Altavoz Fest es el “grito” de la música alternativa de Medellín. En sus quince años, esta fiesta local está cargada de hitos que hacen de ella el mejor aliado para aquellos que emprendieron en esta ciudad su carrera artística en los géneros que la comprenden.

En un mismo escenario hay espacio, por igual, para los géneros hip hop, reggae, ska, punk, rock, metal y hardcore. Es un espacio que tiene la capacidad de abrir las puertas para todos los artistas de Medellín en la escena de su género en el país y en el mundo.

Historia de la inclusión de toda la escena musical alternativa

Mauricio Jiménez, líder de Radiosónica, recordó que después de presentarse en varias ocasiones, por fin en 2006 logró el pase directo al Festival internacional, y en ese encuentro debutó con una propuesta electrónica, un género que “no era muy aceptado entre el público del Altavoz, pues rompía con la tradición de la música rock, sin embargo, en el escenario la banda tuvo mucha aceptación”.

De esta forma, se abrió el espacio en el Festival a nuevos públicos, también del estilo alternativo, pero barajando más posibilidades que las que daba el tener sólo bandas de rock.

“Muchos músicos no querían que estuviera la electrónica ahí, y creo que con su inclusión se le dio un aporte significativo al espectador, para disfrutar de más propuestas musicales”, consideró.

En sus quince años, Altavoz se ha realizado en el Teatro Carlos Vieco, En el Aeroparque Juan Pablo II y en la cancha auxiliar del Estadio El Cincuentenario. 

Otro género que también se pudo incluir con el paso de los años fue el hard core. Rigo, vocalista de Nix, con dos actuaciones, 2012 y 2015, y este domingo 11 de noviembre de 2018 sumarán la tercera, su show se hará a las 3:00 p.m., en el escenario principal, recordó que su banda fue pionera en presentar este movimiento musical en ese escenario, ya que, precisamente, a partir de 2012, Altavoz creó la categoría de Clasificatorios Core, “antes fue muy difícil porque cuando uno entregaba el material y hacía las audiciones y pasaba al clasificatorio, le tocaba competir con muchos géneros y subgéneros; entonces, ese año presentamos una propuesta innovadora en esta línea y nos llevamos la sorpresa que luego nos invitaron al Quito Fest (en Ecuador)”, expresó.

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El trampolín de la escena local

Por otra parte, Elliot, cantante de Perros de Reserva, proclamó al Festival como un escenario que permite un diálogo masivo entre los artistas independientes con el público local, que no se puede respirar en otros espacios, y para lo cual es muy importante la curaduria que hace Altavoz, y que en esta edición de 2018 continúa bajo la batuta de Felipe Grajales, director.

Juan López, guitarrista de Rogs, agrupación que se presentó en el escenario de este Festival en 2014, expresó que Altavoz representó el primer concierto “magno” en el que participaron. “Este es un trampolín para que las bandas se den a conocer, tanto en la escena local, como nacional e internacionalmente. Para nosotros fue muy importante haber pasado por ese escenario, porque varias bandas han intentado en muchas ocasiones, y nosotros contamos con la fortuna de que la primera vez que nos presentamos a la convocatoria, pus pasamos de una”, recordó.

Este es también un lugar para exaltar lo mejor del talento local, que, mediante la convocatoria pública, los conciertos previos, la Ciudad Altavoz, y el sometimiento a la selección de un jurado de las mejores propuestas, ofrece en escena espectáculos al mejor estilo de los shows de las bandas más taquilleras del mundo.

Juan Carlos Sánchez, baterista de Nepentes, agrupación que ha participado en cinco oportunidades (2004, 2005, 2006, 2008 y 2014), destacó el valor que tiene el proceso público de partición, es decir, todo el entramado que conlleva la convocatoria pública del Altavoz. Para él, tiene mucho valor en la escena que las agrupaciones estén compitiendo con una gran cantidad de proyectos de la ciudad, “eso además de generar muchos nervios, de producir muchas emociones, es una plataforma para que cada participante crezca musicalmente”, dijo.

En las tablas del Altavoz Fest hay espacio para diversidad de talentos.

Además, se confesó “muy alegre”, porque todos los integrantes de Nepentes han podido ver crecer el Festival, en una ciudad que consideró “conservadora”, donde en el 2004, el año de inicio de este encuentro, las bandas alternativas apenas empezaban a posicionarse, “y se fue viendo, paulatinamente, a los medios de comunicación preocupados por contar el desarrollo de nuestros proyectos, de nuestras estéticas, de nuestras posturas frente al mundo, frente a la ciudad”, narró.

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Ahora, con el recorrido de Nepentes y el rumbo exitoso que ha vivido en el tiempo, ellos ya no se presentan más a convocatorias, pero, expresó que se sienten “muy agradecidos y afortunados” cuando los invitan a este escenario, pues todas las bandas de Medellín quieren hacer parte de este Festival, reconoció.

No obstante, para Sánchez este representa un espacio para bandas más emergentes, por tanto, las convocatorias que abre durante todo el año “son para agrupaciones que necesitan un apoyo mayor del público, de los medios y de la institucionalidad”, declaró.

Otro músico que siente que el Altavoz rompe los esquemas de los encuentros musicales nacionales con su convocatoria es Pablo Castaño, guitarrista de La Fidel, agrupación de rock, que se presentó en 2015, además que expresó que la dotación del Festival es de admirar, en cuanto a equipos y tecnología para la función en escena.

Para él, el Altavoz es el “paso local al que toda banda aspira, por la tarima, por la posibilidad de la puesta en escena; brinda una gran comodidad, porque en los espacios locales se tienen lugares donde las bandas sufren mucho por sonido o equipos. El internacional de este cuenta con todos los elementos técnicos”, destacó.

En la foto, homenaje a Rodrigo D: No Futuro en el Altavoz Fest 2016.

Mauricio Osorio, vocalista en De Bruces A Mi (agrupación de reggae en español), con cuatro presentaciones en este encuentro musical (2006, 2007, 2009 y 2017), consideró que el espíritu de esta cita es “hacer crecer”, obligar a madurar a los proyectos musicales locales, ya que después de estar en estas tablas, “sólo queda aprender para escalar más y más en lo que se hace”.

Manifestó que aún no olvida su última presentación en el Altavoz, hace dos años, cuando fueron invitados como banda nacional. “Mucha gente asistió y coreaba con nosotros las canciones. Fue muy emocionante participar en esa versión”, contó.

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Esa idea de “plataforma de crecimiento” también la comparte Mary Hellen, llamada la voz del hip hop de Medellín, quien se presentó en el 2011. “Nos proporcionan un espacio muy chévere, con una infraestructura de alto nivel. De alguna manera, se apoya al artista local para que pueda escalar su presentación en escena. Altavoz ha sido una escuela para el crecimiento de uno como artista”, acotó.

No obstante, Gustavo Adolfo, conocido como Fazeta, de AlcolirykoZ, con tres presentaciones, 2010, 2012 y 2014, reconoció a este encuentro musical como un espacio en el que “realmente se preocupan por el artista”. “Desde la logística hasta el escenario están bien cuidados. Aparte de eso, al traer artistas internacionales, nosotros los locales nos podemos codear con ellos, y al unir varios géneros musicales sin ningún problema, se representa el buen carácter de los ciudadanos de Medellín, pues cabe destacar que en algunos festivales, en otras partes del mundo esto no se puede dar por las rivalidades existentes”, conversó con EL MUNDO.

Para Fabio Garrido, vocalista de Frankie Ha Muerto, lo más importante en estos quince años del Altavoz para los músicos de Medellín ha sido el poder aportar en el fortalecimiento del mismo, “en cada una de las ocasiones en que nos han invitado, tuvimos la oportunidad de transmitir nuestro mensaje y propuesta artística a un público que está en busca de contenidos que inviten a la reflexión, además de entretener”, expresó.

Ellos son, Masacre, la única banda local que ha cerrado el cartel en las 15 ediciones del Festival.

Hitos en la escena local

Por su parte, Andy García, bajista de Ekhymosis, dijo que en los treinta años de historia musical que tienen, para ellos es vital celebrar los espacios que fueron testigos de cada una de sus historias en su trayectoria, y precisamente el momento de exhibición que la Alcaldía ofrece con el Festival Altavoz, es uno de ellos, esta es una bandera local para que el rock siga siendo parte de la idiosincrasia antioqueña, en sus palabras.

Con el regreso de Ekhymosis a los escenarios, en 2013 fueron invitados por la organización para tocar el repertorio thrash que hizo parte de los inicios de la banda, esa es también una práctica de este Festival, invitar a los artistas locales para que compartan sus hitos en un acontecimiento de ciudad.

Alex Okendo, la voz de Masacre, con tres participaciones (2006, 2009 y 2014), resaltó la oportunidad que brinda el Altavoz Fest al “catapultar la historia de la música local para el mundo”, y eso lo dijo al contar que precisamente esta banda en 2014 celebró en las tablas de este evento los 25 años. “Era una valiosa oportunidad, ser cabeza del cartel principal, prácticamente hicimos historia al ser valorados como una banda internacional. Fue una forma muy bonita de celebrar ese aniversario”, expuso.

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Otro hito que propició el Altavoz Fest en la escena local fue el regreso de Nadie a los escenarios, este grupo, luego de nueve años apartado de las tablas, de los estudios y del público, en 2017 fue invitado por los organizadores y se constituyó así su regreso como banda. Antes, los integrantes de Nadie se habían presentado en las ediciones de 2004, 2005, 2006 y 2009.

Julián Velásquez, líder vocal y guitarrista del grupo, narró que esa presentación permitió la conexión entre generaciones, “al encontrasen en el público espectadores que nunca nos habían escuchado y otros que sí fueron testigos de la constitución de Nadie en la música”.

Nadie es considerada una emblemática banda de punk y rock and rol de Medellín.

La asistencia al Altavoz siempre ha alcanzado cifras con lleno total.

Quienes también celebraron su aniversario en el Festival fueron los Tr3sDeCoraZón, Sebastián Mejía, vocalista, contó que eso sucedió en el año 2012, justo la última presentación que ellos han tenido en el Altavoz. Se trató de un espectáculo en el que la banda antioqueña invitó a artistas representativos de su género, e importantes para ellos como banda, como lo son El Mosca, de 2 minutos, y Ciro Pertusi, de Attaque 77. “Fue un momento muy importante, estábamos en la celebración de nuestros diez años como banda y tenerlos en esa tarima permitió que le diéramos un regalo a la ciudad y seguramente quienes estuvieron ahí recuerdan ese momento con mucha alegría”, dijo.

Tr3sDeCoraZón también se presentó en los encuentros de 2005, 2007 y 2009.

Añadió el vocalista: “Todos los conciertos fueron muy especiales, nos presentamos desde que estábamos arrancando todavía, fuimos creciendo a la par del Festival, hemos hecho shows muy directos de rock, en los que el mayor protagonista siempre ha sido el público”.

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Hasta para pedir matrimonio ha servido el escenario del Altavoz Fest, Elliot, cantante de Perros de Reserva, en su presentación en 2015, le pidió a su hoy esposa que unieran su amor para siempre, “ella hacía parte de la puesta en escena y encontré en ese lugar un momento muy bello para proponérselo”, dijo.

Esa ha sido una de las presentaciones más importante que ha realizado la banda, consideró el cantante.

Por esto, y por más, Altavoz es el concierto más importante que tiene la ciudad, como lo dijo la voz líder de Masacre, Alex Okendo, “nada más bueno que ser una banda de Medellín y tener la oportunidad de participar en el festival de música más importante de la ciudad”.

Cabe recordar que Altavoz fue el resultado de un clamor del público rockero de Medellín, que según Sebastián Mejía, vocalista de Tr3sDeCorazón, cuando nació le dio circulación a la música de la ciudad y también permitió que se estimulara el pleno apogeo del género.

Para finalizar, Fabio Garrido, vocalista de Frankie Ha Muerto, quiso dejar un mensaje, en representación de todos los músicos de la ciudad que han pasado por este escenario, “celebramos los quince años del Festival y enviamos nuestro abrazo fraterno a todos los que han puesto su esfuerzo en que este referente cultural de nuestra ciudad, siga creciendo y fortaleciéndose”.