Varios son los temas que preocupan al sector de artes escénicas de la ciudad. Sus líderes se unirán a la movilización nacional el próximo 27 de marzo, Día del Teatro, motivada, según sus convocantes, porque el presupuesto de la cultura es insuficiente, ya que sienten indiferencia por parte del Gobierno.
El 27 de marzo -Día Internacional del Teatro y las Artes Vivas- por la Avenida La Playa, desde el Teatro Pablo Tobón Uribe hasta el Museo de Antioquia, se realizará una cadena humana de artistas de la ciudad quienes, mediante este símbolo, protestarán por el estado de la cultura del país y de la ciudad.
La idea de los artistas, que nació en Bogotá, motivada por representantes como la dramaturga Patricia Ariza, del Teatro La Candelaria; es manifestarse de manera pacífica y sin afectar el funcionamiento de la ciudad: no harán una marcha para parar el tráfico, más bien realizarán actos simbólicos en puntos neurálgicos que lleven un mensaje explícito para los transeúntes y todo el que pase por ahí: “¡Escúchennos!”.
Ariza aseguró que en la capital todavía se está armando un manifiesto propio esperando a concretar toda la pluralidad de voces posibles para debatir con más herramientas sobre temas como el presupuesto: “Estamos hondamente preocupados no sólo por la cantidad de normas que están complicando la existencia de los pequeños grupos, sino también el bajísimo presupuesto que hay para la cultura, ya que se está enfatizando en las industrias culturales y no en la cultura, y este modelo es muy difícil para la supervivencia de los grupos de teatro que hacen parte del movimiento alternativo”. Sin embargo, ya todos los artistas del país comparten memes en redes sociales, usando un mismo logo que habla de “27M”, refiriéndose al 27 de marzo, invitando a la movilización nacional y a usar el hastag #defiendeelarte.
En el caso de Medellín, sí hay manifiesto de esta movilización. Fue presentado por Medellín en Escena y plantea que su marcha reunirá a la gran mayoría de salas y grupos de teatro de la ciudad, así como a organizaciones de cultura viva comunitaria y de otras áreas como la danza, la literatura, la música y las artes visuales. En el documento explican que será una movilización por “la dignidad del arte y la vida”, y esgrimen algunos puntos por los que están alzando su voz: primero, una reforma inmediata al decreto presidencial 092, por el cual se reglamenta la contratación por parte del Estado con entidades privadas sin ánimo de lucro, un decreto llamado como “anticorrupción”.
Su hashtag en redes será #27martistasalzadosenalmas, que hace referencia a la pasada contienda, similar a esta, que tuvieron con el Ministerio de Cultura el pasado 2016, por cambios en la manera de otorgarles los recursos.
“Lo que creo es que esto no se puede aplicar a todo el mundo -dijo Jaiver Jurado, director de Medellín en Escena-. Esta es una manera de criminalizar a las entidades artísticas y culturales, al cortarlas con la misma reglamentación de otras corporaciones que manejan mucho dinero y que sí se benefician de esta contratación. Nosotros no manejamos contrataciones grandes con el Estado: somos entidades la mayoría de veces con muy pocos recursos y ayudas de parte del Estado. Esa ley sólo complejizaría más la tramitología, incrementaría los tributos, enredaría en gran medida todo el tema de los artistas, por eso estamos pidiendo que se modifique de inmediato”.
Para Iván Zapata, director del Teatro Popular de Medellín (TPM), este decreto es “nefasto” para todas las organizaciones culturales y artísticas porque hará “casi imposible contratar con el Estado”, ya que tendrán que demostrar una solvencia económica específica para poder contratar con ellos: “Un músculo financiero que entidades como la de nosotros, débiles, sin ánimo de lucro -que no quiere decir con ánimo de perdida- no movemos. Por eso tratamos de no sucumbir ante las arremetidas que el Estado hace con tantos impuestos, papeles, permisos, requisitos y que están haciendo insostenible el funcionamiento de nuestras entidades, a tal punto que algunas salas han cerrado”.
“¿Cuándo nos va a quedar tiempo para escribir el poema o la pieza artística, para actuar, para reflexionar, con tanta tramitología?”, cuestionó Carola Martínez Bandera, directora de Teatro La Hora 25, quien agregó: “Tenemos que estar tan pendientes de papeleos, informes, de una cantidad de cosas que casi no nos queda tiempo para lo nuestro, y esto es muy preocupante. No nos quejamos de hacerlo, claro que no, pero ya las trabas están aumentando a un nivel insostenible que pareciera que nos quieren ver desfallecer”.
El presupuesto
Según las cifras estimadas por la Unidad Nacional de Artistas y recogidas de un informe del Ministerio de Cultura, el presupuesto para la cultura colombiana en 2016 fue del 0,19%, ($335.438 millones), lo que quiere decir un recorte del 14%. En 2017, la cifra pasa al 0.16%, ($342.000 millones), con un recorte del 11%. Estos datos preocupan al sector artístico del país y, en este caso, al de Medellín,porque es una rebaja que se ha hecho “sistemáticamente a través de los años”, afectando el desempeño y desarrollo, aseguraron varios directores, de los grupos y los espectáculos que están por hacerse.
“El otro tema que planteamos es un presupuesto digno para la cultura y el arte del país, un mínimo del 2,0 del presupuesto nacional como lo plantea la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a los gobiernos del mundo. Según las últimas estimaciones a nivel del PIB, la cultura está moviendo en Colombia el 4,4%, esa es una medición que nos dice cómo la cultura está otorgando al desarrollo del país y que no está recibiendo un presupuesto adecuado para su estímulo”, explicó Jurado, quien agregó que este es uno de los puntos más delicados “porque sólo a partir de resolver este problema es que se puede avizorar todo lo demás”.
Catalina Murillo, actriz y gerente del Pequeño Teatro, planteó que el problema del presupuesto se podría matizar si una parte del dinero que antes se invertía en la guerra se invierte en proyectos culturales y artísticos, como parte de un proceso de repensar el lugar de la cultura y las artes en el país, darle el lugar que merece: “no entendemos entonces, si se supone que hay más plata para invertir en educación, salud y cultura, ¿por qué se rebaja aún más el presupuesto? Nos están desangrando”.
Wlison Zapata, director ejecutivo de Elemental Teatro, ha sido uno de los líderes más activos en la concreción del manifiesto del 27 de marzo, por lo que aseguró que ya es tiempo de que los artistas locales dejen el silencio y se sumen a la manifestación contra el “detrimento que ha generado la acción y el pensamiento de los gobernantes sobre la cultura”, que parece, en su concepto, relegada a un lugar secundario: “Parecemos en último plano. Es necesario que se nos tenga en cuenta en la participación por el crecimiento intelectual del país, porque tenemos mucho que aportar como sujetos pensantes y creadores de arte, si no, ¿cuál es nuestra función social y política dentro del contexto actual”.
Los artistas en el posacuerdo
Para Jaiver Jurado, otro de los temas importantes que llaman a la movilización el 27 de marzo es la “poca” participación de los artistas dentro de todo lo referente al Proceso de Paz y su posterior posacuerdo: “Si hay un sector que puede ayudar a la resignificación de la paz con sus lengujes simbólicos y con su fuerza en la música, en la literatura, en la plástica y en el teatro son los artistas, quienes han sido lo que menos en cuenta han tenido para participar en este hecho tan importante para el país”.
Según Jurado, es claro que si hay alguien que puede contrubuir a abrir la mente de las personas -de los espectadores- en temas referentes a los acuerdos de paz, es el artista: “El artista en general ha contribuido con su lenguaje simbólico durante 80 años a reconstruir un tejido social roto por la guerra, porque sus temáticas y preocupaciones, desde siempre, ha sido el tema de la violencia, del desplazamiento forzado, la vida en general”.
Sergio Restrepo, director del Teatro Pablo Tobón, explicó que el artista no tiene que esperar ser invitado, simplemente debe “tomarse la participación, actuar y hacerlo directamente”, ya que tiene toda la legitimidad para hacerlo: “Muchas veces el ser llamado por el Gobierno se prestará para hacer parte del oficialismo, para más que aportar, ser un aliado poderoso y con poder de persuasión entre las personas, entre el público, entonces ahí es donde se desdibuja el papel del artista: más que ser una voz independiente, se convierte en parte del juego, y esa no debería ser la idea”.
Fernando Rendón, director del Festival Internacional de Poesía de Medellín, comentó que en un país con una violencia tan constante, con múltiples grietas y heridas por cerrar, los artistas son un “bastión fundamental” para desarrollar reflexiones encaminadas en sanar esos “espacios vacíos y que suelen concentrar todo el daño acumulado por años”.
¿Qué dice el Ministerio de Cultura?
En referencia a lo expuesto anteriormente por el sector de artes escénicas de Medellín, el Ministerio de Cultura aseguró, en el caso puntual del tema presupuestal, que si bien durante el Gobierno del Presidente Santos “han aumentado significativamente los recursos asignados para el Ministerio de Cultura”, el sector no es ajeno “a las dificultades fiscales que ha venido atravesando el país y, al igual que las demás carteras, sufrió recortes en el presupuesto de este año”. Por ello, durante el curso de la Ley de reforma tributaria ante el Congreso, la Ministra de Cultura, Mariana Garcés, aseguró que logró “la aprobación del Impuesto Nacional al Consumo para datos de la telefonía móvil (Impoconsumo)”.
“Esperamos -agregó la Ministra- que este año los recursos generados por el Impoconsumo se reincorporen al Ministerio de Cultura y se distribuyan equitativamente entre los programas más golpeados por el recorte. Una de las direcciones de MinCultura que más sufrió una reducción fue la de Patrimonio Cultural”.
En cuanto a las cifras, el Ministerio enfatizó que para las convocatorias públicas del sector teatro y circo del país para el año pasado se invirtieron $65.163.455.223, y en cuanto a infraestructura para las artes escénicas en Colombia la inversión fue de $90.537.953.229.
“Hay que agregar -explicó el Ministerio en un comunicado- que en los ocho encuentros regionales de Teatro y Circo realizados el año pasado en ciudades como Bogotá Medellín, Manizales, Barranquilla, entre otras, sólo asistieron el 15% de los 1.473 representantes de teatro y circo invitados y citados a través de correos, cartas y redes sociales”.
Finalmente, se supo que el 27 de marzo, después de la cadena humana, todas las salas tendrán funciones, harán brindis por su arte y pondrán como decoración en sus fachadas o escenarios las pancartas que llevarán al acto simbólico, con las peticiones que hacen al Ministerio, cartera que tendrá actividades programadas bajo el lema “celebra el Teatro”.