

Varios de los atentados más sangrientos de la historia colombiana han tenido la autoría de la guerrilla del Eln.

El presidente Iván Duque Márquez enumeró algunos de ellos para justificar su decisión de levantar la mesa de diálogos.

“La lista de atentados terroristas, secuestros y crímenes es bien conocida por todos los colombianos. Desde las 78 víctimas del vil ataque al oleoducto en Machuca, Antioquia, hace 20 años, hasta los estudiantes de la Escuela de Cadetes en Bogotá muestran el innegable hilo conductor que los guía que no es otro que el desprecio a la vida”, afirmó.

Según datos aportados por Duque, 5.682 ciudadanos han sido secuestrados por el Eln en los últimos 23 años y durante los 17 meses del proceso de diálogo entre la administración anterior y el Eln, esa guerrilla ejecutó 400 acciones terroristas en 13 departamentos, dejando 339 víctimas y más de 100 asesinatos.

El mandatario recordó, además, que el Eln es el autor de incontables ataques a los oleoductos colombianos, que han causado graves daños ambientales  y recordó que “a pesar de los insistentes pedidos de familias indefensas, se ha negado a proveer la mínima información humanitaria de los 16 secuestrados que hoy tienen en su poder”.

Finalmente, Duque indicó que durante su gobierno “no hemos bajado la guardia y hemos capturado 385 de sus miembros y se han registrado más de 148 desmovilizaciones individuales”.