La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), indican que la deficiencia de hierro es un problema de salud pública que afecta, especialmente, a niños en edad escolar.
Según cifras de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional, realizado entre 2015 y 2016, en Colombia el 27% de los niños entre los seis meses y los cuatro años sufren de anemia ferropénica, una enfermedad silenciosa que afecta el desarrollo de los niños.
La anemia ferropénica es una enfermedad que se produce por la disminución de hierro en el organismo, lo que puede ocasionar alteraciones en el desarrollo y el crecimiento psicomotriz de los niños, bajo rendimiento académico y predisposición a enfermedades infecciosas.
El hierro es un mineral vital para el organismo, pues es el encargado de la formación de los glóbulos rojos, interviene en el transporte de oxígeno en la sangre, forma parte del proceso de respiración celular y fortalece el sistema inmune, lo que aumenta la resistencia ante las enfermedades.
Según la nutricionista Claudia Angarita, directora del Centro Colombiano de Nutrición Integral (Cecni), esta es una enfermedad silenciosa porque no duele, es decir, “no presenta síntomas muy evidentes hasta que el problema es mayor”.
Así, cuando los niños empiezan a presentar síntomas como cansancio, disminución del rendimiento escolar, palidez en la piel y en la parte interna de los párpados y las uñas, sueño excesivo y taquicardia, pueden estar presentando bajos niveles de hierro que ponen en riesgo su salud.
Por esto, la profesional es enfática en decir que la prevención es la mejor arma contra la anemia ferropénica: “primero, los padres deben estar muy conscientes de la nutrición de sus hijos e incluir alimentos que sean fuente de hierro dentro de la dieta”, puntualiza Angarita.
Alimentos como el hígado, las carnes rojas, el pescado y el pollo, son fuentes importantes de hierro. Igualmente, la nutricionista señala que las verduras con hojas verdes, como las espinacas y las acelgas, el fríjol y las lentejas son alimentos que también proporcionan el mineral, aunque su ingesta debe estar acompañada de alimentos ricos en vitamina C para que el hierro sea mejor absorbido.
Clauida Angarita también llama la atención sobre la prevención desde el embarazo, pues señala que son las madres quienes, en un principio, traspasan nutrientes y minerales a sus hijos: “Desde antes de la concepción, es muy importante que las mujeres revisen sus niveles de hierro para que inicien un embarazo con niveles óptimos”, señala.
Igualmente, frente a la tendencia de inculcar dietas veganas a los niños, la experta es clara: no está mal este tipo de dietas pero no puede ser algo improvisado. “Lo aconsejable es que un niño reciba una alimentación mixta hasta los cinco años, para que pueda tener aprovechar todos los nutrientes; sin embargo, si los padres quieren que su hijo sea vegetariano, deben buscar asesoría médica y pensar en suplementos de hierro y vitamínicos”, detalló la nutricionista Angarita.
El Centro Colombiano de Nutrición Integral (Cecni) adelanta una campaña llamada Hablemos de hierro, unidos contra la anemia ferropénica, que busca generar consciencia en la comunidad para prevenir este tipo de anemia que afecta con fuerza a los niños.