Descontaminar el territorio de minas antipersonales y munición sin explotar es uno de los objetivos del Gobierno y diferentes asociaciones sociales. Hasta el momento se tiene una reducción de 95% con respecto a 2006 y se espera que los reportes de municipios sin sospecha de minas sigan en aumento.
Antioquia, que históricamente ha sido uno de los departamentos con más víctimas por minas antipersonales, sumó este último mes dos municipios más a la lista de territorios sin sospecha de presencia de minas antipersonales.
Se trata de Granada y Puerto Triunfo, que juntos le brindan al departamento 818.465 metros cuadrados sin riesgo para la integridad de los pobladores, con el fin de no seguir aumentando las 2.537 víctimas se acumulan en el histórico de la región.
Estas dos municipalidades se suman a otros 35 que el Gobierno Nacional anuncia este 4 de abril en el marco de la conmemoración del Día Internacional de Sensibilización contra las Minas Antipersonal.
En total, el territorio antioqueño tiene 57 municipios sin sospecha de minas, catorce en intervención de proceso de descontaminación del territorio y 54 con estudios pendientes para la operación en la lucha contra las minas.
Es decir, el 45.6% del territorio puede hacer uso del campo de forma segura. La cuestión más crítica se vive en la región del Bajo Cauca, donde los diferentes actores armados dificultan las labores de limpieza.
El flagelo de las minas antipersonales ha causado en el país un total de 11.542 víctimas. Históricamente Colombia ha estado en el segundo/tercer lugar con mayor número de víctimas en el ámbito internacional, de acuerdo con el informe Land Mine Monitor.
No obstante, con las labores de desminado humanitario que se realizan por parte del Gobierno y Organizaciones No Gubernamentales las cifras del año 2017 ubicó al país en el puesto diez de ese ranking, lo que representa un avance en la situación global del país al reducir en un 95% las cifras comparadas con el año 2006 donde se tuvo el índice más alto de afectaciones.
En lo que va corrido del 2018 se han reportado catorce casos de personas afectadas por minas. En 2017 el registro fue de 56; en 2017 de 89; en 2015 de 222; en 2014 de 292; y en 2006 se tiene como línea base en 1.232 víctimas.
Hasta el momento se han liberado de la presencia de minas 225 municipios del país, 232 más están siendo intervenidos por las diferentes brigadas y un total de 221 centros urbanos se tienen en los planes prioritarios para iniciar estos procesos de erradicación.
Al hacer un balance sobre las operaciones de desminado humanitario, el director de Descontamina Colombia, Sergio Bueno Aguirre, aseguró que en toda la historia del país se han despejado 5,2 millones de metros cuadrados, pero destacó que el gran avance se presentó en los últimos 18 meses, donde se han liberado más de 2,6 millones de metros cuadrados, gracias a las condiciones de seguridad dadas por el Acuerdo de Paz.
“El Acuerdo generó favorables condiciones de seguridad y nos ha permitido en los últimos doce meses no sólo fortalecer el sector sino también llegar a territorios donde antes no se podía. En el primer semestre de 2016, teníamos en su conjunto 1.342 hombres y mujeres en el terreno, y hoy tenemos 5.468 personas acreditadas por la OEA para realizar operaciones de desminado”, aseguró.
Para Álvaro Jiménez Millán, coordinador de la campaña Colombiana contra Minas, Colombia ha visto en los últimos quince años un avance significativo en la lucha contra esta problemática social.
Actualmente, su organización trabaja con 157 personas especializadas en el desminado que intervienen trece áreas del país y se anudan a la Brigada de Ingenieros de Desminado Humanitario N°1, la Agrupación de Explosivos y Desminado de Infantería de Marina, The Halo Trust, Handicap International, Ayuda Popular Noruega, Asociación Colombiana de Técnicos y Expertos en Explosivos e Investigadores de Incendios, Perigeo, Danish Demining Group y Polus Center, para establecer el grupo de desminado más grande del mundo entre los países que afrontan esta problemática.
“Las organizaciones civiles de desminado humanitario estamos prestas a atender los desafíos del posacuerdo. Trabajamos conjuntamente y en coordinación con el Daicma (Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal) como autoridad nacional para atender las demandas de las comunidades que buscan estar seguras en sus territorios”, indicó Jiménez.
Los diferentes procesos de desminado se realizan en tres fases que implican un estudio no técnico con la recolección y análisis de datos sobre contaminación de MAP y Muse y las condiciones del terreno; después se procede a la punto de estudio técnico donde se valora en profundidad la información obtenida previamente y se interviene el terreno físicamente para comprobar; una vez se cumplan estos dos escenarios se pasa a la etapa de despeje que consiste en las tareas o acciones para remover y/o destruir todos los peligros de MAP y Muse.
Los elementos que se extraen son las Mina Antipersonal (MAP), que son artefactos explosivos que pueden herir, mutilar o matar a una o más personas y se activan por la presencia, la proximidad o el contacto de la propia víctima. Pueden estar camuflados en un tarro, una olla, una cantina, un balón, un radio, una lata, un frasco o una botella, entre otros objetos. Asimismo, se lucha contra las Municiones Sin Explosionar (Muse), que representan los artefactos explosivos que no estallaron después de ser lanzados o abandonados intencionalmente como granadas, morteros, municiones (balas, vainillas) o bombas, que pueden ocasionar mutilación y la muerte.
Son tres las formas de realizar los procesos de descontaminación, en donde el manual es el más común y confiable, y consiste en que una persona a través de un detector de metales y una sonda o equipo de excavación localiza y deja al descubierto una mina o munición sin estallar para que luego esta sea destruida. Sumado a esto se tiene la técnica con aparato mecánico que consiste en utilizar equipos barreminas, que pueden ser tripulados o a control remoto para la destrucción de minas; y también el uso de equipos caninos como herramienta para la reducción de áreas peligrosas y delimitaciones de perímetros.