La invitación es a que hagamos veeduría para asegurarnos de que en Colombia podemos hacer las cosas bien y eso incluye la manera de cómo hacemos la minería, una que deje legados positivos
Por José María Dávila Román*
Esta semana estuvo en Jericó la senadora Angélica Lozano y cuestionó el desarrollo de Minera de Cobre Quebradona.
Sin embargo, no se puede desconocer, senadora Lozano, el trabajo que por 15 años ha realizado esta empresa en Jericó, para conocer el territorio y su gente y que los jericoanos vean en este proyecto una oportunidad que complemente sus tradiciones y vocaciones. No hay por qué escoger entre una u otra actividad cuando se demuestra que pueden coexistir, y tampoco como país ni como municipio, podemos darnos el lujo de cerrar oportunidades de empleo e inversión.
Datos del Centro Nacional de Consultoría de noviembre de 2019 sobre la favorabilidad que tienen los jericoanos sobre Quebradona, dicen que el 60% cree que este proyecto es positivo para el territorio.
Otro dato interesante se encuentra en los resultados de las últimas elecciones locales, de los cinco candidatos a la Alcaldía que tenía Jericó para entonces, ganó el candidato que públicamente manifestó su respaldo al proyecto minero.
En el Concejo Municipal los resultados no fueron distintos, hoy, de 11 concejales, 9 de ellos ven con buena expectativa la propuesta de Quebradona.
Para hablar de Jericó hay que abrir el espectro más allá de la minería y revisar de fondo otros retos que tenemos, como por ejemplo, y de acuerdo con el último diagnóstico del Esquema de Ordenamiento Territorial, realizado por la Universidad Eafit en el 2019, el 77% de las veredas del municipio se encuentran en una condición de pobreza; también es de revisar el uso del suelo; en cultivos agrícolas, sólo tenemos café (8%), aguacate (1%) y cítricos (0.6%) y casi la mitad del suelo de Jericó (42.4%), no tiene un uso productivo.
Como dato comparativo, Quebradona utilizará menos del 3% del suelo de Jericó.
Otra cifra para tener en cuenta está relacionada con la disminución de la población, hace 40 años a Jericó lo habitaban 16.000 personas, hoy somos 12.000. ¿Por qué se va la población?
Quebradona generará en construcción cerca de 3.000 empleos, en operación 1.500, y su compromiso es que mínimo el 80% de esos empleados sean jericoanos; en regalías generará más de 60.000 millones de pesos por año, y Jericó puede pasar de tener un presupuesto de inversión social de 1.500 millones de pesos por año, a cerca de 17.000 millones de pesos anuales que permitan mayor justicia social, tener mejores hospitales, vías de primer nivel para nuestros campesinos, mejores escuelas, escenarios deportivos y fortalecimiento de la cultura, por poner algunos ejemplos.
No es que la única alternativa sea la minería, pero sí es una oportunidad para tener mejores condiciones y sumar conjuntamente con los otros sectores productivos y la institucionalidad para que a todos nos vaya bien. Las grandes ciudades ya no dan abasto, por eso hay que descentralizar y mirar cómo ciudades pequeñas generan polos de desarrollo para evitar la migración. La minería bien hecha y Quebradona son un reflejo de ello.
Por todo eso, senadora, es que creemos en oportunidades reales y concretas como las que brinda este proyecto y la invitación es a que hagamos veeduría para asegurarnos de que en Colombia podemos hacer las cosas bien y eso incluye la manera de cómo hacemos la minería, una que deje legados positivos.
* Ciudadano de Jericó