Releyendo notas periodísticas, fácil es darse cuenta de que ciertos justos reclamos, no tienen  la debida y oportuna acogida. Parecen “hacerse ciegos o sordos” y las fallas o “falencias” que les han sido nítidamente reseñadas, no trascienden, destinadas cuando acatadas, a mejorar el cotidiano avatar de los colombianos. Con respetuoso acento, citamos algunos:

1. ¿Si fueron escogidos los magistrados (el 2/VII/2017) que habrían (o habrán) de integrar el Tribunal Especial de Paz”, que han de “definir las situaciones jurídicas y el reconocimiento de la verdad y sus sendas responsabilidades? ¿Fue fácil la escogencia de los 51 que han de conformar esa alta y alentadora Jurisdicción especial, por siempre añorada?

Quiera el Supremo Hacedor que hayan encontrado en los “estamentos involucrados”, los letrados y escogido el equipo, con celoso afán, en orden a dar los resultados, que esperamos sus compatriotas.

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b. ¿El Gobierno Nacional si ha captado que “las bandas de criminales”, tras acuerdos para que se rindan y busquen consensos y se alcance una “eventual desmovilización? ¿El Ministro de Defensa, con su ”ofensiva militar”, utilizando el “andamiaje contra las hordas criminales”, según algunos conceptos, “bien organizadas”, pues que tienen campamentos, armas largas y fuerte capacidad hostil contra la población y entidades del Estado, cristalizar la táctica ofensiva? Dizque esta decisión como consecuencia del “cese al fuego” con las Farc. Nos da a entender el Gobierno que “el cese” aludido, origina nueva prioridad en actividad militar y evaluar estrategia para enfrentarse a los delincuentes.

Tenemos sentimientos de satisfacción, irrefutables, consecuencia de que las autoridades pertinentes han hecho y siguen cumpliendo jornadas, planos y avatares…El columnista opina que siempre habrá hostilidades, pues no se sabe de “masa compacta” alguna, sobre la faz de la tierra, que no tenga contradictores o inconformes con el suceder o devenir de los pueblos.

2. Con amargura, estamos de acuerdo con quien escribió en EL MUNDO que ” el Estado no ha logrado acabar con estructuras armadas y delincuenciales, por la vía militar, situación que ha generado debate permanente entre la salida política o la negociación de beneficios para la desmovilización y sometimiento. Cada decisión corresponde a la naturaleza del grupo y sus fines como organización”.

Nota marginal.- Ojalá el próximo Gobierno Nacional y el Congreso de la República, tomen en serio los ajetreos adecuados para que la paz tranquilice en todos los rincones de Colombia y las nuevas generaciones, disfruten sin zozobra alguna de ella y la aprovechen como  Patria ejemplar ante los países, especialmente, en los de América Latina, y ¡cáspita!, interpreten las coyunturas que les corresponda sortear, con excelencia y serena vitalidad.