“La noticia es triste, la profesora Sara fue apuñalada en su casa a las 2 de la mañana”, con estas palabras un estudiante de la Universidad de Antioquia lamentó los hechos ocurridos en la madrugada de este miércoles 4 de marzo.

La docente Sara Yaneth Fernández Moreno, secretaria de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, Asoprudea, gritó: “Ya lo había dicho, yo estaba amenazada por las Autodefensas”. El ataque ocurrió en un apartamento en el segundo piso de uno los bloques de Carlos E. Restrepo. La víctima llamó la atención de sus vecinos con los gritos, quienes vieron a un hombre que se tiró de un balcón.

“El agresor ingresa de manera premeditada al lugar de residencia de la profesora Sara y le propina una herida con arma blanca que atraviesa un pulmón”, detalló Asoprudea en un comunicado.

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, confirmó que los vigilantes de la zona residencial lograron atrapar al presunto delincuente, quien alegó que era un menor de edad y apenas tenía 13 años; no obstante, Medicina Legal pudo establecer que el hombre no tiene esa edad por lo que fue dirigido a la URI para ser interrogado.

Y es que la semana comenzó con amenazas a profesores y luego a estudiantes por medio de panfletos de parte de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). En ellos decían que reafirmaban sus “banderas de lucha de liberación, de cualquier vestigio de guerrilleros, comunistas y milicianos”.

La docente de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas se encuentra en la Clínica León XIII con pronóstico reservado.

“No queremos que la violencia se abra paso en la Universidad de Antioquia”, afirmó a EL MUNDO Natalia Betancur, una estudiante quien en la mañana de este miércoles 4 de marzo participó en el Gran Abrazatón #TodosSomosSara, a las afueras del hospital universitario, organizado por la comunidad académica y estudiantil de la Alma Mater en rechazo a los hechos.

La comunidad estudiantil y académica se reunió en la mañana de este martes en la Gran Abrazatón #TodosSomosSara al frente del hospital universitario. Foto: Santiago Londoño.

“Con este atentado tenemos temor por los otros profes y estudiantes amenazados, estaríamos en retroceso de llegar a los tiempos más oscuros de los años ochenta cuando asesinaron a varios docentes”, añadió la estudiante.

Panfletos amenazan el ejercicio de la movilización

En los panfletos dejados por todo el campus, en los baños, salones, mangas, mesas de las cafeterías y otros lugares, las Autodefensas Gaitanistas aseguraron que tras labores de inteligencia y seguimiento en las universidades, procederán contra miembros de organizaciones de la UdeA y algunos líderes representativos en la movilización.

“El miedo y la zozobra no se pueden constituir ahora en elementos adicionales de la urgencia que hoy, como institución, tenemos para que la universidad reactive su cotidianidad en las aulas y mantenga en alto su voz crítica frente a los debates que hoy se exponen en la ciudad y el país. De manera amplia, también hacemos un llamado a la sociedad para que con su voz solidaria defienda, proteja y rodee a la comunidad universitaria, pues en el pasado acontecimientos de este tipo han generado pérdidas dolorosas que, como un país que le apuesta a la paz y la reconciliación, no podemos permitir que se repitan”, con esta posición las directivas de la universidad rechazaron las intimidaciones.

En el transcurso de la semana, las diligencias pertinentes han avanzado. Esteban Restrepo, secretario de Gobierno de Medellín, expresó: “Tomamos en serio cualquier riesgo para la comunidad universitaria. Ningún tipo de violencia es el camino para el objetivo de transformar la educación”.

Ahora, la voz de estudiantes y directivas es solo una: “Debemos permanecer unidos, rechazando, repudiando, una y otra vez, la violencia en contra de quienes son hijos de esta casa de estudios”.

Entre tanto, la respuesta del alcalde fue: “Encapuchados con su actuar violento estigmatizan a la universidad y a quienes defendemos causas honestas. La cultura de la capucha facilita la infiltración de enemigos del cambio y en general pone en riesgo a quienes damos la cara. La Alcaldía protegerá a profesores y estudiantes”.

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Además, se comprometió a activar las medidas necesarias que garanticen la seguridad de los miembros de la comunidad educativa universitaria amenazados. “Esta Alcaldía rechaza y condena los ataques y amenazas contra nuestros maestros y maestras. Hay que desterrar todas las violencias de las universidades. No hay duda de que las violencias se alimentan unas a otras”, dijo.

“El Alma no se toca”

Con lo ocurrido, se reabrió la discusión entre la comunidad universitaria sobre las garantías para la  protesta social y la vida, dado que el movimiento profesoral ha estado perseguido en su historia. 

“Hola, estoy viva, dolida por la universidad. Esto que pasó fue un atentado contra la universidad pública. No es Sara Fernández, no es la secretaria de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia, somos todos y todas, la comunidad universitaria. Juntemos voluntades y seamos uno solo, es la defensa de la universidad pública. No más amenazas, no más muertos, no necesitamos más víctimas en esta historia. Por favor señor alcalde, retire su mal llamado Protocolo, retire al Smad de la universidad”, fueron las palabras de la víctima.

Y al respecto, José Gerardo Acevedo, secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín, respondió: “Avanzamos en la investigación, estamos verificando la versión, a los implicados”. A su vez, en unos de sus trinos durante esta mañana, el alcalde expresó: “Investigamos versiones, implicados y relación con amenazas”.

Pero estudiantes y profesores no se sienten seguros, en el plantón #TodosSomosSara los asistentes gritaron: “Con ataques y amenazas, así no es la movilización”.

Marcos Rosado, integrante de la comunidad universitaria, expresó: “Vemos con preocupación estos hechos, aún más cuando la agenda de las movilizaciones continúa. La pregunta para el alcalde es: ¿para cuándo los mecanismos efectivos de diálogo? ¿Podremos seguir la movilización?”.

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No obstante, el rector de la UdeA, John Jairo Arboleda Céspedes, manifestó: “Insistimos en la activación de todos los mecanismos que sean necesarios para proteger la vida de quienes recientemente fueron objeto de amenazas. Desde acá continuaremos facilitando el diálogo”.

U.N. denuncia injerencia de la Fuerza Pública

Entretanto, lo sucedido ayer en el campus El Volador de la Universidad Nacional sede Medellín, generó más debate en el ejercicio de la protesta y el cumplimiento efectivo del Protocolo de Reacción contra Explosivos en Universidades.

El vicerrector, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, declaró que debió ponerse en medio de los estudiantes y el Smad luego que el helicóptero de la Polícia perifoneó en todo el campus que se ordenaba la evacuación inmediata de la sede, para evitar que se diera el ingreso de esta Fuerza Pública, como ocurrió en días pasados en la Universidad de Antioquia.

En la foto, el vicerrector, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez. Foto: Valentina Gómez.

Los hechos sucedieron así, por varias horas se presentó un bloqueo intermitente en la Autopista Norte, precisamente a la altura de la universidad, por la movilización de varios estudiantes. Y aunque el llamado Protocolo del alcalde es explícito en que la orden de evacuación la deben dar las autoridades universitarias, en este caso el vicerrector Restrepo Gutiérrez, la Policía Metropolitana fue la que la dio, aludiendo presencia de encapuchados.

“No queremos que las instalaciones de nuestra universidad se conviertan en un campo de batalla”, dijo la autoridad universitaria.
Tras la situación, la reacción del vicerrector fue salir al dialogó con los estudiantes y verificar lo que estaba pasando, “queríamos evitar que se presentara el ingreso del Esmad al campus, como ya sucedió en la Universidad de Antioquia”, repitió Juan Camilo Restrepo Gutiérrez.

Eso sucedió hacía las 11: 45 de la mañana y para las 4:30 de la tarde, en la cuenta @PoliciaMedellin se trinó: “De manera preventiva con #NuestroEsmad se logró habilitar el tránsito vehicular en ambos sentidos de la Autopista Norte, es nuestro deber constitucional garantizar la libertad y el orden”.

El repudio fue total. “Estábamos trabajando normal en la oficina, no habíamos escuchado explosiones y empezamos a sentir el gas pimienta, tuvimos que salir”, relató una de las colaboradoras de la universidad, quien al evacuar el campus observó a una estudiante menor de edad tirada en el suelo y ahogada por los gases lacrimógenos lanzados por el Smad desde las afueras de la universidad. La joven afectada fue atendida por miembros de la Personería de Medellín. 

El propósito del vicerrector con su acción fue “sentar un precedente, convocar a un diálogo para evitar un escenario de desmanes”, así lo expresó a EL MUNDO. Lo más importante para él es que el disturbio no ocurrió y se demostró que “hablar puede ser más efectivo que confrontar”, dijo.

Aunque, Juan Camilo Restrepo Gutiérrez fue claro con los estudiantes, les manifestó que está en total desacuerdo con los encapuchados y el manejo de los explosivos en la universidad. “Yo no quiero que entren, y estoy aquí precisamente para que no pase eso. Ellos no pueden entrar acá y lo que quiero es que no nos pongan en riesgo a todos nosotros”, se logró escuchar en un video que se publicó de la conversación.