La construcción de instrumentos tradicionales es el arte que Iván Cortés exhibe en Expoartesano 2018. Proveniente de San Andrés de Tumaco, en Nariño, este joven está en Medellín muy feliz, “dando a conocer mi cultura”, dijo.
Los luthiers son artesanos que con sus creaciones mantienen vivos los sonidos de la Perla del Pacífico. Se dedican al arte de la construcción de los instrumentos musicales tradicionales del Pacífico sur colombiano.
Dado que los ritmos de esta región están ligados al oficio de la luthería, los músicos y los artesanos son uno solo en el municipio de San Andrés de Tumaco, en Nariño, a donde pertenece Iván Cortés, quien se ha dedicado a deleitar a los asistentes a Expoartesano 2018 con su toque de la marimba.
Él pertenece a la Fundación Escuela Tumac, del maestro Francisco Tenorio, músico tradicional del Pacífico sur, espacio en el que niños y jóvenes practican diferentes expresiones artísticas; como: danza, música y, por supuesto, la construcción de instrumentos.
La marimba de chonta, el cununo (tambor de forma cónica), la tambora (tambor mediano), el guasa (otra especie de tambor) o el carángano (que combina la cuerda y la percusión) son los instrumentos que los luthiers de San Andrés de Tumaco crean con sus manos.
Según Iván Cortés se trata de una tradición que realizan para mantener viva y perpetuar su cultura regional.
La luthería realizada por las comunidades negras de la costa pacífica colombiana “es el legado más preciado que nos han dejado nuestros abuelos”, añadió el marimbero.
Músico y luthier en uno solo
Para Iván Cortés la marimba es un instrumento muy personal. Y es eso lo que sustenta el que los músicos tumaqueños son “integrales”. Aunque “no todos los que interpretan la marimba saben elaborarla, en su mayoría sí”.
Y ¿cómo lo hacen? Este artesano contó: “la marimba de chonta se hace con la palma del chontaduro, con ella tenemos el techado, una serie de cañazas de chonto enfilados que emiten diferentes sonidos al golpearlos con el palo”, explicó.
También requiere de guaduas, que actúan como el ‘canotaje’ de la marimba, otra fila, pero esta vez de cilindros, son como la caja de resonancia, y “el muerto”, el soporte, que se puede hacer con cualquier madera, por ejemplo de cedro.
En San Andrés de Tumaco, en Nariño, los jóvenes han logrado adquirir la información necesaria para hacer los instrumentos, “allá varias fundaciones hacen que los jóvenes hagan sus instrumentos, es que es algo muy personal uno toca lo de uno, lo que uno hace”, contó Cortés.
Iván aprendió a tocar y a hacer la marimba en 2009, entró a la Escuela Tumac para participar en un concurso, el Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, en Cali. “Teníamos las bases pero necesitábamos la formación en compañía de un maestro, entonces mi primo, John Jairo Cortés, más conocido como Pitufo, agarró al grupo musical en el que estaba y nos empezó a enseñar La caderona, Una Rumba y otras, y con eso pudimos ir al concurso, ahí gané como Mejor marimbero.
Obtenido su primer premio, este marimbero continuó formándose con más maestros de la región, como Juan Dionisio, Canquita, y Juan Carlos Molinero.
“En el compartir, en el diario vivir, uno va adquiriendo información de la tradición”, continuó Cortés.
Una vez superado todo el proceso de formación para la música tradicional, se interesó por otros instrumentos como el saxofón, y hoy en día lo está estudiando. Además, combina estas clases con su rol de director musical de la sede de la Escuela Tumac aquí en Medellín. “Tenemos ahora semilleros en Moravia, en la zona del Oasis; en Belén Altavista, Nuevo Amanecer, y en Limonar, en el corregimiento San Antonio de Prado”, especificó.
Este músico, artesano, intérprete y luthier del Pacífico colombiano continuará “regando el legado que heredó entre la gente”. Lo hace porque es una tradición en su tierra, y porque se siente con el deber de no dejar morir este oficio tradicional, para que el eslabón cultural de la marimba de chonto en San Andrés de Tumaco continúe siendo productivo y con gran protagonismo en el Andén Pacífico.