Los tres referentes Verdolagas salieron en defensa del técnico Juan Manuel Lillo, quien decidió que sólo hablará después de los partidos.
En una de las ruedas de prensa más incómoda de los últimos tiempos en Atlético Nacional, los tres máximos referentes del equipo, Alexis Henríquez, Franco Armani y Macnelly Torres, tomaron la vocería para respaldar al técnico Juan Manuel Lillo, reprochar algunas posiciones de la prensa y pedir el apoyo a la hinchada para lograr juntos la clasificación a semifinales el sábado ante Tolima, cuya serie pierden 1-0.
“Sabemos y nos dijeron que se han comentado muchas cosas en redes sociales de que si perdemos el sábado la gente va a pedir la cabeza del cuerpo técnico. Nosotros queremos mandar un mensaje a nuestra gente como jugadores importantes y es que corten eso: estamos aburridos de esa situación, de que se hable del cuerpo técnico y lo que nosotros decimos como que lo están dejando pasar. Nos merecemos respeto, queremos el respeto de nuestra gente y de los medios de comunicación”, solicitó el capitán Alexis Henríquez.
Henríquez recordó que los comienzos de Juan Carlos Osorio fueron similares y que a partir de él la institución ha vivido una verdadera revolución, gracias a al apoyo que tuvo la plantilla al trabajo del risaraldense, con lo cual quiso resaltar que confiando en el trabajo del técnico español aspiran a superar las eventualidades y tener un nuevo proceso largo. "Nos gusta cómo entrena y planifica los juegos. Si los periodistas o la gente no entiende, es problema de ustedes. Si nos eliminan, esas son cosas del fútbol que pueden pasar. Necesitamos el apoyo de nuestra gente, que estén con nosotros y vamos a tratar de que confíen”, dijo el defensor.
Franco Armani, por su parte, recalcó que la llegada del actual cuerpo técnico fue fundamental para decidir quedarse en el equipo pese a las ofertas del exterior. “A mitad de año tuve un montón de ofertas para irme de Nacional. Sin embargo, decidí quedarme en el club por el cuerpo técnico y por la gran capacidad que tiene el profe para planificar los partidos. Estamos muy a gusto con lo que estamos haciendo con Lillo y los compañeros también se sienten de esa manera", expresó el guardián del arco Verdolaga.
Macnelly Torres, el que más contrariado se mostró en rueda de prensa, secundó a Henríquez y de paso pidió a la hinchada a llenar al Atanasio Girardot para conseguir la clasificación ante Tolima y revertir el marcador como se ha hecho en otras oportunidades. “Nosotros hemos sido fuertes en estas fases con el apoyo de la hinchada. Esperemos que la hinchada nos acompañe", dijo el creativo verde.
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El apoyo irrestricto reiterado por parte de la plantilla al entrenador español es sin duda valioso porque evidencia que Lillo ha sabido crear un ambiente sano en el grupo, sin embargo los jugadores por más autoridad que tengan de cara a la hinchada y la prensa, no pueda esconder dos cosas: la primera, que la prensa no está emitiendo juicios contra el español sino remitiéndose a los hechos. Nacional lleva cuatro juegos sin ganar y sin marcar un solo gol ante un equipo descendido, dos eliminados (Cali y Medellín) y uno con serias deficiencias (Tolima).
Nacional no tenía estos registros desde el Apertura 2009 cuando Nacional terminó 17 en la tabla, referencia estadística que no ayuda mucho.
Además, en 25 partidos dirigidos (21 por Liga y cuatro por Copa), el equipo tiene una expresión futbolística claramente inferior al estilo que convirtió a Nacional en el mejor del continente, lejos.
Lo otro que no pueden esconder es que la hinchada de Nacional sabe de fútbol y no traga entero ante los conceptos de Lillo, que no se materializan en la cancha. Por más novedosa que sea la propuesta del español es imposible que sea inaccesible para la comprensión de una afición entendida como la Verdolaga.
Es posible que lo más preocupante no sea que la hinchada y la prensa no entiendan el método Lillo. Lo preocupante es que todo señala que los jugadores tampoco le entienden, más allá del apoyo.