Entre los fallecidos en el atentado está un policía de esa ciudad afgana. El ataque ocurrió cerca a una reunión que conmemoraba el 23 aniversario de la muerte de Abdul Alí Mazari, el líder de la comunidad chiita Hazara.
Por el momento, diez personas, incluido un atacante, han muerto y 18 están heridas en un atentado suicida en las proximidades de una gran explanada en la que se concentraban miles de miembros de la minoría chií Hazara en el oeste de Kabul.
El portavoz del ministerio de Salud afgano, Wahidullah Majroh, indicó que hasta ahora cuatro hospitales de la capital han recibido los cadáveres de nueve personas y a 18 heridos.
El ataque se produjo poco después de las 11:00 a.m., hora local, (6:30 a.m. GMT), en las proximidades del lugar en que miembros de la comunidad Hazara conmemoraban el aniversario de la muerte del líder de esa comunidad chií, Abdul Ali Mazari.
"El suicida quería atacar la concentración pero fue identificado por la Policía a unos 80 metros del lugar, y entonces hizo detonar su chaleco", explicó Basir Mujahid, portavoz de la Policía de
Kabul.
En la concentración había miles de personas, incluyendo representantes políticos, miembros del Parlamento y del Gobierno para conmemorar el asesinato a manos de los talibanes en 1995 de Mazari, fundador del partido hazara Hezbi Wahdat.
El grupo terrorista Estado Islámico (Ei) asumió la autoría del este ataque suicida. En un comunicado difundido a través de Telegram y cuya autenticidad no ha podido ser verificada, el Ei aseguró que "el hermano mártir Uzman al Jarasani se dirigió con su chaleco explosivo hacia una agrupación de infieles (chiíes) cerca de Huseiniya".
El comunicado del Ei critica con dureza a la minoría chií y a su difunto líder, a quien califica de "falso ídolo".
Los miembros de esta minoría chií son frecuente objeto de los ataques de grupos insurgentes como los talibanes y el Estado Islámico en Afganistán.
En julio de 2016, un ataque suicida del Ei contra una protesta de hazaras en Kabul causó la muerte de más de 80 personas y heridas a otras 230.
El de este viernes, además, se suma a otros atentados en la capital afgana este año, el más importante el perpetrado a finales de enero por los talibanes con una ambulancia bomba que hizo explosión en el medio de la calle en un céntrico barrio de Kabul acabando con la vida de más de un centenar de personas.
Tras ese ataque, las autoridades de la capital afgana han revisado todo el plan de seguridad de la ciudad y lo han sustituido por un nuevo esquema para evitar grandes atentados.
El presidente afgano, Ashraf Gani, llamó a finales del mes pasado a los talibanes a sentarse en la mesa de negociación para encontrar una solución pactada al conflicto que vive el país desde la invasión estadounidense en 2001.