A sus 58 años, Alonso Zapata Ramírez sigue siendo un verdadero amante del deporte ciencia. Después de haber sido el primer ajedrecista colombiano en obtener el título de Gran Maestro, este pereirano mantiene viva la chispa con la que se enamoró del ajedrez.

 Alonso juega ajedrez desde los 6 años, cuando se enamoró de este “de forma muy curiosa, me encantó desde el momento en que lo vi jugar, desde antes de saber mover las piezas me gustó”, confesó el deportista, quien aprendió gracias a “un hermano que me enseñó y recuerdo que ese día que me enseñó amanecí con él jugando”, precisó entre risas.
 
Rápido desarrollo

Este ajedrecista confesó que su gusto por esta disciplina inició “cuando veía a la gente jugar, me sentaba a verlos y me interesó mucho, en ese tiempo no sabía ni mover las piezas, pero luego aprendí rápidamente, con ayuda de mi hermano, y me fui desarrollando muy rápido respecto a la demás gente, aunque no fue un desarrollo como me hubiera gustado, pues además de que a uno le guste practicarlo, el ajedrez necesita estar en un ambiente propicio y con eso tuve dificultades. No existía buena cantidad de torneos y el ambiente para desarrollarlo como uno quisiera; sin embargo, pude desarrollarme más rápido que los jóvenes de mi entorno”.

Alonso inició a practicar el deporte ciencia en su ciudad natal Pereira, allí jugó torneos, jugó con la gente en un club que, según él, era muy organizado. “Recuerdo que en ese entonces estaba una persona muy querida por todos que era Hernán Ramírez Villegas, que fue quien hizo los Juegos Nacionales de 1974, era un arquitecto muy aficionado al ajedrez y me ayudó mucho en esa época”, resaltó.

El torneo más importante que jugó Alonso en esa época fue “un zonal en Pereira y allí estuvo presente Luis Pérez Gutiérrez, quien es actualmente el Gobernador de Antioquia, no se me olvida que el equipo de Antioquia era el mejor equipo, el de mejor nivel. Fui mejorando, participé en torneos juveniles y me fui destacando poco a poco. Luego mi familia se fue para Bogotá y allá continué mis prácticas. Siempre fui muy aficionado y en Bogotá empecé a participar más. Quedé campeón distrital, nacional juvenil y empecé a participar en mundiales”.

Experiencia mundialista inolvidable

De la experiencia en su primer Campeonato Mundial guarda muchas anécdotas, pues “me mandaron solo, fue en Holanda, hacía un frío terrible y yo no hablaba inglés. Fue una locura, fue como irme a la guerra sin conocer nada, una experiencia muy difícil porque nunca había montado en tren y no conocía nada. Recuerdo que en mi casa me mandaron con una ruana y estaba encartado con ella, porque ocupaba la mitad de la maleta”, detalló entre risas Alonso, quien en ese Mundial terminó ubicado en la mitad de la tabla de posiciones.
 Al siguiente Mundial ya estaba mucho mejor: “Estuve acompañado, estaba más fuerte e incluso, ya había competido internacionalmente con buenos resultados y me fue mucho mejor”.
 
Primeros logros

Cuando Alonso terminó el bachillerato decidió dedicarse al ajedrez de lleno, “estudiaba como loco, fácilmente hacía mínimo diez horas diarias estudiando, jugando y leyendo muchos libros, lo hacía con mucha pasión y mucho amor. En mi casa me decían que si me iba a volver loco”, afirmó Zapata.

En 1977 estuve en otro Mundial juvenil y allí “tuve muy buenos resultados. Terminé segundo ante un ruso muy muy fuerte. Ahí empezó mi desarrollo ajedrecístico más en forma”.

La primera norma, la de Maestro Internacional, la consiguió a los 22 años y en ese entonces, según explicó el deportista, “era muy difícil conseguir las normas, ahora por ganar un campeonato te la pueden dar, antes era mucho más exigente, tenían que conseguirse resultados muy altos, eran más meritorios porque había que hacerlo a pulso. Ahora la Fide la pone un poco más fácil”.

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Alonso manifestó que estuvo varias veces “muy cerca” de conseguir la máxima norma, la de Gran Maestro: “Me quedaba casi que a medio punto el título de Gran Maestro, fue muy sufrido, estuve muy cerca en varias ocasiones y siempre se me escapaba. Al final lo pude lograr, después de que fue tan esquivo. Luego de tenerla ya los resultados de Gran Maestro los hacía más fácil, porque ya no tenía la autopresión de conseguir la norma, ya la tenía, entonces era un poco más fácil conseguir los resultados”.

Cuando por fin pudo lograrlo “fue muy emocionante y muy interesante, un ejemplo de que sí se podía lograr. Colombia tenía grandes jugadores, pero ninguno había conseguido la norma, entonces fue como romper paradigmas con el resto de los ajedrecistas. En esa época había que salir a competir en otras partes para poder lograr los puntos necesarios para obtener la norma de Gran Maestro, pues en Colombia no se realizaban tantos torneos, por eso se hacía más difícil, había que tener mucha paciencia, constancia y dedicación”.
 
Dedicado a la enseñanza, pero sin dejar de competir

Después de ser un Gran Maestro, Alonso fue contratado en Puerto Rico para entrenar al equipo olímpico y las selecciones, “luego me fui para Atlanta y allí tengo chicos muy talentosos, eso ya es más personalizado. Ya no participo tanto como antes, sí lo hago pero me dedico más a la familia y a mi trabajo que son las clases privadas”.

Aún “sigo luchando, sigo con objetivos, mientras esté vivo seguiré jugando, me considero pleno y con capacidades de seguir jugando, tengo ambiciones todavía de seguir ganando”, expresó.

De todos los lugares que ha visitado recuerda algo, pues según Alonso “todos los lugares tienen su encanto. En muchas partes se ve mucha pobreza, pero en esos lugares difíciles se encuentra uno con gente maravillosa, cada lugar tiene su potencial y eso me encanta. Las cosas que no me gustan las hago a un lado y tomo sólo lo bueno”.
 
Motivado para el Continental

Para Alonso Zapata una de las mayores motivaciones que tuvo para venir a competir en el Campeonato Continental de Ajedrez fue el hecho de que se realizara en la Capital de la Montaña: “El ser en Medellín me fascinó, me encanta la ciudad, tengo buenos amigos acá y he conseguido grandes resultados. No me podía perder esta oportunidad, porque he clasificado a ciclos de campeonato mundial, pero he dejado pasar los dos últimos ciclos, me ha sido difícil participar, pero para este se me dieron las cosas”.

El estar reunido con otros seis Grandes Maestros de Colombia es “algo muy bueno, eso motiva más”.
 
Actualidad del ajedrez

Del ajedrez de su época y del que se ve en la actualidad manifestó que el de hace unos años atrás “era otra época, donde no había computador, donde sólo se utilizaba el talento puro. Ahora los muchachos tienen entrenadores y muchas más posibilidades. Hoy en día hay mucho talento, las mujeres han mejorado muchísimo, está muy fuerte el equipo femenino y hay muchos niños jugando. Aunque la premiación de los torneos sigue siendo baja, pero la gente sigue jugando”.

Los momentos que no olvida y que quedarán para siempre grabados en su corazón son “el subcampeonato mundial juvenil y el título de Gran Maestro y algunas partidas lindas, el ajedrez tiene mucho en la parte estética, las partidas bonitas hacen que uno se motive a seguir jugando”.

Para este Gran Maestro, el ajedrez “es como si fuera algo que venía conmigo desde hace mucho tiempo, hace parte de mis habilidades y cuando lo descubrí sentí que era algo que había nacido conmigo”.

Grandes Maestros colombianos

Alonso Zapata

El risaraldense se adjudicó el título de Maestro Internacional (MI) en 1980 (22 años) y el título de GM en 1984 (26 años).

Gildardo García

El antioqueño completó sus normas de GM en 1991, con 37 años de edad, y más adelante llegaría a 2.500 de Elo.

Jaime Cuartas

El antioqueño completó sus normas de GM en la Olimpiada Mundial de Dresden, Alemania (2008), convirtiéndose en el tercer Gran Maestro colombiano, a los 33 años de edad.

Sergio Barrientos

El antioqueño ganó su primera norma de GM a los 18 años en 2004, la segunda la alcanzó en 2010 (ambas en el Open de Sants, España) y aseguró su título de GM y un Elo superior a 2.500 en la Olimpiada Mundial 2010 a los 24 años.

Álder Escobar

El risaraldense se convirtió en GM en 2014, a los 37 años, tras pasar de 2.500 de Elo, el único requisito que le faltaba para recibir la máxima titulación del juego ciencia orbital.

David Arenas

El antioqueño ganó su primera norma de GM a los 17 años, en agosto de 2009, en el Centroamericano y del Caribe sub-20, disputado en Medellín. La segunda norma de GM la obtuvo como subcampeón del Open de Sitges, España, y la tercera al ser campeón del Guillermo García In Memoriam en Cuba. En 2015 logró una cuarta norma de GM, se requieren únicamente tres más 2500 de Elo para la titulación, en el Open de Sants, en España.

Cristhian Ríos

El vallecaucano consiguió su norma de Gran Maestro en 2016, a sus 23 años, al alcanzar los 2.500 de Elo en el Internacional IRT de ajedrez disputado en Cali, el único requisito que le faltaba para el título.