Lea datos históricos del proyecto Hidroeléctrico Ituango, un reportaje con Darío Valencia Restrepo.
¿Tiene usted algún recuerdo histórico sobre Hidroituango?
Recuerdo un trabajo del ingeniero Lucio Chiquito, una figura emblemática de la ingeniería antioqueña, titulado “Riqueza hidráulica de Antioquia 1898-2011”. Se presenta en el documento una historia sucinta del sector hidroeléctrico en el departamento, y allí se encuentra un antecedente del proyecto hidroeléctrico Ituango que vale la pena rescatar.
Cuenta el ingeniero Chiquito que siendo miembro de la firma consultora Integral, de la cual también había sido uno de los fundadores, participó en el año 1962 en una importante reunión en la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos (SAI), durante la cual dicha firma le hizo una presentación al gerente general de EPM, Luis Echavarría Villegas, así como a otros funcionarios de la misma.
En esa reunión se presentó un bosquejo preliminar del anteproyecto de una central en el río Cauca, en el sitio Pescadero del departamento de Antioquia, con una potencia de 4.000 megavatios y una altura de presa igual a 350 metros. Se señaló que esa altura no incluía la parte adicional de embalse necesaria para el caso de crecientes ni tampoco para el llamado embalse muerto, o sea, aquella parte del mismo que se destina a almacenar los sedimentos que trae el río. Esto último es de la mayor importancia porque el Cauca transporta una enorme cantidad de sedimentos, en este caso los provenientes desde la presa del proyecto Salvajina, situada al sur de Cali, hasta Pescadero. Una publicación de la SAI en 2009 estimó que en Pescadero aparecerían unos 50 millones de toneladas por año.
Supongo que se trataba de un gran proyecto para la época
Si todavía en la actualidad una potencia de 4.000 megavatios sería muy considerable, pues se aproximaría al 25% de la capacidad total instalada en el sector eléctrico colombiano, pensemos cómo se vería en 1962.
Anota el ingeniero Chiquito que los datos presentados en aquella reunión tenían un muy limitado respaldo técnico, principalmente por los escasos datos hidrológicos y de sedimentos, así como por el poco conocimiento de la geología local y general de la cuenca. Debido a lo anterior, con el correr de los años y el acopio de mejor información, diversas publicaciones señalaron alturas de presa que oscilaron entre 395 y 220 metros.
Mucho tiempo ha corrido desde aquella reunión de 1962 y bastantes los cambios que llevaron a las especificaciones que resultaron de los estudios finales del hoy proyecto hidroeléctrico Ituango: una potencia instalada de 2.400 megavatios y una altura de presa igual a 220 metros.
¿Recuerda algunos otros antecedentes históricos?
En 1969, el destacado ingeniero José Tejada, de la firma Integral y otro de los fundadores de la misma, presenta un memorando trascendental titulado “Memorando preliminar sobre capacidad potencial y posibilidades de desarrollo escalonado del desarrollo hidroeléctrico del Cauca medio”. Se proponía allí la realización de unos estudios que permitieran evaluar la enorme capacidad potencial del río Cauca, en toda su longitud, para la realización de proyectos hidroeléctricos en serie.
En forma tentativa, dicho memorando identificó varios sitios para posibles presas en el Cauca medio, entre los cuales se contaba con los correspondientes a los proyectos Cañafisto e Ituango, este último con dos posibles sitios para su respectiva presa. Dos años después, en 1971, Interconexión Eléctrica S. A. contrató con la firma Integral lo recomendado por el memorando, de modo que se evaluaron con mayor detalle las alternativas para el desarrollo del potencial hidroeléctrico del Cauca medio. Se vislumbraban entonces, entre otros, el proyecto Cañafisto con 1600 megavatios y, aguas abajo de éste, el proyecto llamado Ituango Alto con 3.860 megavatios.
¿Qué piensa de la actual situación que atraviesa el proyecto?
Estamos ante una gran tragedia para EPM y para la ingeniería, de hondas repercusiones. Es el momento de la solidaridad con las Empresas y las comunidades afectadas. Creo que todos estamos de acuerdo con EPM sobre las prioridades que se están teniendo en cuenta: la seguridad de las comunidades aguas abajo del proyecto y la protección del ambiente. Y como segunda prioridad, la conservación de la integridad del proyecto hasta donde sea posible.
Los juicios de responsabilidad tendrán que venir más tarde pues, ante la complejidad del proyecto y los daños que vienen ocurriendo, no es del caso hacer especulaciones. Lo apropiado es esperar las conclusiones de las muchas investigaciones que deberán hacerse. Además, una discusión en este momento sobre las causas de lo ocurrido no puede contar con la participación de entidades o personas que han estado vinculadas al proyecto y que en la actualidad se encuentran comprometidas en atender la grave emergencia.
Lo que también se hace imperativo, más adelante, es un gran debate sobre la situación de la ingeniería en Colombia, con amplia participación de entidades y personas vinculadas a la profesión. Es inaceptable que sigan ocurriendo catástrofes como las del edificio Space, el puente Chirajara y ahora el proyecto hidroeléctrico Ituango.